Crítica de la Razón Pura
Juicios, Espacio y Tiempo, Categorías
Todo conocimiento se reduce a juicios. El conocimiento auténtico se da en los juicios, síntesis de una intuición y un concepto. La lógica tradicional clasifica los juicios en analíticos y sintéticos.
- Analíticos: Aquellos cuyo predicado está contenido en el concepto del sujeto. Son universales y necesarios, se emiten sin temor a errar y no necesitan comprobación empírica.
- Sintéticos: Aquellos cuyo predicado no está incluido en el concepto del sujeto, sino que se une o añade a él, haciendo progresar nuestro conocimiento.
Otra distinción corresponde a los juicios a priori y a posteriori. A primera vista, los analíticos parecen a priori (obtenidos por análisis del concepto) y los sintéticos, a posteriori. Sin embargo, existen juicios sintéticos a priori. Las ciencias puras se basan en el espacio y el tiempo, que no son realidades en sí, sino formas de nuestra sensibilidad. El mundo exterior envía al sujeto un caos de sensaciones, que al ser recibidas se ordenan en los moldes de espacio y tiempo, resultando el conocimiento fenoménico, único posible para el hombre.
El espíritu humano no se limita a captar sensaciones, sino que las agrupa para formar objetos. A la elaboración de nuestro conocimiento contribuyen las categorías del entendimiento. El caos de sensaciones, ordenado espacio-temporalmente, da lugar al mundo fenoménico. Las categorías están en el entendimiento y, junto con el espacio y el tiempo, deforman la realidad en sí. Kant deduce las categorías de las diversas clases de juicios que distingue la lógica tradicional: cantidad, cualidad, relación y modalidad.
Crítica de la Metafísica
La metafísica tradicional estudia el hombre, el mundo y Dios. Kant aborda estas cuestiones con la dialéctica trascendental. El conocimiento es una síntesis de sensaciones y formas del sujeto. En el supuesto conocimiento metafísico falta el elemento sensible, ya que Dios, el alma y el mundo como unidad no son patentes a nuestros sentidos. Kant se declara agnóstico: el acceso a Dios por vía tradicional es imposible. La metafísica no es posible como ciencia especulativa. «Para dejar lugar a la creencia, tuve que suprimir el saber.»
Crítica de la Razón Práctica
La Ética de Kant
La razón tiene un uso teórico y otro práctico, influyendo en la voluntad. Solo la sensibilidad nos indicaría qué querer, siendo las reglas de acción empíricas y contingentes. Kant busca el fundamento de la ética, identificando el contenido de la ley moral. La voluntad es el único bien incondicionado, del que no puede hacerse un mal uso. Su adecuación al deber es el único fundamento de la voluntad: la voz de la razón o imperativo categórico.
Postulados de la Razón Práctica: Libertad y Existencia de Dios
Nuestra certeza sobre estos temas es de orden práctico: debemos pensarnos con fe racional práctica como libres, dignos, capaces de puro respeto al deber. No se anula la crítica de la razón pura; nunca sabremos si somos libres. Esta es la nueva metafísica de fuente práctica: un postulado irrenunciable. Debemos postular también la existencia de Dios, garante de la esperanza moral de que el mal no triunfará. Esta certeza no se puede comprobar empíricamente.