Estructura de las soluciones dadas a ls probl. planteados:
Kant no discute que existan, las cosas mismas, nosotros conocemos el objeto de conocimiento.
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Cosa en si
Es el objeto en cuanto independientemente de mi conocimiento.
¿Cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en la mate?
:Nuestro conocimiento depende tanto de la contribución de la sensibilidad como de la del entendimiento:
Tienen q participar las 2 para q se pueda dar.Por lo tanto la Estética trascendental no se ocupa del conocimiento sensible, sino de las condiciones sensibles del conocimiento y pueden ser empíricas(son akellas cndiciones particulares q permiten q la sensibilidad pueda recibir representaciones) o puras/a priori(sn akellas q de manera no particular,sino universal y necesariamente posibilitan las intuiciones sensibles, es decir, espacio y tiempo hacen posibles los juicios sint a priori en la mat. La mat, compuesta como está de juicios y razonamientos la hacemos con el entendimiento, pero se ocupa del espacio (geometría) y del tiempo (aritmética, basada en la sucesión temporal).
Ahora bien, en cuanto se ocupan de espacio y tiempo, que son a priori, la mat es tb anterior a la experiencia, es un conocimiento a priori y ya q son condiciones necesarias de toda experiencia, la mat puede ser aplicada necesaria y universalmente a la experiencia.
La Analítica trascendental:solución al probl de los juicios sintéticos a priori en la física:
Conocer no es solo recibir representaciones dispersas ordenándolas en el espacio y en el tiempo.
Conocer es pensar, comprender o unificar lo recibido
Esta función de pensar, o unificar lo recibido es función del entendimiento.
Sólo entonces podemos hablar de conocimiento. La forma en la que se produce esta unificación de lo recibido es refiriendo esas intuiciones dispersas un concepto.
Las intuiciones sensibles las entendemos poniéndolas en relación con conceptos a través de juicios
De lo recibido decimos, por ejemplo, que es “una canción de Bach”, que es una “superficie dura” o que es un “pez espada”. Si no tenemos concepto al que referir lo que recibimos, en tanto no lo creemos, no tenemos tampoco conocimiento de lo que recibimos. Esto es, comprendemos lo recibido refiriéndolo a conceptos en los juicios que realizamos. El entendimiento es la facultad de los conceptos y los juicios y de ella se ocupa Kant en la Analítica trascendental. A juicio de Kant hemos de distinguir entre, por una parte, conceptos que obtenemos con posterioridad a la experiencia, los conceptos empíricos, y, por otra, conceptos puros o a priori.
Los conceptos puros son conceptos que el entendimiento produce espontáneamente sin derivarlos de la experiencia.
Los empíricos sí son derivados de la experiencia. Conceptos como “concierto de Bach” o “pez espada” son de este tipo. Los conceptos puros son las categorías.
Kant razona que como lo propio del entendimiento es unificar lo recibido en conceptos a través de juicios, habrá tantas categorías, tantas maneras de unificar, como formas o tipos de juicio haya.
Según la lógica tradicional doce son los modelos de juicio posibles, y de ahí deduce Kant que las categorías son exactamente doce. Doce son, pues, los modos en que nosotros podemos unificar lo recibido en un concepto.
Las categorías son nuestra forma de unificar lo recibido en la sensibilidad
No tenemos otra forma de hacerlo. Es a través de las categorías como conocemos, como pensamos la experiencia.
