La Filosofía de Tomás de Aquino
Metafísica
La Existencia
Al contrario que Aristóteles, que basaba la creación en una materia prima tal y como nombra en su teoría de la sustancia, Tomás de Aquino se basa en la existencia para explicar la realidad, y así defender la existencia de Dios que, según él, crea la realidad desde la nada. Esto provoca la diferenciación entre esencia y existencia como términos que se unen para dar el ser, pero que normalmente conviven por separado. La existencia se define como un acto continuo de creación que determina la creación del ser.
Dios, Acto Puro de Existir
Al contrario que la creación del ser, Dios se define como el acto de existir mismo y conforma el objeto último de la metafísica, que explica a Dios como creador del ser y cuya esencia y existencia le permiten llevar a cabo un acto puro e ilimitado.
Jerarquía Ontológica de la Realidad
Así pues, la existencia también es importante a la hora de realizar una jerarquía ontológica, en la que Dios se sitúa en la parte superior y, descendiendo, se sitúan los seres inmateriales (ángeles para Tomás de Aquino) y materiales (unión de esencia y existencia conformando el ser). El ser humano se encuentra en la mitad de la jerarquía, que posee cuerpo y alma inmortal.
Demostración de la Existencia de Dios (Las Vías)
Toda esta existencia y esencia que envuelve a los seres y a Dios se resume en una teología racional que busca la compatibilidad con la filosofía. Un ejemplo es la teoría de San Anselmo, que busca la aceptación de la existencia de Dios mediante el análisis de los pensamientos de las personas y la idea que poseen sobre Dios, que ya indica la aceptación de dicho término, lo que precede a la aceptación de que Dios existe. Esta teoría es criticada por Tomás de Aquino, que expresa sus discrepancias hacia la posibilidad de saber la existencia de Dios por parte del ser humano debido a que este obtiene la sabiduría a través de los sentidos. Pero para lograrlo, Tomás dicta cinco vías de acceso al saber de la existencia de Dios:
- La del motor inmóvil: explica que lo que se mueve es debido a la acción de otro objeto y aquello que no llegará a moverse es Dios. Se apoya en teorías de Aristóteles.
- La de las causas eficientes: explica que una causa es debida a otra anterior; aquello que sea una causa primaria será Dios.
- La de los seres contingentes: explica que todo proviene de un ser incontingente que es la base de todo y al que se denomina Dios; los demás seres contingentes son aquellos que tienen una existencia determinada.
- La de los grados de perfección: explica que aquel ser de total perfección es el denominado Dios.
- La del orden en el mundo: explica que el ser que dirija las demás cosas es el denominado Dios.
Esto concluye con la descripción de un Dios perfecto que rige el mundo y que es expresado en la metafísica de Tomás de Aquino.
La Metafísica Tomista en la Historia
Guillermo de Ockham separa en el siglo XIV, en el movimiento escolástico, la fe y la razón, lo que provoca cambios en la escolástica y el tomismo. Posteriormente, en la Ilustración, estos dos movimientos decaen mucho, aunque en el siglo XX siguen poseyendo algunos apoyos como Gibson y Maritain.
Teoría del Conocimiento
Relación entre Razón y Fe
Para Tomás de Aquino existen dos formas de acceder a la verdad: la razón y la fe, que coinciden tarde o temprano y se complementan entre sí. Rechaza la teoría de Averroes, que diferencia entre dos verdades (razón y fe) que no han de coincidir en el transcurso del tiempo. Finalmente, se llega a una teología natural en la que predomina la razón que busca verdades, aunque también está presente la fe, que obtiene verdades solo obtenibles mediante esta y que no son afectadas por la razón. Esto provoca que la filosofía venga sujeta a la religión.
El Conocimiento
El conocimiento, según Tomás de Aquino, está expuesto en el tomismo y este recopilado en la obra Sobre el Alma escrita por Aristóteles. El tomismo explica un conocimiento proveniente de los sentidos, de los que se obtienen los elementos. También se explica el conocimiento intelectual, que proviene de la experiencia y los sentidos y que nos permite conocer las cosas. Este conocimiento posee una relación (adecuación) entre lo material y el entendimiento; así se puede explicar el conocimiento según Tomás de Aquino. Un ejemplo es el cuerpo y el alma en el caso de los seres humanos.
