Verdad
Dentro del ataque de Nietzsche al platonismo, resalta su rechazo al concepto de Verdad. Nietzsche entiende que todas las grandes verdades de la metafísica y la ciencia empírico-matemática no son más que abusos gramaticales. No hay “verdades en sí“, del mismo modo que no hay “cosas en sí“, ni “hechos en sí”; no hay hechos, sino interpretaciones. Nietzsche defiende así una verdad que él mismo llama perspectivismo. Efectivamente, éste es el momento en que podemos empezar a utilizar realmente la muerte de Dios a nuestro favor. Podemos poner a la verdad al servicio de la vida y no a la vida al servicio de la verdad.
Positivismo
El fin de su período “metafísico” implica la ruptura con Wagner y el abandono de Schopenhauer y el inicio de su período positivista. Se inspira en Voltaire y los ilustrados franceses, y adopta una postura “positivista” o “científica” para condenar la metafísica (sobre todo, la platónica), la religión y el arte. La figura es ahora “el hombre libre“:
Jovialidad
Nietzsche pretende despojar a la filosofía del espíritu de pesadez y gravedad, darle pies ligeros de bailarín. Nietzsche contraataca con el espíritu de la jovialidad. En su libro afirma que ”Ciencia jovial” se refiere a un saber en el cual salen a la luz muchas cosas irracionales y locas, incluso canciones y poemas. Nietzsche no quiere ser objetivo, sino apasionadamente subjetivo. Nietzsche tampoco quiere ser sistemático. “La voluntad de sistema es una falta de honestidad”.
Razón
Nietzsche cree que detrás de la moral cristiana se halla la filosofía de Sócrates y Platón. Sócrates marca el inicio de la decadencia del espíritu griego al situar por encima del instinto vital a la Razón, al preferir el Concepto a las cosas mismas. Platón concretó las ideas de Sócrates: dos mundos contrapuestos, el reino de las Ideas y el mundo sensible, desconfianza frente a las pasiones.
Nietzsche considera que el error fundamental de toda la metafísica desde Sócrates está en la invención de un mundo racional y la desvalorización del mundo del devenir.
Idea/Concepto
Platón distingue dos mundos: el mundo verdadero y el aparente. El aparente está formando por individuos que son copias de las Ideas, lo percibimos mediante los sentidos y está sujeto a cambio o devenir. El mundo verdadero está formado por Ideas, esencias eternas e inmutables que percibimos mediante la razón.
Para Nietzsche esta distinción platónica es un síntoma de egipticismo, es decir, de obsesión por el más allá y desprecio al devenir. Platón, infiel al espíritu griego, se dejó conquistar en sus viajes por el odio egipcio al devenir, al tiempo, a la vida.
Nietzsche compara las ideas con momias conceptuales. Los filósofos son adoradores de la muerte y no de la vida. Dentro de las ideas no hay nada, sólo los individuos concretos son reales. La idea más vacía y la que más ha perjudicado a la humanidad es la Idea de Dios.
Espíritus libres
El «espíritu libre» es aquel capaz de romper las cadenas que lo atan a la moral y la religión cristiana, al “deber”. Una vez liberado merodea alrededor de lo más prohibido. Estos pensamientos radicales le conducen a la confusión del nihilista que termina cuando se accede a la maestría del espíritu libre. Se desprende de todo pesimismo (la gangrena de los viejos idealistas) y aprende a captar que toda valoración es el producto de una perspectiva, de un tipo de vida.
Mundo verdadero/Mundo aparente
Nietzsche llama platonismo a toda teoría para la que la realidad está escindida en dos mundos: un mundo verdadero, dado a la razón, inmutable y objetivo, y un mundo aparente, dado a los sentidos, cambiante y subjetivo. Al mundo verdadero en Platón le corresponde la eternidad y se relaciona con el bien y el alma mientras que al mundo aparente le corresponden el nacimiento y la muerte y se relaciona con el mal y el cuerpo.
Conceptos marxistas
Alienación [= enajenación]
Proceso histórico-social en el cual el producto del trabajo humano se independiza, se vuelve autónomo, escapa al control racional y termina siendo hostil contra su creador. Aunque Marx los utiliza como sinónimos, etimológicamente “alienación” tiene un origen psicológico y “enajenación” económico. Hegel define “alienación” como “otro distinto de sí mismo”. En Hegel su contenido no es negativo. En Marx, sí: pérdida, expresa el desgarramiento, la escisión y la fragmentación del ser humano. Algo está alienado o enajenado cuando ya no nos pertenece.
