El Ser Humano: Una Exploración Filosófica de Cuerpo, Mente y Persona

1. Cuerpo y Alma

Cerebro y Mente

La relación entre el alma y el cuerpo ha sido una de las cuestiones más debatidas. Por “cerebro” se entiende el órgano principal del sistema nervioso, por lo que su referencia última es la dimensión corporal; por su parte “mente” denomina esa otra dimensión intelectual, afectiva, volitiva, psíquica y espiritual que tenemos los humanos.

Cuando se trata de contestar a la pregunta ¿es el cerebro el que da origen a nuestra mente o es sólo un instrumento del que se sirve una entidad superior a la que solemos llamar “mente”? existen varias posturas:

  • Los avances de la inteligencia artificial comparan el cerebro humano con un ordenador potentísimo, que algún día seremos capaces de construir.
  • La ingeniería genética posibilita la modificación de la información de las células embrionarias y por lo tanto cambios en las características de la persona antes de que nazca, entonces ¿será nuestra mente sólo una manifestación del cerebro que ya estaba recogida en esa información que hay en nuestros genes?
  • Las creencias religiosas, agnósticas y ateas siguen planteando la posibilidad de la existencia de un alma que pueda sobrevivir a la muerte del cuerpo.

Teorías sobre el Cerebro y la Mente

Teorías Monistas Materialistas

Sólo admiten una realidad material (el cerebro) y explican el psiquismo humano (la mente) como una consecuencia del gran desarrollo de nuestro cerebro. Hay varias variantes:

  • Materialismo Fisicalista o Fisicalismo: sostiene que las actividades mentales sólo son procesos fisicoquímicos o neurofisiológicos. Los que se oponen a esta postura la llaman “reduccionismo fisicalista” porque reduce los fenómenos mentales a los físicos haciendo una simplificación excesiva.
  • Materialismo Cibernético: afirma que el cerebro no es más que un complicado ordenador, por lo que el ser humano vendría a ser un autómata consciente.
  • Materialismo Emergentista: considera que lo mental no se reduce a lo físico pero si emerge (surge) evolutivamente de lo físico. Según esta teoría, solo existe la materia que a través de una larga evolución ha adquirido diferentes propiedades, articulándose en diversos niveles como el fisicoquímico, el biológico y el mental.

Teorías Dualistas

Afirman que el ser humano está compuesto de dos elementos, una material como es el cuerpo y otro inmaterial como es el alma (cerebro/mente, cuerpo/alma). Hay cuatro versiones:

  • Dualismo Platónico: afirma que la unión alma/cuerpo es accidental, pues en realidad el alma es inmortal e inmaterial, ya existía antes de unirse al cuerpo y constituye el verdadero ser humano. El alma es el principio vital del cuerpo, y su función más propia es el conocimiento el cual obtiene mediante la contemplación del mundo de las ideas o mundo inteligible. Por su parte el cuerpo es material y mortal, es la prisión del alma durante la vida terrena y hace que el hombre esté cargado de necesidades (comer, beber, etc.) y deseos materiales (riqueza, lujo, posesiones, etc.) que lo alejan del verdadero mundo de las ideas.
  • Hilemorfismo: Aristóteles pensaba que el alma y el cuerpo son dos principios complementarios e inseparables de una única realidad o sustancia que constituye al ser humano. Estos principios sólo son separables en la imaginación, pues en la realidad siempre van unidos. El cuerpo es la base material (hyle) y el alma es la forma (morphé) sustancial del ser humano, de ahí el nombre de hilemorfismo. El alma proporciona al cuerpo vida, sensación, movimiento, habla y pensamiento, pero como no pueden existir separados, era difícil defender que el alma es inmortal; para ello Aristóteles postuló que los seres humanos poseemos un nous (mente o intelecto) que es separado, inmortal y eterno.
  • Tomás de Aquino trató de conciliar el pensamiento de Aristóteles con la fe cristiana y propuso que, tras la muerte, y hasta que se produzca la resurrección cristiana, el alma sobrevive separada del cuerpo hasta unirse para siempre a Dios.
  • Dualismo Cartesiano: según Descartes, el ser humano está compuesto por la unión de dos sustancias completamente distintas: la sustancia extensa o cuerpo y la sustancia pensante o alma. La glándula pineal posibilita la comunicación entre ambas.
  • Dualismo Interaccionista: John Eccles defiende una interacción entre lo físico y lo mental. Para él, mente y cerebro son dos realidades distintas. Considera que algunos hechos humanos como la voluntad, la memoria, el lenguaje, etc., solo pueden ser explicados si hay una mente autoconsciente. La interacción entre lo físico y lo mental ocurre en la corteza cerebral, entre las dendronas (correspondientes a lo físico) y las “psiconas” (que Eccles cree que corresponden a lo mental). Según este autor, además de la estructura cerebral hay otra realidad no material denominada “sí mismo”, “psique”, “alma” o “ego” que es responsable del carácter único del ser humano.

