La Crítica de Nietzsche a la Filosofía Occidental
Desenmascarando el Origen de la Decadencia
Uno de los principales propósitos de Nietzsche es desenmascarar el origen oculto de la decadente cultura occidental. Como entiende que de los filósofos deriva la filosofía, va a exponer la idiosincrasia de éstos: su falta de sentido histórico, su odio al devenir y su egepticismo. De este modo, Nietzsche va a realizar una crítica psicológica a toda la filosofía nacida desde Sócrates y Platón, culpables de imponer la razón sobre la vida.
La Filosofía Presocrática: Una Excepción a la Crítica
Nietzsche no criticará la filosofía presocrática —a excepción de Parménides— ya que la consideraba hermosa, pues según él en ella se mezcla lo aparencial y lo racional, lo apolíneo y lo dionisíaco. Heráclito será profundamente admirado por Nietzsche pues de él tomaría su idea de realidad como un devenir continuo. También utilizaría del presocrático la idea del eterno retorno que defendía una visión cíclica de todo cuanto acontece; todo lo que sucede en el mundo se repetirá indefinidamente. Por tanto, Nietzsche, en aras de ese tiempo cíclico en el que todo deviene y cambia, rechazará el tiempo lineal del cristianismo.
Sócrates: La Introducción de la Racionalidad
Sócrates también será duramente criticado. Nietzsche le achaca el haber introducido en la Grecia antigua la lógica y la racionalidad. Desde Sócrates, los elementos intelectuales se imponen sobre la vida; Apolo triunfa sobre Dionisos. La tragedia como afirmación de vida queda supeditada a la búsqueda de la perfección. Por tanto Nietzsche va a rechazar por completo la ecuación socrática »razón=virtud=felicidad» pues, para el primero, es el instinto lo que proporciona la vida en plenitud.
Platón: La Escisión de la Realidad
Una vez realizada la crítica a Sócrates, Nietzsche atacará los cimientos de la metafísica comenzando con Platón. Éste va a tomar la idea del ser de Parménides y le va a dar una interpretación moral elevando así la idea del bien como algo absoluto, hecho determinante en la configuración de una moral que a juicio de Nietzsche niega la vida. También achacará a Platón su escisión de la realidad en dos mundos: el inteligible —el de las ideas, inmutable— y sensible —cambiante—. Nietzsche expone que esto se debe al miedo o rechazo que sufriría el filósofo ante el cambio, el devenir, la muerte… Nietzsche pues, postulará que solo existe un mundo marcado por el devenir y el continuo cambio. Es decir, un mundo irracional; el nuestro. Y como la moral y la metafísica cristiana es una clara derivación del platonismo —pues utiliza un »más allá» suprasensible—, Nietzsche dirá de ella que es anti-natura.
La Moral Judeo-Cristiana: Una Moral Antinatural
Nietzsche considera que las religiones se originaron a partir del miedo y las angustias humanas, por lo que es la responsable de convertir al hombre premoral, el hombre fuerte y bueno, en débil y malo; una reinversión. Con ello Nietzsche realiza un análisis filológico de los términos bien y mal. Él considera esta moral como antinatural, por ir contra los instintos vitales, porque prefiere lo apolíneo frente a lo dionisíaco. Además pone en el centro de gravedad al »más allá» o »cielo», y no esta vida. La vida, dirá Nietzsche afianzando su ateísmo, acaba donde comienza el reino de Dios. Ateísmo que acentuará con su posición de rechazo al tiempo lineal de las religiones.
El Dogmatismo y la Razón: Descartes y Kant
El dogmatismo es la posición filosófica según la cual podemos adquirir conocimiento seguro y universal, y tener absoluta certeza de ello. Defiende la posibilidad de ampliar progresiva e ininterrumpidamente nuestros conocimientos y es la actitud más optimista de la filosofía, del mismo modo, haciendo derivar el pensamiento del ser, presupone la supremacía del objeto respecto al sujeto, de la realidad de las ideas, de la naturaleza del espíritu. En esta línea critica a Descartes por su negación de la validez del conocimiento sensorial y por el papel prioritario que otorga a la razón en el proceso de conocimiento, supeditando así a los instintos vitales a la razón.
