TEMA PRIMERO: La Teoría del Conocimiento: La Síntesis del Racionalismo y el Empirismo. El Idealismo Trascendental
La primera pregunta que ha de responder una crítica de la razón es ¿qué puedo conocer?
La respuesta obliga a señalar:
- Los principios desde los que es posible un conocimiento científico de la Naturaleza.
- Los límites dentro de los que es posible tal conocimiento.
La doctrina kantiana del conocimiento se fundamenta en dos fuentes de conocimiento:
- La sensibilidad: es pasiva y se limita a recibir impresiones del exterior (colores, sonidos…).
- El entendimiento: es activo y consiste en que produce espontáneamente conceptos e ideas sin conocerlo por la experiencia, como los conceptos de “sustancia”, “causa”, etc.
Ejemplo del Concepto de Sustancia
Tomemos por ejemplo el concepto de “sustancia” y recordemos el pensamiento de Locke, aunque por medio de los sentidos percibimos figuras, colores, olores, etc., todo el mundo dice que ve, toca, huele una rosa. Locke pensaba que es un soporte de esas cualidades, un soporte real pero que no se puede conocer.
– Según Kant, “sustancia es un concepto del entendimiento imprescindible, y si no conociéramos este concepto y no lo aplicáramos a las sensaciones, no podríamos formular proposiciones como “la rosa es roja”, ya que en todas estas proposiciones hablamos de rosa como sustancia y el color como propiedad de la rosa.
– Con influencia de Hume, Kant llega a conclusiones sobre los conceptos que el entendimiento tiene sin venir de la experiencia:
- El entendimiento usa estos conceptos para conocer, ordenar y unificar los objetos de la experiencia.
- Los conceptos no pueden ser usados para referirse a algo de lo que no tenemos experiencia sensible, como usar el concepto de “sustancia” para Dios, algo de lo que no tenemos experiencia sensible.
El Problema de la Metafísica
– En la introducción a la Crítica de la Razón Pura, Kant se interesa por el problema de la posibilidad de la Metafísica, es decir, si es posible un conocimiento científico de Dios y de la libertad e inmortalidad del alma.
Hay dos problemas que sitúan a la Metafísica en inferioridad con la ciencia: la ciencia progresa, pero la Metafísica sigue debatiendo sobre la existencia de Dios, la inmortalidad del alma, etc. Y también que los científicos se ponen de acuerdo en sus teorías mientras que los metafísicos no.
Otro problema fundamental es si es posible la Metafísica como ciencia. La solución a este problema exige cuestiones:
- ¿Cómo es posible la ciencia?
- ¿Qué condiciones hacen posible la ciencia?
- ¿Cómo investigar estas condiciones?
Para comprender el planteamiento kantiano distinguimos dos condiciones:
- Condiciones empíricas (experiencia como base del conocimiento humano).
- Condiciones a priori (son universales, necesarias y previas a la experiencia, es decir, no provienen de la experiencia sino que la condicionan. Estas condiciones a priori pertenecen a la estructura del sujeto).
Los Juicios y la Ciencia
En la pregunta ¿qué condiciones hacen posible la ciencia?, debemos saber que la ciencia es un conjunto de juicios y basta con observar qué tipo de juicios usa la ciencia e investigar las condiciones que los hacen posibles. Kant distingue cuatro juicios:
– Según si el predicado está incluido o no en el conocimiento del sujeto:
- Juicios analíticos: el predicado está incluido en el sujeto y basta con analizar el sujeto para comprender que el predicado le conviene; estos juicios no amplían nuestro conocimiento. (“Un todo es mayor que sus partes”).
- Juicios sintéticos: el predicado no está incluido en el sujeto; estos juicios amplían nuestro conocimiento. (“Todos los nativos del pueblo X miden más de 1,90”).
– Según el modo de conocer la verdad de un juicio:
- Juicios a priori: aquellos cuya verdad puede ser conocida sin la experiencia. Son universales y necesarios.
- Juicios a posteriori: aquellos cuya verdad es conocida a partir de la experiencia.
Juicios Sintéticos a Priori
Con el ejemplo (“la recta es la distancia más corta entre dos puntos”) podemos ver que existen también juicios sintéticos a priori, es decir, amplían nuestro conocimiento y a la vez son universales, necesarios y el conocimiento no procede de la experiencia. Juicios sintéticos a priori son las Matemáticas y la Física, como este último ejemplo, que es juicio de las Matemáticas, pero también en la Física existen juicios sintéticos a priori como el principio de causalidad según Kant.
Sin embargo, Hume no admite estos juicios sintéticos a priori.
La Teoría Kantiana de la Sensibilidad
– La teoría kantiana de la Sensibilidad: el espacio y el tiempo son condiciones necesarias de la sensibilidad. Para expresarlo, Kant llama al espacio y al tiempo “formas a priori de la Sensibilidad o intuiciones puras”.
Las Matemáticas son juicios sintéticos a priori porque el espacio y el tiempo son intuiciones puras.
Comprender y Entender
– Comprender lo percibido es entender, y se realiza mediante conceptos. Y distinguimos entre:
- Conceptos empíricos: proceden de la experiencia (casa, perro).
- Conceptos puros: no proceden de la experiencia, son condiciones necesarias. Esto significa que el entendimiento solo puede pensar los fenómenos (dado en el espacio y tiempo) aplicándoles estos conceptos puros, ya que no son aplicables más allá de la experiencia. Los conceptos puros han de llenarse de datos del conocimiento sensible.
La Cosa en Sí, el Fenómeno y el Idealismo Trascendental
– Como los conceptos puros no son aplicables más allá de la experiencia o del espacio y tiempo, Kant hace una distinción entre el término del objeto, que es la “cosa en sí” o “noúmeno”, y el fenómeno; esta distinción permite entender por qué Kant llama a su doctrina “idealismo trascendental”.
El idealismo es la afirmación de que el espacio, el tiempo y los conceptos puros son condiciones de posibilidad de experiencia, fenómenos.
La Dialéctica Trascendental
Kant responde en su Dialéctica Trascendental que la Metafísica no es posible como ciencia, ya que las categorías o conceptos puros solo pueden usarse en la experiencia o fenómenos.
La misión de su Dialéctica Trascendental es mostrar cómo estos errores vienen de pasar por alto la distinción entre fenómeno y noúmeno. Pero la aplicación de las categorías más allá de la experiencia es una tendencia inevitable, ya que la Razón tiende a extender su conocimiento y a hacerse preguntas acerca de Dios, el alma y el mundo.