Contexto
Europa en el siglo XIX
Nietzsche nació en 1844 en Alemania, un siglo caracterizado por su filosofía de sospecha, de buscar el fondo de las cosas. Fueron considerados filósofos de sospecha Nietzsche por su vitalismo junto al marxismo y el psicoanálisis de Freud. Durante la segunda mitad de este siglo, Nietzsche desarrolla su actividad filosófica y Europa estaba dominada por una corriente, el positivismo. El positivismo es una corriente creada por Auguste Comte y desarrollada por Stuart Mill y Spencer con rasgos del empirismo inglés, fenomenismo de Kant y la idea de progreso de la Ilustración, y caracterizada por el uso de la ciencia para llegar a un conocimiento válido, por su crítica a la metafísica y por la creencia de un progreso ilimitado de la sociedad. En esta corriente influyó el desarrollo de la ciencia creando grandes teorías científicas, como la teoría de la evolución de Darwin. Nietzsche, seguidor de la filosofía de Schopenhauer y de la clásica griega, que revolucionó el concepto de filosofía de Platón que predominaba en occidente. En los comienzos del nuevo siglo, Europa estuvo influida por ideologías nacionalistas e imperialistas que en pocos años tuvieron un trágico final común: la Primera Guerra Mundial. Nietzsche en esta época tuvo la capacidad de adivinar lo cerca que estaban las catástrofes que cambiarían los valores y el modo de vivir de los europeos del siglo XX.
Relación con Platón
Diferencias y similitudes
El pensamiento de Nietzsche es muy distinto al idealismo racional de Platón. Nietzsche es un gran conocedor del pensamiento griego, del que se convertirá en un gran crítico posteriormente.
Hay rasgos comunes en el estilo literario de ambos autores. También es común en ambos autores la defensa de la existencia, aunque desde perspectivas diferentes. En el caso de Platón es una aristocracia del conocimiento (los más sabios son quienes deben gobernar la sociedad) y en el caso de Nietzsche de una aristocracia de los creadores de nuevos valores (el superhombre se rige por la “moral de los señores”). Cuando Platón recurre al “mito de la caverna” para decir que son muy pocos los que tienen acceso al conocimiento de la auténtica realidad (el Mundo de las Ideas), Nietzsche, por su parte, critica el dogmatismo platónico por considerarlo el error de la base de la cultura occidental. Platón y Nietzsche representan dos modos contrarios de entender la realidad. Según Nietzsche, con Platón se inició el predominio de todo aquello que es lógico y racional, es decir, comenzó el error.
Crítica a la metafísica platónica
La metafísica platónica parte de la existencia de dos mundos: el de las Ideas y el sensible. Según Nietzsche, esto no es más que «egipticismo».
El cristianismo, para Nietzsche, no es más que un platonismo para el pueblo que ha creado una “moral de esclavos” que fomenta el resentimiento contra la vida. Frente a ésta, Nietzsche crea la «moral de los señores», propia del superhombre, moral de superación y afirmación de la vida.
Apolo y Dionisio
El origen de la tragedia
En la primera obra de Nietzsche, «El origen de la tragedia», afirma que la tragedia clásica nos muestra: el espíritu dionisíaco (del dios Dionisio) que contiene los valores de la vida y el espíritu apolíneo (del dios Apolo) que contiene los valores de la razón. Nietzsche muestra y mantiene la oposición inconciliable entre la vida (espíritu dionisíaco) y la razón (espíritu apolíneo). Dice que el arte trágico es una valiente y sublime aceptación de la vida, un sí a la vida, a pesar del dolor que causa. Nietzsche se convirtió en el gran defensor de la actitud dionisíaca de aceptación de la vida tal como es, con el dolor y la muerte que causa, y en el gran crítico de la actitud de renuncia a la vida, actitud que inició Sócrates y asumió el pensamiento cristiano.
