Análisis de la Alienación y la Lucha de Clases en la Teoría Marxista

Teoría Marxista de la Alienación y la Lucha de Clases

El Hombre y la Teoría de la Alienación

Según Marx, el hombre es un ser natural, derivado de la materia, que se realiza transformando la naturaleza para sobrevivir. Es un ser dinámico en constante desarrollo hacia su plenitud, la cual alcanza mediante el trabajo, la praxis. En este proceso, se construye a sí mismo y a la realidad. Su esencia es el trabajo, la capacidad de transformar su realidad.

El trabajador se proyecta en el objeto producido, y la realidad debería ser el fruto de la racionalidad y el esfuerzo de esa praxis, humanizando el objeto. Sin embargo, en el sistema capitalista, el trabajo no permite la praxis que crearía un mundo más humano y libre, debido a la alienación.

Esta alienación tiene un triple sentido:

  1. Enajenación (cesión de algo, en términos jurídicos).
  2. Perturbación mental (patológica, en términos psicológicos).
  3. Separación o división (en términos sociales).

Marx prioriza la alienación económica como generadora del resto. Esta se manifiesta en varias dimensiones:

  • Alienación de los productos del trabajo: Los productos se vuelven ajenos al hombre física y espiritualmente.
  • Alienación de la actividad laboral: El trabajo no se vive como propio ni sirve para el desarrollo humano; el hombre se convierte en un instrumento (cosificación).
  • Alienación de la naturaleza humana: La alienación afecta tanto al que trabaja como al que no puede adquirir los productos por falta de recursos, generando una tasación de las personas por su nivel adquisitivo.

Esto produce una cosificación de las relaciones humanas, donde los trabajadores son valorados solo como fuerza de trabajo. El salario paga la fuerza de trabajo, la praxis es un medio para el beneficio del capitalista (la plusvalía), no lo que da valor al objeto.

La plusvalía, diferencia entre el trabajo realizado y el resultado (costes de producción y precio final), aumenta la alienación cuanto mayor es. La alienación económica provoca la social, religiosa y política.

Alienación Social, Política y Religiosa

La alienación social es una alienación jurídica donde la ley respalda a los gobiernos privados. De ella surge la alienación política, basada en la artificiosidad del Estado, que encubre las contradicciones sociales y usa la fuerza para favorecer a los capitalistas.

La alienación religiosa o ideológica deforma la realidad. La ideología es una forma de conciencia deformada. La religión es una proyección del ser eterno del hombre, convirtiéndolo en Dios. El malestar social genera el sentimiento religioso, imaginando un mundo trascendente como evasión y consuelo. Marx la considera negativa porque lleva a la resignación en vez de a la aceptación de la realidad, llamándola «el opio del pueblo».

La ideología, conjunto de ideas que justifican el orden social, es dominada por la clase dominante, presentando sus intereses como generales y valores históricos como naturales. Así, potencia la cohesión social en la estructura de explotación, tergiversando el pensamiento.

La Revolución del Proletariado

Para Marx, la lucha de clases en la sociedad capitalista, con dos clases antagónicas, es necesaria para la aniquilación de la burguesía y el fin del capitalismo. El cambio al comunismo no es abrupto, sino que tiene fases:

  • Conciencia de clase del proletariado.
  • Dictadura del proletariado: Existe diferenciación de clases, pero no propiedad privada. Es el paso previo a la supresión definitiva de las clases. El proletariado, como clase dominante, se apodera de los medios de producción.
  • Sociedad comunista: Sin elementos represores, desaparecen los antagonismos, el Estado, la religión, las clases y la ideología. Se generaliza la acción y la propiedad. La superestructura desaparece gracias a la actividad práctica del hombre.

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