El Conocimiento Humano: Una Perspectiva Filosófica

El Hombre como Ser Racional

El hombre, como ser racional, se caracteriza por su apertura al mundo exterior e interior. No puede existir plenamente sin relacionarse con su entorno. Si bien otros seres vivos también necesitan relacionarse, en el hombre esta necesidad se manifiesta con una riqueza de formas y posibilidades única. El conocimiento juega un papel instrumental en la vida del hombre, sirviendo a sus fines esenciales. Es una herramienta para vivir, satisfacer sus necesidades y alcanzar su máximo potencial. El conocimiento impulsa el proceso de desarrollo humano en dos aspectos básicos: la supervivencia y la realización personal, desplegando su humanización. Además de su función vital, el conocimiento permite la participación del hombre en la cultura, convirtiéndolo en creador y promotor de bienes culturales. Así, el conocer se presenta como un instrumento eficaz para el enriquecimiento personal y el desarrollo social.

Diferencias entre el Hombre y los Animales

Los animales no aprecian las cosas en su esencia, sino que las reducen a sus necesidades de supervivencia. El ser humano, en cambio, va más allá, estudiando y comprendiendo la naturaleza. Una capacidad distintiva del hombre es el pensamiento abstracto, la posibilidad de ceñirse a ideas y sus relaciones. Mientras que el conocer se liga a la búsqueda de la verdad, el conocimiento se refiere a la verdad hallada.

Los Filósofos

Aristóteles

Aristóteles define el conocimiento como la captación inmaterial de la realidad mediante la mente y el pensamiento. Distingue dos niveles: el sensible y el racional. Los sentidos nos proporcionan la información básica de la realidad, la experiencia de las cosas. La racionalidad, o inteligencia, nos permite comprender esa realidad.

El conocimiento sensible consiste en la percepción de la realidad a través de los sentidos externos e internos. Los sentidos externos nos proporcionan las propiedades de las cosas, requiriendo un estímulo externo. Los sentidos internos retienen y ordenan los datos de los sentidos externos: la memoria almacena y ubica las sensaciones en el tiempo y espacio, el sentido común las unifica, la imaginación las combina creativamente, y la estimativa las valora según las necesidades vitales.

Aristóteles sostenía que el conocimiento sensible solo capta realidades sensibles y particulares. Sin embargo, la razón nos permite desarrollar el conocimiento racional, que nos permite hablar de cosas en general, como objetos o conceptos.

Descartes

Descartes, iniciador de la filosofía moderna y fundador del racionalismo, consideraba que los sentidos no son fiables, ya que las sensaciones a menudo nos engañan. Rompiendo el equilibrio entre sentidos y razón establecido por Aristóteles, Descartes defendía que el conocimiento basado en la razón es el único válido. A esto se suma su creencia en las ideas innatas, a partir de las cuales la razón, sin ayuda de los sentidos, descubriría todas las demás verdades. Su famosa frase «pienso, luego existo» resume esta idea.

Empirismo

El empirismo, desarrollado en las Islas Británicas con figuras como John Locke y David Hume, defiende lo contrario al racionalismo: los sentidos son fiables y la fuente de todo conocimiento. Más allá de la experiencia sensible no podemos ir. No existen ideas innatas. La única realidad cognoscible es la empírica, captada por los sentidos. La razón solo puede conocer basándose en los sentidos. La razón trabaja con ideas simples, copias de sensaciones, e ideas complejas, asociaciones de ideas simples.

Kant

Kant integra sensibilidad y razón. La sensibilidad es pasiva, recibiendo impresiones sensoriales y situándolas en el espacio y el tiempo. El entendimiento es activo, aplicando conceptos a las impresiones recibidas por la sensibilidad. Kant diferencia entendimiento y razón. La razón relaciona los juicios formados por la unión de sensibilidad y entendimiento.

Grados del Conocimiento Humano

El conocimiento humano combina dos planos: el subjetivo y el objetivo.

  • Opinión: El sujeto considera algo verdadero sin seguridad. Objetivamente, no hay justificación racional sólida. Subjetivamente, el sujeto no está convencido.
  • Creencia: El sujeto está convencido de la verdad de algo, pero sin justificación racional.
  • Saber: Opinión fundamentada subjetiva y objetivamente. El sujeto está convencido y tiene razones para convencer a otros. Implica poder justificar la verdad ante los demás.

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