Filosofía de Kant: Idealismo Trascendental, Ética y Política

Filosofía de Kant

Introducción

Periodos de la filosofía kantiana

  • Periodo precrítico: Interés por la ciencia (física de Newton) y filosofía, oscilando entre el racionalismo y el empirismo (Hume).
  • Periodo crítico: Elabora su sistema, el idealismo trascendental, y escribe sus grandes obras.

Influencias en el pensamiento de Kant

Su vida coincide con el pensamiento ilustrado, el empirismo, el racionalismo y las teorías científicas de Newton. La influencia de la Ilustración alemana se observa en el término «razón», que se considera la forma de aplicar los conceptos y el modo de conocer el mundo exterior. La razón debe examinarse a sí misma para hallar su propia validez, y eso se propone Kant.

Racionalismo y empirismo

Kant realiza la síntesis entre el racionalismo y el empirismo. Sus inicios fueron racionalistas, pero la obra de Hume le hizo cambiar de perspectiva: despertó del «sueño dogmático». La metafísica racionalista había construido las grandes ideas: Dios, alma y sustancias corpóreas, pero ¿cómo se demostraba su objetividad? La cuestión seguía siendo en qué se fundamenta el conocimiento, en qué se fundamentan los conceptos. Kant parece dar la razón al empirismo al afirmar que nuestro conocimiento comienza con la experiencia, pero no todos proceden de ella.

Influencia de Newton

Con Newton, la Revolución Científica llega a lo más alto. Adopta un método inductivo empirista que rechaza de plano toda explicación que no se pueda probar experimentalmente (metafísica). Esta afirmación de que no se puede ir más allá de los fenómenos tendrá gran influencia en Kant. Kant observa que la física y las matemáticas se han desarrollado más que la metafísica. Su inferioridad puede deberse a dos razones:

  1. Su imposibilidad de ser ciencia porque no cumple las condiciones.
  2. Se hizo un camino equivocado para construirla como ciencia.

Se debe analizar el camino de las ciencias (matemáticas, física) y comprobar si es posible aplicarlo a la metafísica.

Idealismo trascendental

El problema fundamental de la filosofía es averiguar si la razón es capaz de conocer. Por eso, lo primero es someter la razón a valoración para saber si es capaz de resolver los problemas que trata. El resultado es un sistema filosófico articulado en torno al análisis de la razón: el idealismo trascendental. Afirma que el objeto del conocimiento es una síntesis entre los datos de la experiencia y las estructuras de nuestra mente; esta síntesis es la forma de cualquier conocimiento. No defiende la idealidad de las cosas, sino de los fenómenos. Se articula en tres preguntas:

  • ¿Qué puedo saber? → Crítica de la razón pura.
  • ¿Qué se debe hacer? → Crítica de la razón práctica.
  • ¿Qué debo esperar? → La religión dentro de los límites de la razón.

Todas estas preguntas se pueden resumir en «¿Qué es el hombre?»

Los juicios

Clasificación

Para estudiar las condiciones que hacen posible la ciencia, Kant estudia las condiciones de los juicios en que se expresa la ciencia. Toda ciencia es un encadenamiento de juicios, una secuencia ordenada de proposiciones que constan de predicado y sujeto.

Según si dependen o no de la experiencia, los juicios se clasifican en:

  • Juicios a priori: No derivan de la experiencia, son universales y necesarios.
  • Juicios a posteriori: Derivan de la experiencia, son particulares y contingentes.

Según la estructura del juicio (relación sujeto-predicado):

  • Juicios analíticos: El predicado está contenido en el sujeto, son explicativos, no amplían información.
  • Juicios sintéticos: El predicado añade algo que no estaba en el sujeto, son extensivos, amplían información.

Para Kant, los juicios de la experiencia (a posteriori) son todos sintéticos, amplían el conocimiento, pero son particulares y contingentes, no son universales. En cambio, los juicios analíticos son siempre a priori, universales, pero no aumentan el conocimiento. Ni unos ni otros sirven para la ciencia. Kant afirma que los juicios que hacen avanzar la ciencia son los juicios sintéticos a priori: amplían conocimientos (el predicado no está contenido en el sujeto) y son universales y necesarios (son anteriores a la experiencia). Su tarea será investigar cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en las distintas ciencias y si son posibles en la metafísica.

