El Mito de la Caverna de Platón
Interpretación del Mito
Este texto es la conclusión del mito de la caverna en la que se explica su contenido. La frase «comparando la región que se manifiesta por medio de la vista con la morada prisión» quiere decir que la caverna se corresponde con el mundo sensible. «La luz del fuego que hay en ella (la caverna) con el poder del sol» quiere decir que el sol, que es el mundo sensible, está representado por el fuego que hay dentro de la caverna.
Las cosas de arriba representan las ideas, lo que hay fuera de la caverna.
El «ascenso y contemplación de las cosas de arriba» es el camino del alma, que va hacia el mundo inteligible.
Lo cognoscible es el mundo inteligible y lo que se ve al final es la idea del bien.
Productora de la verdad y de la inteligencia (conocimiento). «Ámbito visible» es el mundo sensible, donde está la luz y «el señor de la luz» es el sol del mundo sensible. «Ámbito inteligible» es el mundo inteligible, «productora de la verdad y de la inteligencia», es decir, causa de todo conocimiento (todo esto hablando de la idea del bien).
En «lo público» significa la política, a la que se le llama res publica. «Lo privado» es la ética, la moral. «Es necesario tenerla en vista» = conocer la idea del bien, y la conocen los filósofos; por lo tanto, los filósofos son los que tienen que gobernar para gobernar con sabiduría, y quienes conocen la idea del bien.
Teoría de las Ideas
Según Platón existen dos mundos o dos realidades:
- El mundo sensible de las cosas que captamos por los sentidos.
- El mundo inteligible o el mundo de las ideas que se conocen mediante la razón.
La verdadera realidad, la esencia de las cosas son las Ideas del mundo inteligible, mientras que las cosas del mundo sensible son meras apariencias. Estas cosas del mundo sensible están compuestas de materia y forma, mientras que las Ideas son formas puras (no tienen materia). De las cosas del mundo sensible encontramos muchas de cada clase (multiplicidad), mientras que las Ideas son una de cada clase (unidad). Las cosas de este mundo son cosas imperfectas de las Ideas perfectas que son sus modelos o arquetipos. Las cosas de este mundo están sometidas al cambio constante y son perecederas, mientras que las Ideas son inmutables y eternas.
Teoría del Alma o Antropología
Según Platón el hombre está compuesto de cuerpo y alma (dualismo). El alma es inmortal y tiene su lugar natural en el mundo de las ideas. En este mundo vive prisionera del cuerpo. Según Platón el alma tiene tres partes:
- Concupiscible, donde residen las bajas pasiones.
- Irascible, donde residen las pasiones nobles como la valentía y la justicia.
- Racional, la que se encarga del conocimiento.
La armonía en el alma se alcanza cuando la parte irascible controla a la concupiscible y somete a la racional. Cuando el alma desciende a este mundo y se encarna en un cuerpo tiene una misión que cumplir: alcanzar el conocimiento de las ideas partiendo de las cosas de este mundo. Se reencarnará tantas veces como sea necesario hasta alcanzar dicho conocimiento.
Teoría del Conocimiento o Epistemología
Según Platón el conocimiento es un proceso gradual difícil al que nos resistimos, que comienza en las conjeturas y acaba en la dialéctica o sabiduría. El grado más bajo del conocimiento son las conjeturas (conocimiento de las sombras e imágenes de los objetos del mundo sensible). El siguiente nivel es el de las creencias (conocimiento de los objetos de este mundo). Tanto las conjeturas como las creencias no son verdadero conocimiento sino mera opinión. El conocimiento o inteligencia se alcanza mediante la razón y tiene por objeto las Ideas. En su nivel más bajo están las artes o conocimiento discursivo que trata sobre las identidades matemáticas. El nivel más alto de conocimiento es la dialéctica o sabiduría, es decir, el conocimiento de las Ideas en sí mismas, que en su mayor grado conoce la Idea de Bien como origen de todo conocimiento y toda existencia.
Puesto que el alma proviene del mundo inteligible donde se encontraba contemplando las Ideas, conocer es recordar (reminiscencias) lo que ya sabía antes de beber las aguas del olvido y encarnarse en un cuerpo al bajar a este mundo.
Teoría Política
La teoría política de Platón comienza con una crítica a los sistemas políticos conocidos hasta entonces. Todos ellos, debido a sus imperfecciones, acaban degenerando en otros peores. De los sistemas conocidos Platón considera a la aristocracia (gobierno de los mejores) el menos malo. La aristocracia degenera en timocracia (gobierno de los fuertes), el ejército. Esta a su vez degenera en oligarquía (gobierno de los ricos). Cuando el pueblo se revela se establece la democracia (gobierno del pueblo) hasta que un grupo de corruptos demagogos se establece en la tiranía. Platón es especialmente crítico con la democracia en parte debido a la condena a muerte de Sócrates.
Para evitar las imperfecciones que habían llevado a los anteriores sistemas políticos al deterioro en la corrupción, Platón propone su propia utopía política: la República. En su República, Platón considera que cada ciudadano debe realizar la función para la que está más capacitado según la parte del alma que en él predomine: la parte concupiscible serán los productores (agricultores, ganaderos, artesanos), mientras que aquellos en los que predomine la parte irascible serán los encargados del mantenimiento del orden y la defensa del Estado (guardianes auxiliares: ejército y policía). Por último, aquellos en los que predomina la parte racional, es decir, los sabios o filósofos, serán los gobernantes.
Papel fundamental tiene para Platón la educación: todos los ciudadanos serán educados hasta el nivel en que permitan sus capacidades. Los más destacados se formarán en el conocimiento de las Ideas y acabarán siendo los guardianes del Estado, entre los mejores de los cuales se elegirán los gobernantes.
Para evitar la corrupción de las clases con más poder, Platón propone el comunismo (propiedad común). El comunismo se aplica especialmente a los guardianes y gobernantes que, al poseer gran poder, pueden usarlo en beneficio propio para enriquecerse. Las clases superiores no podrán disponer de propiedad privada y el estado se encargará de la manutención y educación de los hijos.
Platón no distingue entre sexos, de tal modo que cualquier ciudadano, hombre o mujer, puede desempeñar aquella función para la que esté capacitado, incluido el gobierno.