Del mismo modo critica a Kant. Nietzsche le achacará tres fundamentos: primero, la distinción que hace entre los dos usos de la razón, la razón teórica y la razón práctica, y en especial ésta última por considerarla una defensa a los valores tradicionales y de Dios. Concluye que la filosofía se equivoca al destacar exageradamente la razón como instrumento para comprender la realidad. Por último critica la visión de Kant de la ciencia, que la considera como un sistema ordenado por leyes universales e inmutables.
Las Ciencias Positivas: La Matematización de lo Real
Las ciencias positivas, valoradas en cierto modo en su época “ilustrada”, tampoco se libran de la crítica. Nietzsche no va criticar la ciencia en sí, sino el mecanicismo y el positivismo que han definido su metodología. Critica pues la transformación de la ciencia en una nodriza al servicio de instituciones como el Estado. Además rechaza tajantemente la matematización de lo real que postulan las ciencias positivas, es decir, que estás valoran la cantidad de lo real frente a la cualidad. Para Nietzsche el querer reducir todas las cualidades a cantidades es un error.
Hegel: La Teología Insidiosa
La filosofía de Nietzsche se puede contraponer a la de Hegel, maestro indiscutible de la época. Éste considera que para comprender a toda la civilización occidental es necesario tener en cuenta las diferentes etapas por las que ha pasado, incluida las negativas. Nietzsche se enfrenta pues al pensamiento hegeliano al que llama “teología insidiosa” y lo acusa de haber identificado lo real y lo racional, arruinando su gran iniciativa de incluir el error y el mal, en el carácter total del ser. Del mismo modo, achaca a Hegel el haber servido de base al cristianismo con su teología disfrazada de filosofía. Finalmente criticará Nietzsche a la filosofía de Hegel por su historicismo filosófico ya que fue “terrible y destructor” para la cultura alemana ya que conducía al culto idolátrico de lo efectivo. Hegel de este modo había convertido el conocimiento histórico, en fe. Es decir un modo de religión.
La Ontología Dinámica de Nietzsche
La ontología tradicional es estática porque considera al ser como algo fijo, inmutable. El filósofo dogmático especula por encima del movimiento del mundo al dar más importancia al mundo de las ideas que el de los sentidos. Esta desconfianza hacia lo cambiante e inmutable y la apariencia, propio de la metafísica y el pensamiento tradicional, de raíz platónico-cristiana, se basa en el desprecio hacia los sentidos y el mundo aparente. En cambio, la ontología de Nietzsche es dinámica, no estática. Nietzsche frente a lo uno opone lo múltiple; frente a lo estático, lo dinámico; frente a la razón, los sentidos. La categoría ontológica «ser verdadero» no es una propiedad de la realidad, sino una mera valoración subjetiva como condición necesaria de supervivencia del hombre.
La Teoría del Conocimiento de Nietzsche
La teoría del conocimiento que propone Nietzsche se puede explicar así: él niega la capacidad de abstracción diciendo que ésta no existe, desconfiando permanentemente del intelectualismo. Pues se produce en él un engaño a través del lenguaje, donde las convenciones de la sociedad conceptualizan haciéndonos abandonar lo real debido a que el concepto pretende expresar una multitud de cosas o realidades individuales prescindiendo de las diferencias individuales. Las teorías, las ideas y los conceptos tienen origen y son frutos de determinadas interpretaciones históricas, y según Nietzsche no hay conceptos fijos, pues todo fluye. Solo existe el mundo de las apariencias y los fenómenos; por ello Nietzsche asegura que la abstracción no existe y que sólo conocemos por metáforas. Esta fijación la produce la costumbre en la cual niega todo proceso “lógico” en la formación de conceptos y la clave es la perspectiva, esta es la interpretación de la realidad, una realidad de carácter dinámico y cambiante. Cada parte de la realidad es una perspectiva que produce una “apariencia”. Si esa apariencia se fija y establece como la única perspectiva verdadera se anula la riqueza inagotable de la diversidad. Luego la realidad vital es devenir y perspectiva.
Conclusión
Las críticas anteriores muestran la enorme distancia que separa a Nietzsche de toda la filosofía precedente: Nietzsche rechaza las creencias de que el mundo es un cosmos y de que la razón, el logos, puede captar lo real; creencia que están a la base de la filosofía, de la ciencia y de la cultura occidental en su conjunto.