Análisis de la filosofía de Nietzsche: Sub specie aeterni, vitalismo y la expresión artística

Sub specie aeterni

Según este autor, todo lo que existe es una manifestación que proviene necesariamente de Dios. Por tanto, el conocimiento más elevado que el hombre puede obtener de la realidad se alcanza cuando «reconoce» que esa realidad proviene necesariamente de Dios. Eso es precisamente lo que significa la expresión «sub specie aeternitatis o aeterni» (desde la perspectiva de la eternidad o desde la perspectiva eterna), es decir, conocer la realidad en relación con Dios. Cuando consiga ese conocimiento, el hombre se dará cuenta de que esa realidad no puede ser de otro modo porque es consecuencia necesaria de la acción divina. Al «reconocer» su conexión con el proyecto divino, el hombre conocerá la realidad de las cosas. Nietzsche critica esta posición racionalista ya que, al considerar la realidad como lo necesario, elimina su carácter histórico y contingente.

Subrepticiamente

Adverbio que se refiere a aquello que se hace de una forma subrepticia; es decir, que se hace o toma ocultamente y a escondidas. En el texto se puede entender este término como «de forma oculta» e incluso más acertadamente «inconscientemente», ya que la afirmación del Yo como sustancia pensante es una creencia tan arraigada que afirmamos su existencia acríticamente y sin ser conscientes de su posible irracionalidad; es el prejuicio sustancialista del que se tilda al cogito cartesiano y, en general, al racionalismo.

Influencia de Nietzsche en la cultura contemporánea

Las ideas de Nietzsche han marcado la cultura contemporánea. La literatura, el arte y la estética de las primeras décadas del siglo XX quedaron en buena parte impregnados de las grandes cuestiones de su filosofía, dando expresión a temas como el de la voluntad de poder o afirmándose como un vitalismo, que trató de compensar en el terreno de la sensibilidad la excesiva unilateralidad del racionalismo positivista. La influencia de Nietzsche fue decisiva en lo que respecta a la superación del decadentismo característico de las postrimerías del siglo XIX.

La presencia de nuestro autor es incontestable en todas aquellas filosofías de nuestro tiempo que han puesto el acento en la existencia como substrato previo y fundamental a cualquier otra consideración sobre el ser humano. Tal es el caso de las doctrinas de Heidegger, Jaspers, así como Jean Paul Sartre y los existencialistas franceses. El papel precursor de Nietzsche es todavía determinante en lo que respecta a la psicología y, particularmente, el psicoanálisis.

La razón en la filosofía

La razón en la filosofía critica la valoración negativa de la vida que el pensamiento occidental había propagado y apuesta por el vitalismo: una moral que gira en torno a la vida; vivir el momento, renunciar a que los mundos transcendentes confieran a la vida su peso y su sentido, y buscar ese sentido en la propia vida.

Temas recurrentes en la filosofía de Nietzsche

El ateísmo

Un tema recurrente en el texto. Nuestra cultura occidental se caracteriza por vivir de espaldas a Dios, a la religión. La creencia en Dios ha perdido en dogmatismo y se ha convertido en una nebulosa subjetiva que el hombre cada vez más entiende de acuerdo con sus principios o falta de ellos. Existe una tendencia cada vez más acentuada a la religión a la carta que se adopta y modifica en función de intereses personales y coyunturales, convirtiendo la religión, en muchos casos, en artículo más de consumo.

Vitalismo

La razón en la filosofía critica la valoración negativa de la vida que el pensamiento occidental había propagado y apuesta por el vitalismo: una moral que gira en torno a la vida; vivir el momento, renunciar a que la transcendencia confiera a la vida su peso y sentido, y buscar ese sentido en la propia vida. Nietzsche expresa que el sentido y valor de lo humano se encuentran en la actual identificación de la felicidad con lo material, el culto al cuerpo, a la imagen, a la búsqueda de la eterna juventud, el deseo de inmortalidad física aumentando cada vez más la esperanza de vida.

La expresión artística

Si la realidad tiene un carácter móvil, dinámico y cambiante, la realidad es perspectiva. Por eso Nietzsche afirma, frente a la unidad y objetividad del concepto, la pluralidad y subjetividad de la metáfora. La metáfora es considerada como una verdadera perspectiva porque con ella se logra una integración de diversidades. Así, la única relación factible con la realidad del devenir es el comportamiento estético, la expresión artística donde la realidad nunca es definitiva, sino que va haciéndose y cambiando constantemente.

El valor de la educación para la crítica y la vida. El nihilismo.

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