Otras Teorías más allá del Monismo y del Dualismo

  • Interaccionismo Emergentista: Karl Popper combina tesis del monismo y del dualismo y sostiene que existen tres mundos que interactúan entre sí conformando al ser humano:
    • Un mundo compuesto por los cuerpos físicos observables (postura materialista).
    • Un mundo de estados mentales, constituido por estados de conciencia, disposiciones y experiencias psicológicas y estados inconscientes.
    • Un mundo formado por el conjunto de los productos de la mente humana, al que pertenecen historias, mitos, ciencias, instituciones sociales, obras de arte, lenguaje, etc.
  • Estructurismo: Pedro Laín Entralgo considera que el concepto de “estructura” es más adecuado que el de “emergencia” (surgimiento) para explicar la relación entre lo físico y lo mental. Así, la mente no emerge del cerebro, sino que se estructura desde él. Según este autor, hay actos que dependen de una única región del cerebro como ver, oír, el habla, etc; pero otros como el pensamiento, la autoconciencia, el ejercicio de la libertad y la creación intelectual y artística, sólo pueden explicarse por medio del funcionamiento del cerebro en su conjunto.

Sujeto, Conciencia, Historia y Vida

Todos los seres humanos tienen una capacidad de recibir información del medio y de sí mismos que se denomina conciencia, y que les permite adquirir algo de independencia y control sobre su entorno. El ser humano es un sujeto y no un objeto porque es un alguien que actúa, un quien que responde, un yo que es capaz de preguntarse ¿quién soy yo? A esa capacidad de volverse sobre sí mismo se le llama conciencia humana y posee dos funciones esenciales: una consiste en considerarnos a nosotros mismos como una realidad propia (yo, me, mi, etc.), y la otra consiste en mantener la continuidad del yo, es decir, en seguir siendo los mismos.

Esta conciencia de la individualidad se transforma en una conciencia personal porque además de ser autoconciencia, también es conciencia de las posibilidades que se abren ante nosotros al disponer de inteligencia, libertad e intimidad. Ahora bien, ello no quiere decir que haya que menospreciar al cuerpo, porque la conciencia humana nos permite también hacernos cargo de nuestra historia y en ella estamos involucrados también como seres corporales.

Esta es la razón por la que los seres humanos no sólo tenemos biología sino sobre todo biografía, ya que nuestro lugar más propio está más allá de la simple distinción cuerpo-cerebro/mente-alma, está en la vida histórica. Esto significa que la vida es el lugar original y originario en el que estamos y que no puede ser reducida a los procesos biológicos en los que se basa.

Otra de las grandes tradiciones filosóficas sobre el ser humano es aquella que lo considera como una síntesis especial entre razón y sentimiento.

El Animal que tiene Logos

El término “logos” generalmente se ha traducido por “razón”, aquello que nos distingue de los demás animales, pero es más exacto distinguir tres sentidos relativos a “logos”:

  • Dimensión argumentativa: poseer logos es tener capacidad de decir de forma inteligible, o sea, ser capaz de utilizar el lenguaje conceptual para referirse a la realidad, comprenderla y explicarla.
  • Dimensión intersubjetiva: poseer logos es ser capaz de vivir en sociedad gracias a que se comparte un lenguaje común.
  • Dimensión moral o práctica: poseer logos es ser capaz de llevar a cabo un pensar razonable, es decir, orientar las acciones para desenvolverse en el mundo, deliberando acerca de lo bueno y lo malo para uno mismo y para los demás.

