San Agustín y Santo Tomás: Filosofía, Ética y Teología

San Agustín (354-430)

Contexto

San Agustín nació en Tagaste (actual Argelia) en el año 354. En su juventud, se dejó seducir por el vicio y el maniqueísmo. Estudió retórica en Cartago, donde la lectura de Cicerón le inculcó un profundo amor por la verdad. Posteriormente, se trasladó a Roma y Milán, donde fundó una escuela de retórica y filosofía. Dos hechos fundamentales marcaron su época: el auge del cristianismo y la caída del Imperio Romano de Occidente. Las escuelas griegas, como el estoicismo, el gnosticismo y el neoplatonismo, ejercieron una gran influencia en su pensamiento. En este contexto, surgieron los apologistas, quienes defendían el cristianismo frente a los ataques de los paganos politeístas.

Epistemología

Para San Agustín, existe una única verdad: la revelada por la religión. La razón sirve para comprenderla mejor. El filósofo debe establecer las condiciones para alcanzar la verdad, pues solo a través de ella el hombre puede ser feliz. San Agustín afirma la certeza de la existencia, adelantándose al «cogito ergo sum» de Descartes: incluso si nuestros juicios son erróneos, el hecho de dudar de ellos prueba nuestra propia existencia.

Conocimiento Sensible

El conocimiento sensible se obtiene a través de los sentidos. Los objetos externos influyen en nuestros sentidos, y esta información llega al alma a través del cuerpo. El alma, a su vez, representa los objetos. Este conocimiento, propio de los animales, no es verdadero, pues genera opiniones cambiantes debido a que se basa en el mundo cambiante de la experiencia sensible.

Conocimiento Racional

El conocimiento racional distingue a los hombres de los animales. Su objeto es lo inmutable, donde reside la verdad.

  • Conocimiento Racional Inferior (Ciencia): Es el conocimiento de lo universal y necesario en la realidad temporal. Depende del alma, pero se origina en el contacto con la realidad sensible.
  • Conocimiento Racional Superior (Sabiduría): Es el auténtico conocimiento filosófico. Se encuentra en el interior del hombre mismo, en la presencia de Dios. A través de él, se descubre la verdad y se alcanza la tranquilidad.

Iluminación Divina y Verdades Eternas

Las ideas residen en la mente de Dios, y su conocimiento solo es posible mediante la iluminación divina. Así como el sol permite la visión en el mito de la caverna de Platón, para San Agustín es la luz de Dios la que posibilita el conocimiento de las ideas.

Relación entre Razón y Fe

Para San Agustín, la razón y la fe deben apoyarse mutuamente. La filosofía prepara el camino para la fe, y una vez alcanzada la verdad de fe, esta guía e ilumina a la razón, evitando errores. Si la ciencia contradice la fe, es necesario revisar los juicios científicos en busca del error.

Antropología: Dualismo

San Agustín concibe al ser humano como un compuesto de cuerpo y alma. El alma, de naturaleza espiritual, define al hombre y rige el cuerpo, que es material. El alma realiza funciones cognoscitivas, siendo la más importante la de la razón superior, cuya finalidad es la sabiduría. También se le atribuyen las funciones de memoria y voluntad. A veces, el alma no puede dirigir al cuerpo debido al pecado original. San Agustín afirma la inmortalidad del alma, argumentando, como Platón, que su simplicidad la hace indestructible.

Creacionismo y Generacionismo

San Agustín se debate entre el creacionismo (Dios crea el alma al nacer cada ser humano) y el generacionismo (el alma se transmite de padres a hijos). El creacionismo dificulta la explicación del pecado original, mientras que el generacionismo plantea problemas sobre la unidad y simplicidad del alma individual.

Teología

La existencia de Dios es fundamental en la filosofía agustiniana. El fin del ser humano es la visión de Dios, que se alcanza en la otra vida mediante la gracia divina. San Agustín busca a Dios en el interior de cada hombre y argumenta que el orden del mundo implica la existencia de un ser supremo ordenador.

Creacionismo y Ejemplarismo

San Agustín adopta la teoría del ejemplarismo, según la cual las esencias de las cosas creadas preexisten en la mente de Dios como modelos. Esta teoría se inspira en el mundo de las ideas de Platón y en la teoría de las rationes seminales. El mundo se compone de seres con distintos grados de perfección, desde el mero existir hasta el entender.

Moral

Para San Agustín, el fin de la vida es la felicidad, que se alcanza plenamente con la visión beatífica de Dios tras una vida virtuosa. La gracia de Dios es necesaria para lograr este objetivo. San Agustín distingue dos tipos de mal: el mal físico (sufrimiento) y el mal moral (pecado). El mal físico es consecuencia del pecado original, mientras que el mal moral consiste en la acción voluntaria contra la ley de Dios. El mal moral procede de la libertad humana.

Libre Albedrío

San Agustín defiende la primacía del libre albedrío. La voluntad es el motor de nuestras acciones, y su bondad o maldad depende de la aceptación o rechazo de la ley divina. El ser humano puede conocer y querer la ley eterna. Actuar contra ella conduce al mal, mientras que obrar de acuerdo con ella lleva a la felicidad.