Estamos haciendo afirmaciones importantes:*decimos que son nuestra forma de unificar: con ello queremos decir que las categorías son condiciones que ponemos nosotros y no condiciones que provengan de la experiencia. Además, que hemos de aplicarlas si queremos pensar la experiencia.*su aplicación es la experiencia. Eso significa que las categorías sólo pueden aplicarse legítimamente a lo dado en la sensibilidad. Las categorías, dirá Kant, son conceptos vacíos, que han de llenarse con lo dado en la sensibilidad. En casos normales nosotros nos damos cuenta de que la experiencia es el límite de lo que afirmamos en nuestros juicios. Por ejemplo, si decimos ‘los fantasmas arrastran cadenas’, en donde aplicamos las categorías de unidad, realidad, sustancia y existencia, el uso de las mismas no produce conocimiento porque no son aplicadas a la experiencia. Otros casos son más conflictivos, en cuanto que el simple sentido común no nos advierte de su empleo ilegítimo, en cuanto que no las aplicamos a la experiencia. Este es el caso de los enunciados de la metafísica tradicional. Conceptos como sustancia, causa, existencia o necesidad, todos ellos categorías a juicio de Kant, habían servido a todas las filosofías racionalistas a lo largo de la historia para construir un saber desde estos conceptos con independencia de la experiencia. Estos mismos conceptos habían sido el blanco de la crítica de las filosofías empiristas, especialmente dura en el caso de Hume, quien, al señalar que ninguno de ellos puede provenir de la experiencia, llegaba a un escepticismo en cuanto a la posibilidad de consigamos un conocimiento científico de la realidad. Ambos tipos de análisis son desechados por parte Kant:*el de las filosofías racionalistas, por cuanto que las categorías son nuestro modo de conocer la experiencia. Es decir, no es legítimo aplicar estos conceptos a algo que no sea la experiencia como pretendían los filósofos racionalistas.*el de las filosofías empiristas, por considerar que, aunque estos conceptos no provienen de la experiencia, son producidos espontáneamente por nuestro entendimiento con anterioridad a toda experiencia. Su uso no sólo es legítimo, sino que son único modo de pensar la experiencia: no tenemos otro. Los fenómenos, lo recibido dispersamente en la sensibilidad no puede ser unificado, pensado, si no lo hacemos de acuerdo con las categorías.En consonancia con todo esto Kant señala cómo principios importantes, como el de causalidad, desechados por Hume por no provenir de la experiencia y utilizados abusivamente por lo filósofos racionalistas, son válidos en cuanto que aplicados a la experiencia, a la física, pero sólo en ese caso.
La Dialéctica trascendental y el probl de la metafísica:Ninguna ciencia es una yuxtaposición de juicios, sino que estos aparecen fundamentados unos en otros en los razonamientos.
Un razonamiento supone que el fundamento de la de verdad de lo afirmado en la conclusión se encuentra en la verdad de las premisas. Pues bien, la Razón busca fundamentar nuestros juicios (la conclusión)
en otros juicios más generales (las premisas). A su vez, las premisas pueden fundamentar la conclusión porque ellas mismas están fundamentadas; esto es, son conclusiones en otros razonamientos, los cuales han de tener sus propias premisas fundamentadoras, que serán cada vez más generales y explicativas de mayor cantidad de fenómenos.
En este proceso, señala Kant, la Razón tiende en última instancia a lo incondicionado, a traspasar los límites de lo dado en la experiencia y hablar de las cosas en sí.
Es decir, con el fin de fundamentar los fenómenos, que son objeto de conocimiento teórico porque vienen dados en la experiencia sensible, pretendemos un conocimiento de los noúmenos, de las cosas en sí, que no son objeto de conocimiento teórico puesto que no nos vienen dadas en la experiencia.
En este proceso la Razón llega a hacerse preguntas sobre el mundo, el alma y Dios. Todos los fenómenos físicos se pretenden fundamentar desde las teorías metafísicas acerca del mundo; todos los fenómenos psicológicos se pretenden fundamentar desde las teorías metafísicas acerca del alma; y todos los fenómenos, en definitiva, se pretenden fundamentar desde las teorías metafísicas acerca de Dios. Dios, alma y mundo son, según Kant, ideas de la Razón.
La idea de Dios es, además, el ideal de la Razón, puesto que, en nuestro intento de fundamentar todos los fenómenos, la idea de Dios, aunque inalcanzable a través del conocimiento, de la Razón Pura, aparece como el límite, como el ideal de tal fundamentación.
1. ¿Son posibles los juicios sintéticos a priori en la metafísica?
Y, en consecuencia, ¿puede ser la metafísica una ciencia?
La respuesta de Kant es negativa.
Las categorías sólo pueden ser aplicadas a la experiencia, a los fenómenos
Si las aplicamos haciendo juicios sobre aquello de lo que no tenemos experiencia (el mundo como un todo, el yo como una sustancia o Dios) su empleo es ilegítimo. No podemos tener conocimiento teórico sobre ellos. Esto, sin embargo, no quiere decir que no tengan importancia o sentido.
Si bien no podemos tener un conocimiento teórico de ellos, hay proposiciones metafísicas, como la existencia de Dios, que son exigencia de moralidad de nuestras acciones, que son postulados de la Razón Práctica.
2.Kant se pregunta tb x la tendencia a realizar juicios metafísicos.
La respuesta a esta cuestión podríamos resumirla diciendo que aunque sólo podemos conocer lo dado en la sensibilidad, que sólo a la experiencia podemos aplicar legítimamente las categorías, la Razón, en su actividad fundamentadora a través de los razonamientos, tiende a buscar lo no condicionado por la experiencia con el fin, precisamente, de fundamentar esa experiencia.