Razón y Fe en San Agustín y Tomás de Aquino: Influencia Aristotélica

San Agustín de Hipona: Razón y Fe

La preocupación ideológica de la Edad Media fue la relación entre teología y filosofía, es decir, entre las visiones reveladas al hombre por la gracia de Dios y las visiones que éste puede alcanzar por sí mismo. San Agustín da prioridad a la fe. Sin embargo, le da gran importancia a la razón: creer para entender, entender para creer.

Creer para Entender

Tener la fe para poder usar adecuadamente la razón. La admisión de los dogmas cristianos es condición necesaria para poder llegar no solo a comprender a Dios, sino todo lo creado.

Entender para Creer

No es una fe ciega, tiene que apoyarse en el discurso racional, ya que éste, si es correcto y no se aparta de la verdad, estará en pleno acuerdo con la fe. La función de la filosofía era ser la sierva de la teología: la filosofía debía aclarar, pero no descubrir, la verdad. Esta era dada a través de la Revelación. Dada por Dios, era administrada por la Iglesia Cristiana. La filosofía no debía descubrir la verdad, puesto que no se puede descubrir lo que ya se conoce. La tarea de la filosofía era analizar la verdad e intentar demostrar que la verdad era necesaria. Esto debería hacerse por el placer intelectual de ver la verdad a la luz de la razón.

Tomás de Aquino: Razón y Fe

Sabio es aquel que busca la verdad y la repulsa del error, es el que se centra en el conocimiento de la verdad suprema. Esta verdad solo puede encontrarse en el mismo Dios. Al conocimiento de Dios puede la mente humana acceder por la vía racional, si bien con graves dificultades y no menores riesgos de caer en el error. Esto hace necesaria la revelación divina; aún así, la razón puede desempeñar un papel en el orden al conocimiento de la realidad natural.

Concibe todo el cúmulo de verdades a las que el hombre puede llegar en tres grandes ámbitos:

  • Verdades perfectamente asequibles para el hombre en uso de la sola razón natural, cuyo conocimiento no interviene en su salvación (los conocimientos matemáticos).
  • Las reveladas, pero que es posible también probarlas por la razón humana (pertenecen a la teología natural).
  • Las verdades que están fuera del alcance de la razón (pertenecen a la teología revelada), exceden las posibilidades de la razón humana y sin la divina revelación serían impensables para la mente de los hombres.

Existencia de Dios e Ideas Ejemplares

Prueba la existencia de Dios a partir del alma humana y su conocimiento. Poseemos verdades eternas, inmutables y necesarias: las ideas ejemplares. Estas no tienen su razón de ser en nosotros, solo las contemplamos. El espíritu del ser humano es frágil y finito, no puede ser fundamento de estas verdades. Hay que buscar una causa proporcionada: Dios. Luego está fuera de toda duda que Dios existe.

Dios es Realidad suprema, causa creadora de todo y fuente de todo lo real; absolutamente simple y espiritual, pero en su simplicidad posee en plenitud todas las perfecciones; infinito, eterno e inmutable; pensamiento supremo, fuente de todo pensamiento, verdad e inteligibilidad; Voluntad suprema (querer es poder); Bondad infinita (lo que hace es bueno); Amor sustancial (ama a su creación); Santidad máxima (no es impuro); y principio de orden moral (determina lo bueno y lo justo); belleza suprema y paradigma de toda belleza; Sabiduría y Providencia (cuida de su creación) que lo gobierna todo; nada escapa a su cuidado, ni siquiera el acto libre del hombre. La razón de la creación es la bondad divina. Toda cosa creada es buena en sí misma. Dios ha creado el mundo libremente, es acto de la voluntad divina. Todo lo creado ha tenido un comienzo, el tiempo, igual que el espacio, es criatura. Todo comenzó y todo llegará a su fin.

Dios creó cosas en estado germinal; antes existen en la materia, pero de forma potencial. Todo lo que será, de alguna manera ya es. Lo nuevo solo es el desarrollo de lo que ya estaba ahí de forma virtual.

