1. Contexto
1.1 Contexto Histórico
- La vida de Platón estuvo marcada por la hegemonía ateniense tras la victoria griega en las Guerras Médicas (490-479 a. C.).
- Entre los años 479-431 a. C., conocidos como el «siglo de Pericles», Atenas destacó por la plenitud de la democracia y el gobierno de Pericles, con su esplendor político, económico, militar y cultural. La democracia ateniense tenía como lema «gobierno del pueblo», pero solo se consideraba pueblo o ciudadano a los varones, libres y extranjeros, que representaban solamente entre el 10-12 % de todos los habitantes. Este 10-12 % de la población gozaba de la isonomía (igualdad de todos los ciudadanos ante la ley) y de la isegoría (igualdad de opinión de todos los ciudadanos).
- La filosofía en Atenas era muy protagonista en esta época.
- Entre los años 431-404 a. C., tuvieron lugar las Guerras del Peloponeso, donde se enfrentaron la Liga de Delos (Atenas) contra la Liga del Peloponeso (Esparta). La fuerte derrota de Atenas puso fin a su poderío, pasando a ser una ciudad más baja a nivel económico, político y militar, y se le conocería solo por su cultura.
1.2 Contexto Filosófico
1.2.1 Los Sofistas
- Sabios que enseñan la cultura y la oratoria (arte de hablar y convencer) para desenvolverse en una sociedad democrática.
- «Saber es poder»: el que sabe, puede, vence, domina.
- En Atenas se fue consolidando la democracia, que supone la participación de los ciudadanos en el gobierno.
- Los sofistas aportan:
- Un giro filosófico hacia problemas prácticos.
- Relativismo: las cosas son verdaderas según el lugar, la fecha, la cultura… Existen muchas verdades.
- Escepticismo: postura que sostiene que no podemos saber la verdad.
- Convencionalismo: algo que hemos decidido nosotros en las leyes, instituciones y normas sociales. Búsqueda del placer y el dominio del más fuerte.
- Análisis racional de la cultura. «La Ilustración Ateniense»: los ilustrados aplican la razón a todo.
1.2.2 Sócrates
- Filosofía como búsqueda de la verdad colectiva y en diálogo (conocer las virtudes). Método mayéutico.
- Se centra en la ética. Ser buena persona implica tener buenas virtudes, cualidades.
- Intelectualismo moral: conocer la virtud implica aplicarla. El pensamiento racional gobierna el comportamiento.
- Exhortación a la virtud. No hay felicidad sin virtud.
2. La Teoría de la Realidad
Completo dualismo platónico: ontología (los dos mundos), epistemología (dos modos básicos de conocimiento) y antropología (las dos partes del hombre).
2.1 Ontología
Planteamiento de la existencia de dos mundos distintos: el mundo de las Ideas y el mundo sensible.
- El Mundo de las Ideas (del ser, necesario, eterno, perfecto, etc.):
- Las Ideas para Platón son realidades auténticas, un arquetipo, universales, permanentes, perfectas e inmutables. Esto es herencia de Parménides (mundo inmutable del ser).
- Las Ideas no solo son conceptos o entidades mentales, sino que son fundamento y modelo del mundo real.
- El mundo de las Ideas está jerarquizado. En su base se encuentran las ideas de los objetos y seres del mundo sensible; posteriormente, los objetos matemáticos; y, en su cúspide, las ideas éticas y estéticas, y, finalmente, la Idea del Bien, que es fundamento de todo ser.
- El Mundo Sensible (material, cambiante, imperfecto, etc.):
- Mundo aparente sometido al devenir; no es real porque es una sombra de lo inteligible. Está formado por las cosas (objetos sensibles), que son múltiples. Existen por participación, se captan por los sentidos (sensibles), mueren, son cambiantes y son copias del mundo real.
- Estos objetos participan de las Ideas y así tienen cierta realidad, aunque sea imperfecta. Platón está influido por Heráclito (movilismo) y por los sofistas (relativismo).
2.2 Epistemología
Existencia de dos modos de conocimiento:
- El conocimiento sensible: un conocimiento concreto, particular, subjetivo y cambiante, obtenido por los sentidos del mundo material. A posteriori.
- El conocimiento racional: un conocimiento objetivo, universal, inmutable y permanente, obtenido por la razón del mundo de las Ideas. A priori.
Las verdades se pueden conocer por vías directas como la reminiscencia o anamnesis. Esto consiste en que el alma ha estado ya anteriormente en el mundo de las Ideas y puede recordarlo, de ahí la famosa afirmación de que conocer es recordar. Platón plantea que el conocimiento es innato y que no lo encontramos a través de las experiencias (sentidos). La «poda» de las pasiones (deseos que ligan al alma al mundo material) permite dirigir la razón exclusivamente a las Ideas.
Platón, para explicar esto, crea el Símil de la línea:
A-C: conocimiento sensible, doxa / B-C: conocimiento racional, episteme / A-D: conocimiento de las imágenes, sombras o reflejos de los objetos sensibles, «imaginación», eikasía / C-D: conocimiento directo por los sentidos del mundo material, «creencia» / C-E: pensamiento discursivo (matemáticas) / B-E: conocimiento de las Ideas (ciencia plena).
2.3 Antropología
Dualismo al pensar que alma y cuerpo son dos sustancias independientes temporalmente conectadas.
- Alma: inmaterial, inmortal y eterna.
- Cuerpo: material, mortal y negativo.
El alma pertenece al mundo de las Ideas. Platón cree que el alma ha caído al mundo material como «castigo», ya que el mundo material no es perfecto. En el caso de pasar por tres vidas siendo filósofo en ambas, el alma volverá al mundo de las Ideas y no volverá a ser «castigada» cayendo/bajando al mundo material.
Platón también cree en la concepción conflictual de la mente y el comportamiento humanos. Las diferentes fuerzas que intervienen en nuestro comportamiento tienen su origen en tres almas distintas: el alma racional, la irascible (fuerza de voluntad, orgullo, pasiones nobles) y la concupiscible (deseos de dos tipos: placeres y materiales).
El alma racional está conectada con el cuerpo en la cabeza; la irascible, en el pecho; y la concupiscible, en el abdomen. La espiritualidad e inmortalidad solo corresponden al alma racional, es decir, el YO de cada persona.
Teoría del Eros
Deseo – cuerpos bellos – almas bellas – cualidades bellas – Idea del Bien.
La Idea del Bien es el único objeto que puede saciar nuestro deseo de belleza y de perfección.