Razón y Racionalidades

Por “razón” se entiende un conjunto de capacidades que los seres humanos podemos ejercer de maneras muy diferentes, o como decía Kant, existen diversos usos de la razón; por ello en la actualidad se suele hablar de “racionalidades”, distinguiéndose principalmente las siguientes:

Razón Teórica y Razón Práctica

Los seres humanos podemos usar la razón para alcanzar la verdad o para lograr la felicidad; al primer uso se le llama razón teórica y al segundo razón práctica. Aristóteles dijo que la razón práctica se ocupa de aquello que no puede ser de otra manera, es decir, de objetos o acontecimientos necesarios, acerca de los que sólo podemos buscar la mejor explicación posible. Por el contrario, la razón práctica se ocupa de aquello que sí puede ser de otra manera o incluso ser una veces y otras no. Por ejemplo: una persona puede ser o no generosa y, si lo es, puede serlo de muchas formas distintas. Sobre esto, Aristóteles dijo que la razón práctica se encarga de plantear los fines que debemos perseguir los seres humanos y que quien así actúa es un hombre prudente. Por ello, la razón práctica se puede entender como razón prudencial o razón encaminada a lograr un equilibrio entre la razón y los deseos para lograr la felicidad.

Razón Histórica y Razón Vital

Al igual que el arte, la ciencia, el lenguaje o la cultura, la razón no es fija e inmóvil sino un producto histórico, algo que procede de nuestra conciencia del devenir, y que por lo tanto evoluciona. Por su parte, Ortega y Gasset fundó el raciovitalismo, un movimiento filosófico que defiende que la razón vital es la vida misma como razón, es decir, la razón es un elemento constitutivo de la vida, de manera que la vida no se puede entender sin la razón. Ello implica, que la razón vital es también histórica, pues vive y se alimenta del tiempo.

Razón Instrumental y Razón Comunicativa

La racionalidad instrumental es aquella por medio de la cual se aspira a dominar técnicamente los procesos naturales para obtener beneficios de ellos. Si esta forma de comportarse se extiende a las relaciones sociales, es decir, si consideramos a las demás personas como instrumentos para conseguir nuestros fines, entonces se la denomina racionalidad estratégica. En nuestro días se ha llegado a hablar del homo oeconomicus (hombre económico) para denominar a esas personas que actúan intentando sacar el máximo rendimiento a los limitados medios de que disponemos. Por el contrario, cuando la racionalidad humana se pone al servicio de la búsqueda de acuerdos y consensos esto es hacer un uso comunicativo o hermenéutico de la razón. Gracias a esta razón comunicativa descubrimos que compartimos un lenguaje con otros que son tan dignos de respeto como nosotros, lo cual nos facilita llegar a acuerdos sobre la verdad o la validez de las normas que a todos nos afectan.

El Valor de los Sentimientos

Algunas de las principales posturas que los filósofos han mantenido a lo largo de la historia con respecto a los sentimientos, las emociones y las pasiones son las siguientes:

  • Aristóteles: señaló que los seres humanos somos inteligencia deseosa o deseo inteligente, es decir, la razón se encarga de encauzar o dirigir la elección entre los diversos deseos que sentimos. El intelecto identifica cuál es el deseo recto en una determinada situación y a continuación se dispone a realizarlo. Este proceso se denomina deliberación y quien lo realiza bien se dice que es un hombre que posee la virtud de la prudencia. Según Aristóteles, el hombre es un animal racional, y esto se debe entender en el sentido de que nuestra condición humana no consiste sólo en racionalidad sino también en deseos, emociones sentimientos.
  • Cristianismo primitivo, especialmente San Agustín: señaló la importancia de los sentimientos amorosos mediante la frase “ama y haz lo que quieras”, con la que quiere expresar que una vez que se descubre qué es el amor verdadero, ya no se puede actuar en contra de ese amor. San Agustín insiste en que lo importante para el ser humano no es desarrollar la razón, sino la pasión amorosa que parece ir ligada a la propia razón.
  • Filósofos del sentimiento moral y especialmente Adam Smith: desarrolló una moral de la simpatía, según la cual los seres humanos experimentamos sentimientos muy semejantes cuando nos encontramos en situaciones parecidas. Según este autor, entre los seres humanos se da una cierta comunidad de sentimientos (simpatía) que es la base de las valoraciones y los juicios morales, pues nos informa de qué acciones son buenas y cuáles no.
  • David Hume: sostiene que la razón es incapaz de motivar la conducta y que son las pasiones las que nos mueven a actuar. Las pasiones pueden ser apacibles o violentas, y cuando nos mueven a actuar las apacibles pensamos erróneamente que es la razón la que nos ha movido a actuar de esa manera. Para Hume, en cambio, la razón es la esclava de las pasiones y a ellas obedece y sirve.
  • Kant: según este autor, la razón es perfectamente capaz de mover a la voluntad a actuar, pero no obstante, Kant admite la existencia del respeto como sentimiento moral, el cual sería la única respuesta adecuada a la dignidad que poseen todas las personas en cuanto dotadas de razón y libertad.
  • Xabier Zubiri: según este autor, la inteligencia o razón no es independiente del sentir, por ello atribuye a los seres humanos una inteligencia sentiente, es decir, los seres humanos tenemos un modo propio de sentir que nos presenta las cosas como realidades y no como meros estímulos. Para Zubiri, las personas sentimos intelectivamente o inteligimos sentientemente porque nuestra relación con la realidad es a la vez intelectual y sentiente.

