La Razón y la Fe en la Filosofía de Santo Tomás de Aquino

Marco Histórico, Sociocultural y Filosófico de Santo Tomás de Aquino

Santo Tomás de Aquino fue un pensador del siglo XIII, época caracterizada por el resurgimiento cultural de Europa gracias al auge de las ciudades y del comercio, el florecimiento de las artes y la fundación de las primeras universidades. A pesar de estos cambios, la estructura social seguía siendo feudal, aunque con un incipiente desarrollo de la burguesía debido a la aparición de los burgos.

Históricamente, este período vio surgir el ideal de una cristiandad universal, matizado por los intercambios culturales entre el mundo islámico y el cristiano, propiciados por las cruzadas y la labor de la escuela de traductores de Toledo. Esta escuela introdujo las obras de Aristóteles en Occidente, donde en el siglo XIII se desarrolló el saber filosófico en el marco de la escolástica. Estas obras fueron asimiladas por los pensadores cristianos, tanto en la versión radical del averroísmo latino como en la versión moderada y compatible con la fe propuesta por Tomás de Aquino.

Influencias y Repercusión de Santo Tomás de Aquino

Además de la influencia de su maestro Alberto Magno, Aristóteles fue una figura clave para Santo Tomás, de quien tomó aspectos de su ontología (teoría del ser y categorías, materia y forma), antropología (cuerpo y alma), teoría del conocimiento (a partir de la sensación, proceso de abstracción), ética (la felicidad como fin del hombre) y poética (bien común).

También recibió influencia del platonismo agustiniano, especialmente en aspectos donde la filosofía aristotélica era incompatible con el cristianismo, como los conceptos de «alma inmortal» y «grados de perfección». Sus cinco vías recogen demostraciones de filósofos anteriores (Aristóteles, Avicena, Maimónides). Su distinción entre esencia y existencia tiene origen árabe (Avicena), mientras que el concepto de «ley natural» se relaciona con la filosofía estoica. Cabe añadir la influencia de la Biblia y el pensamiento de Averroes, cuya doctrina de la doble verdad y la unidad del intelecto rechaza tajantemente.

En cuanto a su repercusión, destaca su influencia en la escolástica española de los siglos XVI y XVII, y en el concepto del «derecho de gentes». Su pensamiento, reconocido como doctrina oficial de la Iglesia católica, fue criticado por filósofos modernos como Descartes y Kant, que se opusieron a sus cinco vías. Además, su filosofía fue considerada durante mucho tiempo un obstáculo para el avance del conocimiento científico.

Pensamiento de Santo Tomás de Aquino: Razón y Fe

Santo Tomás sostiene que la verdad es única, aunque se puede conocer de dos maneras: por la razón y por la fe. La razón conoce a partir de los datos de los sentidos, mientras que la fe conoce a partir de la revelación divina. Por tanto, ambas son independientes. Las verdades de fe sobrepasan la capacidad de la razón humana y son estudiadas por la teología; no pueden demostrarse racionalmente y han de ser aceptadas porque emanan directamente de Dios. En cambio, las verdades de razón, objeto de la filosofía, pueden ser comprendidas por el entendimiento humano y son demostrables racionalmente. Existen algunas verdades que la razón puede demostrar, pero que Dios ha querido revelarnos. En estos casos confluyen la fe y la razón (como en la inmortalidad del alma y la creación del mundo), y la teología puede utilizar la razón para conocer la verdad (teología natural). La filosofía está, por tanto, al servicio de la teología, y como la verdad es única, la filosofía y la razón deben evitar conclusiones incompatibles con la fe.

Las Cinco Vías

Una de las verdades de fe, pero susceptible de demostración racional, es la existencia de Dios. Para demostrarla, Santo Tomás propone las cinco vías, que comparten la misma estructura:

  1. Parte de un hecho de la experiencia.
  2. Se aplica el principio de causalidad.
  3. Se niega la posibilidad de una serie causal infinita.
  4. Se concluye que ha de existir un ser originario, que da lugar a toda la serie: Dios.

Las cinco vías son:

  1. Por el movimiento: desde el movimiento del mundo hasta un primer motor inmóvil.
  2. Por la causalidad eficiente: desde las causas subordinadas hasta una primera causa incausada.
  3. Por la contingencia: desde los seres contingentes del mundo hasta un primer ser necesario.
  4. Por los grados de perfección: desde los grados de perfección del mundo hasta un ser infinitamente perfecto.
  5. Por la finalidad del orden cósmico: desde el orden y finalidad del mundo hasta una primera inteligencia ordenadora.

Esencia y Existencia

Para resolver el problema de la creación, Santo Tomás distingue entre esencia y existencia, es decir, entre la naturaleza de un ser (entendida como potencia o posibilidad) y su existencia efectiva (en acto). En Dios, esencia y existencia se identifican, porque su naturaleza implica existir. Los demás seres son contingentes, su esencia no implica existir y, por ello, participan de la existencia gracias al acto creador de Dios. La esencia designa el conjunto de atributos que definen a un ser, mientras que la existencia expresa el ser efectivo, de hecho, de una esencia.

Exposición de la temática y justificación desde la posición filosófica del autor

El texto aborda principalmente la epistemología de Tomás de Aquino, centrándose en la relación entre razón y fe. Como tema secundario, se encuentra la ética, al explicar el comportamiento humano en su contexto histórico.

Tomás de Aquino establece una distinción entre razón y fe:

  • Por sus contenidos: aunque ambas se dirigen a Dios, la razón se ocupa de las verdades del mundo natural, mientras que la fe se ocupa de los artículos de fe.
  • Por su método: la razón utiliza la abstracción, mientras que la fe se basa en la revelación. Sin embargo, algunas verdades son accesibles tanto por la razón como por la fe.

Tomás rechaza la doble verdad del averroísmo latino, afirmando que no puede haber contradicción entre fe y razón, ya que Dios es el autor de ambas. Si existen aparentes contradicciones, se debe revisar el uso de la razón, pues la fe, como revelación divina, no puede fallar.

Tomás distingue tres tipos de verdades:

  1. Verdades accesibles solo por la fe (artículos de fe).
  2. Verdades accesibles solo por la razón (verdades del mundo natural).
  3. Verdades accesibles por ambas (preámbulos de la fe, como la existencia de Dios).

En cuanto a la ética, para Santo Tomás la felicidad es el fin último del hombre. Esta felicidad se alcanza en la contemplación de Dios, el bien supremo. La razón regula el comportamiento humano en libertad, y Dios es el legislador supremo. La ley natural es la participación del hombre en la ley eterna. Alcanzar la felicidad requiere actuar conforme a la razón y las leyes de la naturaleza, en concordancia con la ley eterna. En esta visión, el entendimiento prima sobre la voluntad, a diferencia de la perspectiva agustiniano-franciscana, que prioriza el amor.

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