Ética y política de Kant

Uso práctico de la razón

La negociación de la metafísica como ciencia demuestra que la razón posee límites en el campo del conocimiento. Kant se propone averiguar si hay alguna otra forma de funcionamiento de la razón que dé respuesta a su tendencia hacia lo incondicionado. La distinción entre fenómeno y noúmeno permite entender que si alma, mundo y Dios no son objetos empíricos del conocimiento, sí pueden ser ideales que organicen nuestro comportamiento. Serían objetos accesibles al uso práctico de la razón: así se ocupará de las leyes prácticas que rigen nuestra conducta y que responderán a la pregunta «¿Qué debo hacer?».

Teoría moral kantiana

«La Crítica de la razón práctica» (CRP) es el análisis de la razón como fundamento de la acción humana. Kant observa que la consecuencia moral se expresa en principios que los hombres ajustan a su conducta y en función de ellos emiten juicios morales sobre ellos y los demás. Esto es, el hecho moral y el análisis empírico le lleva a afirmar que «lo bueno» o «lo malo» no pueden ser aplicadas a las cosas, sino a la acción humana. Hay que averiguar cuál es el móvil o voluntad que determina la acción.

Éticas heterónomas y autónomas

Kant rechaza las éticas materiales o heterónomas que justifican la acción en función de alcanzar un determinado fin. Estas éticas no pueden dar nunca lugar a leyes generales. El fundamento de la moral (al basarse en la razón) tiene que ser «a priori» (vacío de contenido) e independiente de lo empírico. En esto consiste el carácter universal que Kant exige a todos los juicios. Los juicios morales tienen una obligatoriedad que impone la voluntad autónoma (independiente), por ello la ética de Kant es autónoma y formal. Solo desde la autonomía de la razón se puede hablar de conducta moral, y es universal (afecta a todos los hombres por igual) ya que dependen de la misma estructura: la voluntad.

Determinación de la voluntad

Está en su capacidad de establecer leyes prácticas, leyes morales. Se invierte el esquema de la moral tradicional: no es el concepto del bien como objeto el que determina y hace posible el concepto de bien. La voluntad solo debe obrar por respeto al deber, ha de regirse por estricto respeto a la ley: esto es lo que hace que sea voluntad buena, algo bueno en sí mismo.

Imperativo categórico

Es un mandato que expresa la ley y el deber, y es el mandato objetivo que recibe la voluntad. Pueden ser:

  1. Hipotéticos: ordenan lo que hay que hacer para alcanzar una meta o fin.
  2. Categóricos: mandan la acción sin hacer referencia a ningún fin.

En el imperativo categórico se halla la universalidad exigida por la moralidad (vale para cualquier voluntad). Es universal porque emana de la razón (igual para todos). No tiene contenido, expresa solo la forma de la ley, y es único, porque la ley es solo mandato.

Postulados de la razón práctica

En la «Crítica de la razón práctica», Kant afirma un proceso de unificación cuya meta es el bien supremo. La meta de las aspiraciones del mundo moral es la culminación y no la causa de la acción moral (se mantiene la autonomía de la moral). No se puede deducir el contenido del bien supremo a partir de datos empíricos, tiene que descansar sobre fundamentos de conocimientos a priori. Para alcanzar el bien supremo, la razón ha de postular tres principios que lo hagan posible: libertad, inmortalidad del alma y Dios. Kant los llama postulados de la razón práctica.

  • Libertad: El mundo fenoménico está regido por la necesidad, el mundo de la razón práctica está regido por la libertad. Es una propiedad de la causalidad de los seres racionales (la voluntad).
  • La inmortalidad del alma: Llegar al bien supremo es la meta necesaria de una voluntad determinada por la ley moral. Llegar a él supone la santidad (unidad de voluntad y ley moral). Esto solo es posible suponiendo la inmortalidad del alma.
  • La existencia de Dios: Conseguir el bien supremo requiere (exige) llegar a la felicidad adecuada a la moralidad, y para ello debemos suponer que hay una causa de Dios.

Los tres postulados hacen posible la ampliación del conocimiento. Pero no permiten conocer la naturaleza del alma, del mundo o de Dios. Pero estas ideas dan al conocimiento una base por la cual las ideas de la razón pura se convierten en realidad objetivas, aunque no se puede mostrar que su concepto se corresponde a un objeto.

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