Contexto Histórico y Filosófico
En los años veinte, Ortega y Gasset defendió una vertebración territorial de España que inspiraría la distribución autonómica de la Constitución de 1978. Tras la Segunda Guerra Mundial, en los años cuarenta, empezó a afirmar la muerte de las naciones y la necesidad de superarlas en uniones supranacionales, como la unidad europea. Simpatizó inicialmente con el socialismo, pero luego se posicionó en la democracia liberal. Fue diputado en las Cortes Constituyentes, pero decepcionado con la República, pronunció la conferencia “Rectificación de la República” y se retiró de la política, dedicándose al trabajo intelectual. Al volver a España tras la Guerra Civil, despojado de su cátedra de Metafísica en la Universidad Complutense de Madrid, fundó el Instituto de Humanidades, donde continuó impartiendo cursos y conferencias. Al ver que el régimen de Franco manipulaba su palabra, suspendió su actividad en el Instituto.
Generaciones, Élites y Masas
Ortega y Gasset utilizó la noción de generación para entender la sociedad y su historia. Una generación está formada por coetáneos con similar sensibilidad (afinidad en creencias e ideas) y edad (aproximadamente quince años). La historia muestra una sucesión de generaciones, unas conservadoras y otras progresistas.
Ortega sostuvo que en cada generación coexisten dos tipos de personas: las élites y la masa. La élite, minoría directora que ha construido la historia, busca la excelencia y se afana por cumplir su destino. La masa, mayoría dirigida, se siente como todo el mundo y vive sin buscar su vocación.
En La rebelión de las masas, Ortega expone que en el siglo XX las élites desertaron de su actividad dirigente y las masas alcanzaron el poderío social. La sociedad vive sin proyecto, con riesgo de caer en la barbarie. El hombre-masa se cree con derecho a opinar e imponer sus opiniones, incluso al margen de la razón.
Este hombre-masa, como un heredero malcriado, se cree con derecho a todo sin esfuerzo, asumiendo el mundo heredado como algo natural, olvidando que es fruto del esfuerzo de los hombres de los siglos XVIII y XIX.
Influencias Filosóficas
- Positivismo y Neokantismo: Influencias tempranas en su formación.
- Nietzsche (Vitalismo): La realidad como relaciones, no cosas; conocimiento en perspectivas individuales; realidad vital como transformación constante.
- Dilthey (Historicismo): Razón histórica con prejuicios (creencias); realidad vital temporal.
- Husserl (Fenomenología): Filosofía sin supuestos; descripción de la cosa misma; intencionalidad del pensamiento.
- Heidegger y Sartre (Existencialismo): El ser humano se define por sus decisiones; la vida como problema; la existencia precede a la esencia.
Ortega y Gasset, aunque influenciado por diversas corrientes, no puede ser encasillado en ninguna de ellas. Su pensamiento, con temas del vitalismo, la fenomenología, el historicismo y el existencialismo, mantiene una originalidad propia.
Kant y la Paz Perpetua
En La Paz Perpetua, Kant expone ideas actuales sobre el derecho internacional: la paz a través del derecho y las organizaciones internacionales. Su pacifismo es jurídico e institucional. Propone una autoridad internacional con uso legítimo de la violencia, una unión universal de países y que todos los países sean democracias representativas.
Creencias Fundamentales
- Ruptura histórica con el pasado (minoría-mayoría de edad).
- Confianza en la Razón.
- Deseo de la realización de la libertad.