La Realidad
Dios como principio y fin
Santo Tomás de Aquino considera que uno de los temas más importantes que se plantea la realidad es el de la existencia de Dios. Si consideramos que Dios es el origen y fin del universo, nada es más importante desde una perspectiva filosófica que demostrar la existencia de Dios, ya que lo consideramos fuente de toda realidad.
Demostración de la existencia de Dios
Demostrar la existencia de Dios es necesario y posible. No es evidente porque el hombre no posee de forma natural el concepto de infinito. En este sentido, es absolutamente necesario demostrar la existencia de Dios, aunque nada en el mundo nos dé una verdadera perspectiva de lo que puede ser un ser infinito. Podemos conocer la causa por los efectos; luego, analizando algunas cuestiones del mundo material, podremos demostrar que su causa última es Dios.
Las 5 vías para demostrar la existencia de Dios
- Vía del movimiento
- Vía de la causalidad eficiente
- Vía de la contingencia
- Vía de los grados de perfección
- Vía del orden cósmico
Naturaleza y atributos de Dios
Una vez demostrada la existencia de Dios, cabe preguntarse cómo es Dios. Esta sería la pregunta sobre los atributos divinos, pero la distancia entre criatura y creador es tan enorme que para describir sus atributos hemos de valernos de la analogía. La descripción de atributos puede hacerse de forma positiva (diciendo lo que Dios es) y de forma negativa (diciendo lo que Dios no es). Una vez demostrada la existencia de Dios, podemos conocer su esencia a través de 3 vías:
- Vía de la afirmación: Atribuir a Dios todas las perfecciones de sus criaturas.
- Vía de la negación: Negar en Dios cualquier limitación que puedan tener las criaturas.
- Vía de la eminencia: Elevar al máximo las perfecciones del universo y atribuirlas a Dios.
Dios y el mundo
El mundo ha sido creado por Dios en un acto de libre voluntad, y el hecho de crear al mundo no ha modificado en nada a Dios. El mundo depende de Dios no solo en su comienzo, sino también en su duración.
Esencia y Acto de Ser
Santo Tomás va a diferenciar en todos los seres entre esencia (que es lo que hace que una cosa sea lo que es y no ninguna otra) y acto de ser (aquello por lo que la esencia existe). Siguiendo a Aristóteles, Santo Tomás definirá a Dios como acto puro de ser, mientras que las demás cosas están compuestas de esencia y acto de ser. Así, Dios es el único ser cuya esencia es existir.
La Ética
El concepto central de la ética tomista va a ser el de la ley natural. Todo hombre tiene en sí una ley natural que se manifiesta a través de la conciencia moral. Esta ley viene a coincidir con los diez mandamientos, por eso también recibe el nombre de ley moral. La ley moral no es otra cosa que la participación de ciertas leyes que Dios ha inscrito en sus criaturas. Así, los animales y otros seres se rigen por leyes físicas y biológicas, y los seres humanos por la ley natural. Ahora bien, los seres humanos tienen una libertad inteligente que les permite elegir entre cumplir esta ley o no. Las leyes positivas son aplicaciones de la ley natural a la infinita variedad de situaciones que el hombre puede crear. Para que un ser libre se sienta identificado con la ley natural es necesario que considere sus preceptos como mandatos de la voluntad absoluta de Dios, el cual sancionará su cumplimiento o incumplimiento.
La Sociedad
Santo Tomás, siguiendo a Aristóteles, va a pensar que la vida aislada es imposible, por eso va a definir a la sociedad como el conjunto de personas unidas para conseguir el bien común. El fin del Estado será conseguir que las familias, personas y asociaciones lleguen a su pleno desarrollo. Para conseguir que esto suceda son necesarias 3 cosas:
- Paz: ya que sin paz se pierde el equilibrio personal y social.
- Bienestar material: sin esto no habría un buen desarrollo biológico ni psicológico.
- Valores: no existirían las cualidades que hacen las acciones y las cosas buenas para nosotros.
El gobierno que le parece más adecuado es la monarquía constitucional, porque es un régimen mixto que promueve la democracia.
El Ser Humano
El ser humano es una sola sustancia formada por el cuerpo (materia) y el alma (forma). El pensamiento, que es la actividad del alma racional, es la forma esencial del cuerpo humano. Aun así, el alma y el cuerpo son independientes, lo que permite al alma separarse del cuerpo a la hora de la muerte, ya que el alma humana es inmortal.
El Conocimiento
Conocer intelectualmente es captar la forma, y eso se hace mediante el proceso de abstracción. Los sentidos captan los objetos particulares; el entendimiento agente desmaterializa las imágenes que nos han sido dadas por los sentidos; el entendimiento agente pasa las formas al entendimiento paciente, que conoce las esencias necesarias en cada individuo de la especie. A partir de aquí serán las especies inteligibles expresas; el entendimiento mira de nuevo a la imagen y es capaz de proyectar lo universal sobre lo individual.