Burguesía
Se agrupa bajo este nombre a la clase de los capitalistas modernos, propietarios de los medios de producción social y que emplean trabajo asalariado. La clase burguesa tiene su origen en la sociedad feudal; ella encabezó la revolución anti-feudal y enarboló las banderas de la doctrina liberal.
Clases sociales
Grupos sociales antagónicos. Uno se apropia del trabajo del otro a causa del lugar diferente que ocupan en la estructura económica de un modo de producción determinado. Este lugar está determinado fundamentalmente (no exclusivamente) por la forma específica en que se relaciona con los medios de producción. Esta relación puede ser de dos tipos: relación de propiedad y relación de no-propiedad. Los grupos sociales antagónicos han existido siempre, afirma Marx: en la sociedad esclavista (amos y esclavos), en la sociedad feudal (señores y siervos), y en la sociedad capitalista (burguesía y proletariado).
Estado
El Estado, para los marxistas, aparece como un producto del carácter irreconciliable de las contradicciones de clase. Señalan que por regla general pertenece a la clase más poderosa, la clase económicamente dominante. Por excepción, en algunos períodos las clases en lucha están tan equilibradas que el poder del Estado, como mediador aparente, adquiere cierta independencia momentánea respecto a una y otra. Tal aconteció, según el análisis marxista, con la Monarquía absoluta de los siglos XVII y XVIII, con el bonapartismo del primero y segundo Imperios en Francia y con Bismarck en Alemania. También en la Rusia republicana, en el gobierno de Kerenski. Para los marxistas el Estado no ha existido siempre.
Lucha de clases
Enfrentamiento que se produce entre dos clases sociales antagónicas cuando luchan por sus intereses estratégicos de largo plazo. Por ejemplo, el interés estratégico a largo plazo de una clase dominante consiste en perpetuar su dominio, el de una clase dominada en destruir el sistema de dominación y el enfrentamiento que se produce entre ambas clases constituye la lucha de clases proclamada por el marxismo. Opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada algunas veces y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases beligerantes.
Modo de producción
Unidad de las fuerzas productivas y las relaciones de producción, en el proceso de elaboración de los bienes materiales. Este modo de producción determina la estructura de la sociedad. Por ejemplo, el modo capitalista, basado en la propiedad privada sobre los medios de producción, determina la división de la sociedad en dos clases antagónicas, el proletariado y la burguesía. Todas las relaciones sociales de la sociedad capitalista, incluyendo las concepciones políticas, jurídicas, religiosas o artísticas, así como las instituciones sociales, políticas, jurídicas y de otro tipo, se hallan condicionadas, para el marxismo, por el modo capitalista de los medios de producción.
Proletariado
La clase de los trabajadores asalariados moderna, que privados de medios de producción propios deben vender su fuerza de trabajo para poder subsistir. Su naturaleza se ve anulada por el yugo de la explotación, la alienación a la que se ve sometida por los poseedores de las fuerzas de producción, la burguesía.
Revolución
Proceso mediante el cual la clase dominada de una sociedad sacude su condición de tal, a través de un enfrentamiento con su clase antagónica. Un proceso revolucionario debe provocar, según los marxistas, una profunda transformación en el orden político, económico y social, con cambio radical en las antiguas relaciones sociales de producción. Se producen también cambios en toda la superestructura.
Superestructura
En general, se entiende por superestructura al conjunto de los fenómenos jurídico-políticos e ideológicos y las instituciones que los representan. El estado, el derecho, las ideologías, las religiones, las manifestaciones artísticas, etc., son hechos sociales que se inscriben en el contexto de la superestructura de una determinada sociedad. La base económica (infraestructura) de la sociedad determina siempre la superestructura. Marx y Engels postulan que para estudiar la sociedad no se debe partir de lo que los hombres dicen, imaginan o piensan, sino de la forma en que producen los bienes materiales necesarios para su vida.
Explotación
Dominación de una clase social sobre otra a partir de la apropiación del trabajo impago, del tiempo de trabajo excedente y del plusvalor. En el capitalismo, aunque la clase trabajadora logre salarios altos, sigue siendo explotada.