1. Contexto Histórico
El siglo XVII en Europa fue un período de crisis marcado por la consolidación de los estados modernos, sus afanes imperialistas y las guerras religiosas. La vida de Descartes coincidió en parte con la Guerra de los Treinta Años entre estados católicos y protestantes del imperio alemán, que concluyó con la Paz de Westfalia. Francia, como otras grandes naciones europeas, se organizó como una Monarquía Absoluta, que alcanzaría su apogeo con Luis XIV.
2. Contexto Cultural
Culturalmente, el siglo XVII fue la época del Barroco, un período pesimista. La imprenta, un invento crucial, permitió la expansión de la cultura fuera del ámbito religioso. La producción se reorganizó, la manufactura se volvió capitalista, introduciendo la división del trabajo. Surgió el mercantilismo.
3. Contexto Filosófico
Descartes vivió al final del Renacimiento. Estudió en un colegio jesuita de La Flèche y se licenció en Derecho. Tras participar en la Guerra de los Treinta Años, se dedicó a viajar, pensar y escribir sobre la búsqueda de la verdad mediante la razón. En 1637, publicó el Discurso del método junto a tres ensayos científicos. En 1641, publicó Meditaciones metafísicas y, más tarde, Los principios de la filosofía.
3.1. El Racionalismo
Dios dejó de ser el objetivo principal de la filosofía, centrándose en el hombre y el conocimiento. El racionalismo, influenciado por la ciencia moderna (Galileo, Bacon, Kepler) y el método matemático, dio gran importancia a la razón, aceptando el innatismo y despreciando el conocimiento sensorial. Descartes, Leibniz y Spinoza fueron sus principales representantes.
3.2. Reglas del Método Cartesiano
- Evidencia: No aceptar como verdadero aquello que no se conoce con claridad y distinción.
- Análisis: Descomponer lo complejo en ideas simples para ser intuidas con claridad.
- Síntesis: Pasar de las ideas simples a las complejas mediante deducción.
- Enumeración: Realizar recuentos y comprobaciones para no omitir nada.
4. Hume: Análisis del Conocimiento
4.1. Elementos del Conocimiento
Hume afirma que el conocimiento deriva de la experiencia, partiendo de la percepción. Distingue entre impresiones e ideas:
- Impresiones: Percepciones obtenidas a través de los sentidos (sensación y reflexión).
- Ideas: Representaciones o imágenes débiles de las impresiones.
Todas las ideas derivan de impresiones, no existen ideas innatas. La memoria relaciona ideas conservando su orden, mientras que la imaginación las combina libremente, asociándolas por semejanza, contigüidad y causalidad.
4.2. Crítica a la Conexión Necesaria
Hume considera que toda idea debe corresponder a una impresión; de lo contrario, es ficticia. Rechaza la conexión necesaria entre causa y efecto, explicándola como una asociación basada en la costumbre. Creemos en eventos futuros por inferencia causal, pero no tenemos certeza absoluta.
4.3. Mundo, Yo, Dios: Escepticismo y Fenomenismo
- No acepta la existencia de una realidad exterior a la mente. La memoria y la imaginación crean la constancia de las impresiones.
- El conocimiento del «yo» procede de la experiencia y es cambiante. La memoria da conciencia de identidad.
- Rechaza la demostración de Dios por el principio de causalidad.
En resumen, Hume limita el conocimiento a las impresiones, alcanzando certeza solo en matemáticas y lógica. El conocimiento se reduce a los fenómenos.