La muerte de Dios
El nihilismo
El nihilismo es la situación en la que se encontraba occidente tras la destrucción de los valores platónicos-cristianos que tenían. El Dios cristiano ha dejado de influir en la sociedad a la hora de decir lo que es bueno y lo que es malo, sin posibilidad de que, en libertad, podamos decidir. Nietzsche cuando dice que Dios ha muerto, se refiere a la muerte de valores religiosos-culturales del cristianismo y platonismo. Ahora hay que mirar hacia el propio ser humano. Hay que cambiar los valores y la forma de valorar con el objetivo del superhombre, que con su nueva forma de valorar superará el nihilismo.
Superhombre
El camino hacia la transvaloración
El superhombre debe superar el nihilismo para llegar a nuevos valores basados en la intuición. Todo lo que intensifique la vida y la haga más completa merece la pena ser vivido. Para explicar el surgimiento del superhombre Nietzsche propone tres metáforas: el camello, el león y el niño. El camello representa al hombre capaz de soportar el peso de la ley moral. El león lucha contra su último dios: la moral y los valores. El niño representa la voluntad creadora, la libertad verdadera, es el natural y sincero sí a la vida.
Voluntad de Poder
El instinto fundamental
Según Nietzsche, todos nuestros actos están gobernados por nuestros instintos. Estos instintos se reducen a uno muy poderoso: la voluntad de poder. Cada uno de nosotros tiene un deseo de poder, una voluntad de predominio sobre las cosas. La voluntad de poder es la encargada de la transmutación de los valores, de crear nuevos valores sobre la vida, la moral o la religión. No es una instancia racional, sino instintiva, que solo el superhombre es capaz de activar.
El Eterno Retorno
La repetición infinita
Nietzsche nos habla de su intuición del eterno retorno, es decir que los ciclos temporales, que comienzan y acaban constantemente, se repiten de manera infinita. Le llena de alegría y consuelo volver de nuevo a esta tierra, una y otra vez, a vivir la misma vida y así, en cada una de estas vidas idénticas, volverá a enseñar el eterno retorno de las cosas. El eterno retorno es la infinita repetición de todo aquello existente. Esta idea de Nietzsche está influenciada por la idea cristiana de resurrección, del retorno a la vida de aquello que ya ha existido.
Transmutación de los Valores
Moral del señor y moral del esclavo
Nietzsche afirma que la vida será el fundamento último de todos los valores. En algunas de sus obras analiza el origen de los valores y distingue dos morales: la moral del señor y la moral del esclavo. Dice que la primera moral que hubo fue la moral del señor, elogiaba la fuerza y la independencia y que estaba en el origen de toda cultura. Una rebelión de los esclavos cambió los valores morales creando unos valores que daban importancia a los débiles. En sus últimas obras, Nietzsche acaba con todo tipo de ídolos, con todo aquello que considera falso y que todo el mundo lo toma por verdad. Acaba con el ídolo del Estado, de la moral cristiana, de la razón, de la nueva Alemania unificada, de la ciencia y de las causas socialistas y obreras.
Crepúsculo de los Ídolos
Crítica a la filosofía occidental
Es una crítica contra todos, al mal uso de la razón que han hecho los filósofos. Los filósofos niegan que la realidad sea múltiple, niegan el movimiento, que los sentidos puedan proporcionar un conocimiento verdadero, creen en un concepto negativo como es el de Dios. Esa moral limita a los hombres al imponerles una religión que niega las pasiones y lo sensible. El lenguaje representa la gran mentira porque no tiene palabras para representar las pasiones, los sentimientos, el amor. Nietzsche critica a Platón por su mundo verdadero al que sólo acceden los sabios, piadosos, virtuosos; al cristianismo que se apoya en esta idea afirmando que solo se accede a ese mundo después de la muerte; y a Kant que afirma que el mundo verdadero se convierte en una obligación. El positivismo es el que rompe con esta idea y el superhombre es el que crea el nuevo mundo en el que habrá que acabar con la moral de los esclavos, propia del cristianismo, y crear una nueva moral de los señores, centrada en los instintos de la vida.