1. La Razón Vital e Histórica en Ortega y Gasset
1.1. El Raciovitalismo
1.1.1. Concepto orteguiano de la filosofía
La filosofía no nace por utilidad, pero tampoco por capricho. Es constitutivamente necesaria al intelecto y tiene como nota el afán de buscar y capturar la verdad del todo como tal. La razón de la filosofía es la rebeldía radical frente a la pretendida inmediatez de la conciencia ingenua. Filosofar consiste en buscar al mundo su integridad, completarlo en universo, y a la parte construirle un todo donde se aloje y descanse. Con ello, el hombre busca una orientación radical en su vida para saber a qué atenerse en la realidad.
El hombre hace filosofía porque su situación es una radical desorientación y necesita saber por sí mismo, y no por otros, qué hacer y cómo vivir. Lo que es suficiente para otros tipos de conocimientos, para la filosofía es insuficiente y fragmentario. El ser fundamental del mundo es al que aspira la filosofía.
Dos características radicales:
- Por su misma esencia, no es un dato, sino justo lo que falta a todo lo presente.
- Es radicalmente heterogéneo de todo ser intramundano.
1.1.2. Crítica del realismo y del idealismo
El desarrollo de la filosofía requiere una crítica del realismo y del idealismo.
Crítica del realismo: La ciencia quiere abarcar todo el universo, pero no tiene nada que decir sobre el ser humano. La ciencia físico-matemática no ha sabido qué decir al tomar parte en problemas humanos. La razón realista (naturalista) se detiene ante la vida humana. La causa, profunda y radical, es que el hombre no es una cosa; es falso hablar de la naturaleza humana. La vida humana no es un objeto, no es una cosa, y, por eso, no tiene una naturaleza. En esta situación, el hombre se ha visto desilusionado porque se da cuenta de que lo humano se escapa de la razón físico-matemática. La razón realista sirve cuando su objeto de conocimiento sea cosa (movimiento de los astros). Pero si pretendemos estudiar el tema de la vida humana, estamos imaginando una continuidad entre dos objetos de conocimiento, como si al tratar la vida humana estuviéramos investigando una naturaleza. Esto es falso.
Crítica del idealismo: Se presenta ante Ortega como ciencias del espíritu. Contra la razón físico-matemática arremeten los espiritualistas o idealistas, contraponiendo el espíritu a la naturaleza. Este es otro error que consiste en tratar las realidades como si fuesen ideas y conceptos. El idealismo cae en la misma equivocación que el realismo: tratar las cosas o las ideas como naturalezas determinadas, perennemente constituidas.
El error común del realismo e idealismo: Ambas críticas aparecen juntas porque se trata del mismo error. Ortega dice: «(La necesidad de superar y trascender la idea de naturaleza procede precisamente de que no puede valer ésta como realidad auténtica, sino que es algo relativo al intelecto del hombre)». Tanto la naturaleza como el intelecto son relativizados por la única realidad radical, que es la vida misma.
1.1.3. El concepto de vida como realidad radical
Filosofía es el conocimiento del universo o de todo cuanto hay, pero el primer problema filosófico consiste en determinar qué elemento del universo no es dado de forma tal que escape de todo tipo de duda.
Sentido del concepto de realidad radical aplicado a la vida: Ortega encuentra esa realidad radical en la vida, la de cada uno en particular. No existe otra realidad más indubitable. El pensar tampoco es anterior a la vida: el pensamiento es un fragmento de un sujeto determinado que sencillamente vive. El acto de filosofar constituye una forma particular del vivir que supera este vivir mismo. Cualquier tipo de realidad siempre supone de antemano otra realidad que la fundamenta: nuestra vida. El pensamiento orteguiano lleva a sus últimas consecuencias el propio sentido que ya tiene la filosofía.
Teoría de la realidad: perspectiva y circunstancia: Tras el concepto de vida como realidad radical se esconde una teoría de la realidad. La explicación de esta teoría nos aclarará por qué la vida aparece como realidad radical. La perspectiva es una condición gnoseológica de lo real, puesto que la estructura de la realidad solo se nos presenta desde distintos puntos de vista que necesitan integrarse en múltiples términos. La perspectiva no aspira en modo alguno a absolutizar el mundo, sino que el mundo es una pluralidad de perspectivas. La perspectiva se encuentra obligatoriamente emparentada con una determinada circunstancia (nuestra situación en el mundo). No se trata de una circunstancia biológica, sino humana y, sobre todo, histórica.
Teoría de la realidad: el yo y el mundo: Junto a la circunstancia y a la perspectiva aparece otra realidad irrefutable: el yo. El yo no es un ingrediente más de la circunstancia, sino que dentro de esa circunstancia actúo y elaboro mi vida, mi proyecto humano. La circunstancia por sí sola no es nada, solo adquiere consistencia y radicalidad cuando la emparentamos con el sujeto. Es el personaje el que confiere carácter de mundo. Cualquier tipo de realidad se constituye como tal única y exclusivamente con respecto a la vida humana, por eso, mi vida es la realidad radical.
1.2. El hombre como ser histórico
1.2.1. Las categorías de la vida
Se trata de buscar ciertas categorías para que podamos describir y comprender la vida en su originaria y singular constitución, pues no nos sirven los conceptos y categorías de la filosofía tradicional. Pero no se trata de describir y comprender la vida en general, sino la mía. Vida tiene significado biográfico. Ortega entiende por categorías los conceptos que expresan el vivir en exclusiva peculiaridad. En toda vida hay características comunes.
- Al describir nuestra vida, se ve que consiste en lo que hacemos y en lo que nos pasa. Nada de lo que nos pasa y hacemos sería nuestra vida si no nos diéramos cuenta de ello. La vida es esa realidad única que tiene el privilegio de existir para sí misma.
- Vivir es encontrarse en el mundo. Mundo no es aquí naturaleza.
- No nos encontramos en el mundo de una forma vaga, sino concreta: estamos ocupados en algo.
- Estamos dedicados a algo para una finalidad, en vista de la cual ocupamos nuestra vida de una forma determinada. La vida es imprevista, es posibilidad y problema.
- La vida es un decidir antes que un hacer. Vida es anticipación y proyecto.
- El poder de decisión dependerá siempre de que haya o no posibilidades frente al que tiene que decidirse.
- Pero esas posibilidades no son en absoluto ilimitadas. Esto quiere decir que la vida siempre se presenta en una determinada situación. El mundo de la vida es esencialmente circunstancial.
- La temporalidad.