Teoría de la Abstracción
Para entender la relación entre el entendimiento y los sentidos es preciso utilizar la teoría de la abstracción, que explica que el entendimiento actúa sobre las imágenes captadas por los sentidos y, a partir de las cuales, obtiene la especie impresa inteligible, que tras ser analizada lleva a componer el concepto. La teoría de la abstracción actúa, pues, extrayendo lo universal de lo propio de cada cosa.
Entendimiento Agente y Paciente
El entendimiento es dividido en dos, según Tomás de Aquino, según las actividades que lleve a cabo: el entendimiento paciente, que permite el conocimiento universal o individual, y el entendimiento agente, que permite universalizar y que es característico del alma humana. Al contrario que los averroístas, que piensan que solo existe un entendimiento agente universal, Tomás piensa que cada alma posee el suyo. En el conocimiento se distinguen cuatro fases: la captación por los sentidos, la formación de una imagen, el entendimiento agente que universaliza y el entendimiento paciente que conoce de forma universal. El entendimiento, según Tomás, posee fallos que se van mejorando con el paso del tiempo y la sucesión de errores, al contrario que el entendimiento divino, que es perfecto.
La Crítica de Ockham y la Modernidad
Guillermo de Ockham separa en el siglo XIV, en el movimiento escolástico, la fe y la razón, lo que provoca cambios en la escolástica y el tomismo. Esto provoca la eliminación de las vías de acceso al entendimiento divino de Tomás de Aquino. Posteriormente, el empirismo rechaza, al igual que Ockham, que el conocimiento obtenga la esencia universal de las cosas y la abstracción; a este argumento se le denominará como “la navaja de Ockham”. Posteriormente, Nietzsche añade también su rechazo ante la obtención de la esencia universal a través del conocimiento. Esto concluye con la eliminación del orden en el que estaba situado el hombre.
Teoría del Hombre
Herencia del Hilemorfismo
La teoría del hombre en Tomás de Aquino está basada en el hilemorfismo de Aristóteles, al que se le ha añadido el aspecto de la creación del alma inmortal por Dios (religión). Tal y como en el hilemorfismo, el ser humano es el compuesto de cuerpo y alma, o materia y forma (dualismo), y no pueden convivir por separado, ya que se necesitan uno del otro para conformar un ser humano. Según cómo actúa el alma sobre la parte material, se distinguen tres tipos: sensitiva (muestra el mundo sensible y la captación de imágenes), vegetativa (realiza las funciones vitales) e intelectiva (produce el pensamiento y es propia del ser humano).
El Hombre en la Jerarquía Ontológica de la Realidad y Potencias del Alma
Dada la existencia de un alma en el cuerpo material del ser humano, este se sitúa en la parte intermedia de la jerarquización ontológica, donde Dios está situado en la parte superior, por debajo los seres inmateriales (ángeles para Tomás de Aquino) y después el ser humano.
Inmortalidad del Alma y su Carácter Creado
Facultades del Alma: Entendimiento y Voluntad
Para Tomás de Aquino, el alma posee las características de entendimiento y voluntad, y afectan de modo directo a la parte material (cuerpo) del ser humano. Este entendimiento y voluntad dotan al alma de una libertad de elección que influye en sus decisiones. Así pues, el alma puede conocer el bien y compartirlo mediante la voluntad. Según Tomás de Aquino, la parte de la voluntad del alma que desea el bien es Dios.
Críticas a la Antropología Tomista
Guillermo de Ockham separa en el siglo XIV, en el movimiento escolástico, la fe y la razón, lo que provoca cambios en la escolástica y el tomismo. Por esto, Ockham critica el tomismo, ya que no hay indicios para suponer que el alma es inmortal e inmaterial, basándose en argumentos razonados. También se critica el término y significado de la voluntad en el alma del tomismo, ya que, según Ockham, el entendimiento y la voluntad van siempre separados sin influir uno en el otro.