Por una Razón Cordial

Razón cordial” significa que los seres humanos descubrimos la verdad y la justicia, no solo mediante argumentaciones racionales, sino también a través de afectos y sentimientos. Esto es así porque las emociones y los sentimientos seleccionan la información que es realmente importante e interesante para nuestras vidas. Además, el corazón (los sentimientos) no es lo opuesto a la razón, porque la razón es una facultad preparada para interpretar los proyectos del corazón. Así, una persona que no pudiera experimentar sentimientos ni emociones, no podría rechazar la injusticia porque no sentiría indignación ante ella, ni tampoco podría captar el sufrimiento de otras personas, ya que no podría experimentar la compasión.

El Ser Humano es un Ser Personal

El Concepto de Persona

A la hora de contestar a la pregunta ¿qué es ser persona?, han existido distintas respuestas:

Raíz Antigua y Medieval

El vocablo “persona” significa originariamente “máscara”, la máscara que usaban los actores de teatro griego, de manera que “persona” vendría a significar “personaje”. Más tarde, con la llegada del cristianismo, “persona” empezó a emplearse para referirse tanto a las tres personas divinas (Padre, Hijo y Espíritu Santo), como al ser humano. Para los romanos, en cambio, tenía un sentido jurídico, de manera que “persona” era aquel que tenía derechos y deberes, o sea, un sujeto legal. Por último, Boecio define a la persona como “sustancia individual de naturaleza racional”, es decir, sustancia individual porque el ser humano no depende del destino, sino que subsiste por sí mismo y no por otro; naturaleza racional porque el ser humano forma parte de la naturaleza, pero al mismo tiempo posee autoconciencia, voluntad y sociabilidad.

Raíz Ilustrada Kantiana

Para Kant, “persona” es el ser libre, autónomo, es decir, capaz de darse leyes a sí mismo y crear junto al mundo natural un mundo moral, que le confiere una dignidad, porque si puede darse leyes a sí mismo (las normas morales) nadie tiene derecho a tratarlo como un instrumento. Según Kant, la persona es un fin en sí misma, o sea, tiene un valor absoluto independientemente de su utilidad, lo cual establece un imperativo de respeto mutuo entre las personas.

El Movimiento Personalista

El personalismo es una corriente filosófica que considera que el ser humano es una persona, es decir, una realidad a la vez individual y comunitaria, y que la relación de unos seres humanos con otros es constitutiva para cada uno de ellos.

Ser y Hacerse Persona

  • Existencia encarnada: la persona es de carne y hueso (encarnada) pero abierta al mundo desde su intimidad (existente), y esa intimidad o interioridad le permite salir de sí misma y abrirse a las demás cosas.
  • Comunicación: antes de ser consciente de que es un yo, el hombre aprende lo que es un tú. La comunicación hace posible adoptar el punto de vista de otro, ser fiel a los compromisos, etc.
  • Libertad condicionada: ser libre es aceptar el carácter condicionado de la libertad, pero no como un límite que imposibilita, sino como una posibilidad en la que apoyarse.
  • Compromiso: los compromisos que libremente asume una persona forjan la identidad de la misma, porque la acción personal supone el rechazo de la abstención, de la neutralidad y de la indiferencia.
  • Capacidad crítica: ser persona es ser capaz de decir no, tratando de transformar el mundo desde las propias convicciones.
  • Eminente dignidad: en el conjunto de los seres, la persona ocupa el grado más alto, porque ni se subordina a las cosas ni tiene un precio.
  • Proximidad y amistad: la relación de proximidad consiste en la donación de algo del propio ser a otra persona solo por el hecho de que esa persona lo necesita. Por su parte, la amistad consiste en querer el bien de otra persona en sentido global, por ser quien es.

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