Comparación entre la concepción de la realidad de Ortega y Gasset y Descartes

Relación de la temática con la filosofía cartesiana y su vigencia

La concepción de la realidad y la verdad según Ortega y Gasset en contraposición al racionalismo cartesiano

En el texto, Ortega y Gasset expone su concepción de la realidad y la verdad criticando la tradición racionalista de la filosofía occidental. Para comprender esta crítica, es útil compararla con la posición de Descartes, máximo exponente del racionalismo.

La verdad cartesiana: evidencia, claridad y distinción

Para Descartes, la verdad se identifica con la evidencia: solo es verdadero aquello que se presenta con total claridad y distinción. Esta evidencia se alcanza mediante la duda metódica, un proceso riguroso que elimina cualquier creencia susceptible de duda. La verdad cartesiana, inmune a la duda, se basa en ideas claras y distintas, ligadas al método y a la certeza.

El método cartesiano: un nuevo criterio de verdad

La preocupación metodológica de Descartes surge de la necesidad de un nuevo criterio de verdad que sustituyera a la autoridad y a los razonamientos silogísticos de la Escolástica, la cual basaba sus premisas en la fe o en la autoridad de Aristóteles y la Iglesia. Descartes, en cambio, defiende un criterio basado en la razón, tomando como modelo el método geométrico, con sus axiomas, definiciones y demostraciones. Creía que solo los matemáticos demostraban sus proposiciones con claridad, y que los objetos físicos eran representables matemáticamente, lo que le llevó a la idea de la unidad del saber y de una razón única.

La razón única y el método: intuición, deducción, análisis y síntesis

En sus Reglas para la dirección del espíritu, Descartes plantea la unidad del saber derivada de la unidad de la razón. Para alcanzar el conocimiento verdadero, es crucial comprender la estructura y el funcionamiento de la razón. Rechazando la experiencia sensible como fuente de conocimiento por ser engañosa, Descartes distingue dos modos de conocimiento racional: la intuición y la deducción. El proceso del conocimiento se basa en el análisis, que permite la intuición de las naturalezas simples, y la síntesis, que reconstruye lo complejo a partir de lo simple. Este método, según Descartes, aplicable a cualquier ámbito del conocimiento, es el único válido.

La duda metódica y el «pienso, luego existo»

En su proyecto de reforma filosófica, Descartes aplica la duda metódica, buscando una primera verdad evidente. Esta duda no es escepticismo, sino un proceso para hallar verdades en la razón. El hallazgo del «pienso, luego existo» se convierte en el fundamento de su criterio de verdad: solo aquello que se derive con igual certeza será verdadero.

La razón como fuente de verdad y las ideas innatas

Descartes, basándose en el modelo matemático, solo acepta la verdad derivada de la razón, considerando que el ámbito de la razón se corresponde con la realidad verdadera. Esta postura lo lleva a afirmar la existencia de ideas innatas, principios no derivados de la experiencia, que sirven como base para construir el resto del conocimiento.

Vigencia del pensamiento cartesiano

A pesar de las críticas posteriores, el pensamiento de Descartes mantiene su vigencia en la actualidad. Su énfasis en la razón y el método científico, así como su búsqueda de una verdad fundamentada, siguen siendo relevantes para la filosofía y la ciencia contemporáneas.

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