El Pensamiento de Platón: Un Análisis Filosófico

H. Contexto Histórico de Platón

Platón nació en Atenas (427 a. C.) en un período histórico política y socialmente agitado, con continuas crisis en el gobierno, luchas internas por el poder y exilios, forzosos o voluntarios, que marcaron la convivencia ateniense. El problema histórico que Platón enfrentó deriva de la Guerra del Peloponeso (431-404 a. C.), en la que la Atenas democrática se enfrentó y fue derrotada por la Esparta aristócrata. Esparta instauró el gobierno de los Treinta Tiranos, quienes sembraron el terror y llevaron a cabo una feroz represión contra los demócratas hasta el año 403 a. C. En ese año, Trasíbulo, líder del bando demócrata, organizó una revuelta popular que reinstauró la democracia. Fue esa misma democracia la que condenó a muerte a Sócrates, maestro de Platón, lo que provocó el total rechazo de este último a la democracia como sistema político. La primera mitad del siglo V a. C. supuso la ruina económica del imperio ateniense y guerras intestinas por el poder político.

C. El Clasicismo Griego

Este período viene representado por el esplendor del clasicismo griego, con tres fenómenos decisivos:

  1. El apogeo de la literatura dramática ateniense, con Sófocles y Eurípides, que llevaron a escena las grandes inquietudes personales y políticas del hombre y la mujer griegos, afectados por la enorme crisis de la sociedad.
  2. El gran florecimiento de la plástica griega y de su arquitectura cívico-religiosa como expresión del sentimiento colectivo de pertenencia a la comunidad.
  3. La culminación del resto de géneros literarios, especialmente la retórica, con Lisias, que fustigó el régimen de los Treinta Tiranos; la comedia ática, con Aristófanes, que cuestionó en clave humorística la sofística y las instituciones familiares y ciudadanas; y el género histórico, con Heródoto y Tucídides, que fundaron el género histórico como seña de identidad colectiva del pueblo.

F. El Giro Antropológico

Este período está marcado por el giro antropológico que surge con los sofistas y Sócrates, en el que las preguntas por el arché y la physis se dejan de lado, dando paso a la preocupación por el verdadero conocimiento y por saber qué es la realidad: nómos y epísteme. De esta forma, Platón intenta una síntesis superadora de las diversas posiciones que se habían dado anteriormente. Partiendo de una motivación político-social, su pensamiento se abre a todos los ámbitos de la filosofía, elaborando una ontología, epistemología, ética, etc.

Debemos mencionar todos los elementos que influyen en la obra de Platón:

  • En primer lugar, está la tesis de Crátilo, su primer maestro y discípulo de Heráclito, quien llevó al extremo la doctrina del continuo devenir en una clave escéptica, que convenció a Platón de la necesidad de encontrar un fundamento estable para el conocimiento. Platón toma las tesis de Heráclito y las aplica al mundo sensible, continuamente sometido al cambio y al devenir; a su vez, toma las características del ser de Parménides para el mundo de las ideas, objeto del conocimiento, inmutable y permanente, aunque múltiple en las ideas, a diferencia del ser de Parménides.
  • Reserva para el mundo sensible los rasgos de movilidad, materialidad y relatividad de Heráclito, el atomismo y los sofistas, respectivamente.
  • Adopta del pitagorismo el dualismo antropológico, la inmortalidad del alma y el preludio matemático en el acercamiento a las ideas, y critica los planteamientos relativistas y escépticos de la sofística.
  • Por último, debemos resaltar la influencia de su maestro, Sócrates, ya que el tema de la búsqueda de la definición y de los valores lleva a Platón al planteamiento de las ideas como prototipo de la realidad y su conocimiento. Por otro lado, la preocupación socrática por la virtud y el intelectualismo moral es su principal vía para plantear que el conocimiento de la idea de Bien es el requisito indispensable para la vida feliz a nivel individual, y para el justo y recto gobierno de la ciudad.

F. Aut. El Dualismo en Platón

La filosofía de Platón gira en torno al dualismo, concretamente a tres tipos: ontológico, epistemológico y antropológico.