Santo Tomás de Aquino (1225-1274)

Contexto

Santo Tomás nació en Nápoles en 1225. Estudió en el monasterio de Montecasino y en la Universidad de Nápoles, donde se formó en la filosofía aristotélica. Ingresó en la orden de los dominicos, a pesar de la oposición de su familia. Fue profesor en la Universidad de París. Vivió en una época de transformaciones económicas, sociales y políticas que condujeron al feudalismo. El siglo XIII se caracterizó por el desarrollo de la filosofía escolástica, donde la corriente agustiniana perdió fuerza frente a la tomista, inspirada en Aristóteles.

Metafísica

Esencia y Existencia: Necesidad y Contingencia

Los seres contingentes podrían no haber sido creados, su existencia no es necesaria. Dios, en cambio, es el ser necesario, aquel que necesariamente existe por ser principio y causa de los demás seres.

Diferencia entre Materia y Forma (Aristóteles vs. Santo Tomás)

Para Aristóteles, la esencia se identificaba con la forma. Para Santo Tomás, la esencia de los seres contingentes incluye la materia, ya que, al ser creados, deben tener materia. La esencia de los seres espirituales, en cambio, se identifica solo con la forma.

Gradación de los Seres

El mundo tomista se estructura entre dos extremos: el acto puro (Dios) y la pura potencia (materia prima). Los seres corpóreos se componen de materia y forma, mientras que los seres espirituales son solo forma. En la cúspide se encuentra Dios, el ser subsistente, acto puro que contiene todas las perfecciones.

Teología

Existencia de Dios

Para Santo Tomás, la existencia de Dios es evidente en sí misma, pero no para la razón humana limitada. Por ello, se apoya en la razón y la experiencia sensible para demostrar la existencia de Dios (argumentos a posteriori). Rechaza el argumento ontológico de San Anselmo, considerándolo un paso ilegítimo de lo ideal a lo real.

Las Cinco Vías

Santo Tomás utiliza cinco vías para demostrar la existencia de Dios:

  1. Movimiento: Todo lo que se mueve es movido por otro. Debe existir un primer motor inmóvil (Dios).
  2. Causalidad Eficiente: Todo fenómeno tiene una causa. Debe existir una primera causa eficiente, causa de sí misma (Dios).
  3. Contingencia: Si todos los seres fueran contingentes, no existiría ninguno. Debe existir un primer ser necesario (Dios).
  4. Grados de Perfección: La existencia de distintos grados de perfección implica un modelo supremo (Dios).
  5. Finalidad: Los seres actúan con un fin. Debe existir un ser inteligente que ordena todas las cosas naturales hacia su fin (Dios).

Epistemología

Conocimiento Sensible

El conocimiento comienza con la experiencia sensible. Los objetos influyen en los sentidos, generando una reacción en la que participan el alma y el cuerpo.

Conocimiento Intelectual

El entendimiento elabora conceptos universales a partir de la percepción sensible mediante la abstracción. Participan dos facultades: el entendimiento paciente (recibe imágenes sensibles) y el entendimiento agente (abstrae lo común para formar la especie inteligible).

Conocimiento de los Seres Inmateriales

Para conocer seres inmateriales (ángeles y Dios), Santo Tomás propone dos vías: la vía de la negación (separar de Dios todo lo que implica limitación) y la vía analógica (afirmar en Dios las perfecciones de las criaturas, elevándolas al infinito).

Razón y Fe

La razón y la fe son autónomas e independientes, pero colaboran. La razón ayuda a la fe en la teología, y la fe evita errores en el uso de la razón.

Antropología

El ser humano es un compuesto de alma (forma) y cuerpo (materia). El alma es principio vital y de conocimiento. Santo Tomás rechaza la idea platónica del cuerpo como cárcel del alma. El hombre es una única sustancia compuesta de alma y cuerpo.

Facultades del Alma

El alma tiene tres facultades:

  • Vegetativa: Nutrición y crecimiento.
  • Sensitiva: Sentidos externos y deseo sensitivo.
  • Racional: Entendimiento (agente y paciente) y voluntad (deseo intelectual).

Inmortalidad del Alma

Santo Tomás defiende la inmortalidad individual del alma. El alma es una sustancia inmaterial, inmortal, única, creada por Dios, y dotada de entendimiento y voluntad.

Ética

Felicidad como Visión Beatífica de Dios

Todas las acciones humanas tienden a un fin último: la felicidad. El hombre, dotado de libertad, puede elegir dirigirse o no hacia el bien, pero no puede decidir qué es el bien. El fin último es Dios, y la felicidad consiste en la visión beatífica de Dios. Para alcanzarla, el hombre cuenta con las virtudes, la ley y la gracia.

Ley como Ordenación de la Razón

La ley es una ordenación de la razón dirigida al bien común, promulgada por una autoridad legítima. Santo Tomás distingue tres tipos de ley: eterna, natural y positiva. La ley natural tiene tres preceptos: conservar la vida, procrear y educar a los hijos, y buscar la verdad y la justicia social.

Virtudes Morales e Intelectuales

Las virtudes son hábitos que perfeccionan al sujeto y su acción. Las virtudes intelectuales potencian el entendimiento teórico, mientras que las virtudes morales conducen a la excelencia en relación con los apetitos sensibles y racionales. Las virtudes están relacionadas con la ley natural.

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