1. Biografía y Contexto Histórico-Filosófico
José Ortega y Gasset nació en Madrid en 1883 en el seno de una familia burguesa y liberal, propietaria del periódico «El Imparcial».
Estudió filosofía en la Universidad de Madrid, Leipzig, Berlín y Marburgo. En 1910 obtuvo la cátedra de Metafísica en Madrid. En 1917 fundó el diario «El Sol» y en 1923 la «Revista de Occidente». Participó activamente en la política española como republicano y diputado, lo que le obligó a exiliarse en 1936 durante la Guerra Civil. Falleció en Madrid en 1955.
Los principales acontecimientos históricos que vivió Ortega en España fueron los reinados de Alfonso XII y Alfonso XIII, la regencia de María Cristina, la dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República, la Guerra Civil y el franquismo. Ortega siempre se encontró entre dos frentes: para la izquierda parecía poco de izquierdas y para la derecha, poco de derechas.
Contexto Cultural
La época de Ortega se caracteriza por una intensa actividad cultural y de apertura a Europa, marcada por la influencia del krausismo, la generación del 98 y los poetas de la generación del 27. Ortega, además de filósofo, fue un destacado periodista y conferenciante.
Contexto Filosófico
Ortega es considerado el principal teórico del regeneracionismo en España. Entre sus principales influencias filosóficas se encuentran:
- Los neokantianos
- Nietzsche
- Husserl y los fenomenólogos
- El historicismo de Dilthey
- El existencialismo de Heidegger
En resumen, en el pensamiento de Ortega se encuentran rasgos de vitalismo, historicismo y existencialismo, pero en una síntesis propia y original.
2. Etapas del Pensamiento de Ortega
Se suele dividir el pensamiento de Ortega en tres etapas:
2.1 Objetivismo (1902-1910)
En esta etapa, Ortega prioriza las cosas (y las ideas) sobre las personas. Su lema es «Salvémonos en las cosas», que implica disciplina, método, racionalidad y objetividad, en contraposición al personalismo y subjetivismo que él consideraba característico del español.
2.2 Perspectivismo (1910-1923)
Obras clave de este período son «Meditaciones del Quijote» (1914), «El Espectador» (1916…) y «España invertebrada» (1921). Los dos grandes temas de esta etapa son la circunstancia y la perspectiva.
La circunstancia es un concepto que Ortega toma de la biología y la fenomenología. Recalca que no existe un yo aislado del mundo real, sino que el individuo está siempre inmerso en su entorno.
La perspectiva implica que la verdad solo puede aparecer desde puntos de vista individuales. Es una forma de superar tanto el escepticismo y relativismo como el racionalismo dogmático.
2.3 Raciovitalismo (1923-…)
Esta etapa de madurez comienza con «El tema de nuestro tiempo» y continúa con obras como «La rebelión de las masas» e «Historia como sistema».
El tema central es la razón vital, o mejor dicho, la vida como realidad radical.
Ortega busca un punto medio entre el racionalismo y el vitalismo. Reconoce el valor de la razón, pero también sus raíces irracionales (la intuición) y la pone al servicio de la vida.
Para Ortega, lo radical no es la materia ni el espíritu, sino la vida, entendida más en sentido biográfico e histórico que biológico (la vida de cada cual). Por eso dirá que «el hombre no tiene naturaleza, sino historia».
3. El Concepto Orteguiano de Filosofía
Ortega afirma que «la filosofía no nace por razón de utilidad, pero tampoco por razón de capricho… es constitutivamente necesaria al intelecto». Es una actividad necesaria, por lo que es mejor hablar de «filosofar» que de filosofía. Es necesaria porque todo hombre, consciente o inconscientemente, se hace preguntas que van más allá de lo inmediato. Lo que vemos es solo una parte, un fragmento, y eso nos lleva a preguntarnos por el TODO.
La filosofía tiene por objeto el Universo, pero desde un punto de vista radical y último. La radicalidad de la filosofía nos lleva a preguntarnos por el ser fundamental del mundo, que tiene dos características: a) no es un dato presente a nuestro conocimiento, y b) es un ser radicalmente distinto a todo ser intramundano.
Características del «Filosofar» según Ortega:
- Es plantearse un problema absoluto, sin partir de creencias previas.
- Es comportarse autónomamente (en el sentido cartesiano).
- Es plantearse un problema universal, es decir, buscar siempre el todo, el ser como tal (la «pantonomía»).
- Es un conocimiento teórico, no debe ser confundido con la mística o la poesía. Es algo racional en el sentido que lo entendían los griegos: un enorme afán de transparencia, como refleja la palabra griega «alezeia», que significa desvelamiento, desocultamiento, y que nosotros traducimos por «verdad». Lo que desvelamos es el ser de las cosas, oculto tras la apariencia.