  • Dualismo ontológico: Para Platón, existen dos ámbitos de realidad: el de los seres múltiples, sometidos al cambio (mundo sensible) y el de los seres ideales, que son inmutables (mundo inteligible). El primer ámbito sería un reflejo del segundo. Platón explica que existen unos arquetipos sobre los que se han originado los diferentes seres que existen en el mundo sensible. A estos arquetipos él los llama ideas. Las ideas son inmutables, sin principio ni fin. Los seres múltiples participan de las ideas (methexis) en mayor o menor medida. Estos seres múltiples, reflejos de las ideas, tienen su origen en la materia informada a la que el demiurgo (artesano) proporcionó una forma moldeándola.
  • Dualismo epistemológico: Platón propone una teoría del conocimiento, cuya tesis fundamental es que el alma humana existía antes de su unión con el cuerpo, por lo que, estando en el mundo ideal, habría conocido todo, aunque posteriormente lo olvidara. Así pues, el conocimiento para Platón no es más que recordar todo aquello que se ha olvidado. Al existir dos ámbitos distintos de la realidad, Platón diferencia también dos tipos de conocimiento: el conocimiento sensible o doxa, que es incapaz de conocer las ideas, y que se subdivide en dos clases: imaginación (eikasía) y creencia (pistis); y el conocimiento inteligible o episteme, que es independiente de nuestros sentidos. Platón distingue, dentro de la episteme, entre conocimiento discursivo o dianoia, que se alcanza mediante el método inductivo, y la intuición intelectual o noesis, que trata sobre las ideas. El método inductivo mediante el que se alcanza la noesis es la dialéctica platónica, heredera de la mayéutica socrática.
  • Dualismo antropológico: Platón diferencia claramente entre cuerpo y alma. La unión violenta de ambos elementos da lugar al hombre, aunque lo que nos otorga nuestra esencia sea siempre, en última instancia, el alma. Platón da una gran importancia al alma, equiparándola a las ideas. La describe como homogénea, eterna, causante de la vida y le atribuye la facultad de conocer el mundo inteligible. Sin embargo, Platón establece tres tipos de alma distintos: alma racional, irascible y concupiscible. Las dos últimas son responsables de los impulsos e instintos agresivos y egoístas del individuo, mientras que la primera es la que tiene la facultad de conocer las ideas y, por tanto, debe gobernar a las otras dos.

En Platón, filosofía y política están estrechamente unidas: un modelo justo de gobierno debe fundarse en el conocimiento de la doble realidad humana (alma y cuerpo). Platón propone tres clases sociales distintas de acuerdo con un tipo de alma concreto: gobernantes (alma racional), guerreros (alma irascible) y productores (alma concupiscible). La justicia es producto del equilibrio entre cada estamento. Otras características del pensamiento político platónico son el anteponer la colectividad al individuo, la supresión de la propiedad privada y de la familia para reprimir el egoísmo y el favoritismo, así como la necesidad de un nuevo modelo educativo basado sobre todo en la gimnasia y la música, desterrando el estudio de los antiguos poetas (Homero, Hesíodo…); y la igualdad de sexos: no se distingue a los ciudadanos en virtud de si es hombre o mujer, ya que su esencia, independientemente del cuerpo, es la misma.

COMPA. Comparación con los Sofistas

Podemos comparar a Platón con los sofistas:

  • Realidad sofista: No hay realidad objetiva del sujeto que conoce y que sea verdadera. El ser fluye y está en continuo cambio.
  • Realidad platónica: La única realidad verdadera es el ámbito inteligible porque es el único universal, necesario, inmutable e independiente de los sujetos. Esta realidad recibe su ser del bien; el ser solo lo es en que es bueno.
  • Posición sofista sobre el ser humano: No existe una naturaleza común y universal a todos los hombres. Cada ser humano es fruto de una educación en su contexto sociocultural.
  • Posición platónica sobre el ser humano: Dualismo antropológico. La verdadera identidad del hombre es su alma, de estructura tripartita. El alma racional es la fuente del verdadero conocimiento. Para alcanzarlo tiene que luchar contra el cuerpo y sus sentidos.

ACTUALIDAD. La Alegoría de la Caverna Actualizada

La alegoría de la caverna se puede actualizar: la caverna es un espectacular centro comercial en el que las sombras han sido sustituidas por objetos de consumo. Los hombres dedican toda su vida a trabajar para conseguirlos, y quienes no lo consiguen son infelices, porque todos han aprendido que la felicidad consiste en comprar. La realidad es la realidad comercial: las sombras se han impuesto como la verdadera realidad y lo que no se ofrece en el centro comercial no tiene interés, porque si lo tuviera se ofrecería.

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