Marx: Crítica a Hegel y Feuerbach

Hegel afirmaba que la realidad es una construcción mental, una idea. Para él, la historia es un relato dialéctico, una construcción mental sin realidad subyacente. Marx, inicialmente influenciado por Hegel, discrepa de esta visión idealista. Se une al club de lectores de la izquierda hegeliana, pero los critica por ser «filósofos de salón». Marx busca la transformación de la realidad, no solo su interpretación.

Feuerbach, por su parte, critica a Hegel argumentando que el ser humano proyecta sus miedos en Dios. Para Feuerbach, la religión es una creación humana, una antropología. Marx, aunque influenciado por la crítica de Feuerbach a la religión, considera que este no va lo suficientemente lejos. Marx cree que la religión determina al ser humano y lo homogeniza, por lo que debe ser eliminada.

La Dialéctica Materialista de Marx

Marx retoma la dialéctica hegeliana, pero desde una perspectiva materialista. A diferencia de Hegel, Marx cree que la historia se desarrolla a partir de las necesidades materiales del ser humano (comer, respirar, etc.), lo que genera conflictos y una lucha con la naturaleza.

Critica la idea de Rousseau de un estado natural pre-social. Para Marx, el ser humano es un ser social por naturaleza, no existe una esencia individual al margen de la sociedad.

La Alienación en el Capitalismo

Marx, como humanista ateo, rechaza la religión, considerándola una forma de alienación que deshumaniza al individuo. La religión, según Marx, forma parte de la ideología que enmascara la explotación capitalista. En el siglo XIX, a pesar de la separación entre poder religioso y político, el sentimiento religioso persiste, sometiendo al proletariado.

Tipos de Alienación

• Alienación social: La burguesía, clase dominante, controla al proletariado, instrumentalizando a las personas y deshumanizándolas.
• Alienación política: Los gobiernos son prolongaciones del poder burgués, perpetuando la alienación. Marx considera que la transformación social no puede lograrse a través de las instituciones políticas existentes.
• Alienación económica: Se manifiesta en la diferencia entre valor de uso y valor de cambio. El sistema capitalista asigna a los productos un valor de cambio que no se corresponde con su utilidad real. La plusvalía, la diferencia entre el valor producido por el trabajador y el salario que recibe, es un ejemplo de esta alienación. El obrero se siente alienado porque:
  • El producto de su trabajo no le pertenece.
  • Es tratado como una pieza más en la cadena de producción.
  • Se siente separado de la naturaleza.

Esta alienación bajo el sistema capitalista lleva a Marx a llamar a la conciencia de clase: «Proletarios del mundo, ¡uníos!».