Las Cinco Vías Tomistas

La existencia de Dios no es algo evidente por sí misma. Cinco argumentos que permiten acceder al conocimiento de la existencia de un Ser Supremo a partir de la experiencia sensible:

  1. La constatación empírica del movimiento: todo lo que se mueve es movido por otro. No puede prolongarse de manera infinita. Es necesario admitir la existencia de un primer motor inmóvil.
  2. La causalidad eficiente: observar efectos y causas producidas por otra, nada puede ser causa de sí mismo, necesaria la existencia de una causa primera incausada.
  3. La contingencia de los seres mundanos: seres contingentes no tienen en sí mismos la razón de su existencia. Cada ser dependerá de otro, por tanto, existencia de un ser absolutamente necesario.
  4. Las perfecciones no se hallan repartidas en los distintos seres del mundo, se admiten diversidad de grados. La gradación en las perfecciones implica la perfección absoluta, absolutamente perfecto.
  5. El orden que se aprecia en el universo. Este orden que se aprecia en el universo no se ha podido dar a sí mismo y que se manifiesta incluso en los seres no inteligentes. Existencia de una inteligencia creadora de orden suprema.

La Esencia de Dios

Tomás subraya la radical diferencia entre Dios y las criaturas. La creación es por lo que todo ser emana de Dios y es así llevado a la existencia. Dios no carece de nada por el hecho de que el mundo no exista; la existencia de Dios es absolutamente contingente. Distingue entre esencia y existencia. Dios es el ser necesario dado que su esencia implica su existencia. No puede ser pensado sin pensarlo como existente. En las criaturas se da la distinción entre esencia y existencia, solo existen a la acción creadora de Dios.

Todo lo que podamos decir de Dios partirá siempre de los seres que él ha creado. Por la vía de la negación, excluyendo de Dios las imperfecciones observadas en los seres creados. Esto nos permite saber que Dios es absolutamente simple y perfecto. Es acto puro, perfección suma, infinito, inmutable y eterno. Por la vía de la analogía afirmamos todo lo que vemos como positivo en las criaturas, pero elevándolo al máximo. Es impensable que la causa esté desprovista de las perfecciones halladas en los defectos.

Ética y Política: La Ley Natural

El fin último al que se dirige la naturaleza humana es la felicidad. Tomás sitúa la felicidad del hombre en la trascendencia. La bienaventuranza perfecta solo puede lograrla con la visión de la esencia divina. Es Dios mismo quien orienta todas las cosas hacia él.

Tendencias esenciales de la naturaleza humana son:

  • Mantenerse en la existencia (instinto de conservación), prohíbe el suicidio.
  • La procreación (obligaciones morales respecto a la sexualidad, el cuidado y la educación de los hijos).
  • El conocimiento de la verdad (tendencia a la vida social), requiere normas que se refieren a la justicia. Implica la obligación de perseguir el bien y rechazar el mal. Son precisos los hábitos buenos o virtuosos.

Virtudes: prudencia, justicia, fortaleza y moderación. Evitar los vicios. La convivencia social es una de las exigencias de la ley natural. Esta requiere dirección y gobierno. Una autoridad que dirija los Estados hacia el bien común es necesaria. La tarea de la autoridad es promulgar las leyes justas que encaminen a los súbditos hacia el bien común y que no entren en contradicción con la ley natural. Si falta la justicia, la sociedad jamás podrá alcanzar su pleno desarrollo y la dignidad de la persona humana se ve seriamente comprometida.

Influencia de Aristóteles en el Pensamiento de Tomás de Aquino

La actitud de Aquino ante la filosofía de Aristóteles fue enteramente positiva. El sistema de Aristóteles era compatible con la fe cristiana, ofrecía una interpretación de la realidad en sí misma valiosa y aceptable. El sistema de Tomás se articula a través de conceptos y esquemas aristotélicos.

Influencia:

  • La teoría del movimiento, potencia y acto, cambios sustanciales y accidentales.
  • La composición hilemórfica de las sustancias materiales, compuestas por materia y forma.
  • La teoría de las cuatro causas (material, formal, eficiente y final), con la consiguiente interpretación teológica de la naturaleza.

Aquino acepta la demostración aristotélica de la existencia de Dios basado en el movimiento (paso de la potencia al acto). La primera de las cinco vías tomistas. Acepta la teoría aristotélica que define a Dios como acto puro, su actualidad es raíz de su inmutabilidad y de su perfección. La diferencia radical entre la teología de Aristóteles y la de Aquino proviene de que éste acepta la creación del mundo por Dios, y aquel no la acepta. Según Aristóteles, Dios no creó el mundo, el mundo es eterno, Dios es principio del movimiento y el fin.

Acepta la definición aristotélica del alma como principio de vida, como forma y acto del cuerpo, esto le lleva a admitir la concepción hilemórfica del hombre, que constituye una única sustancia formada por alma y cuerpo. Acepta el principio aristotélico de que el fin último del hombre es la felicidad, así como que la felicidad perfecta consiste en la contemplación, actividad del conocimiento. Las normas morales se basan en la naturaleza humana, el conocimiento de esta es el punto de partida para la formulación de la ley moral natural.

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