Caminos para Aprehender las Ideas
El Recuerdo o la Reminiscencia
Platón, influenciado por el orfismo y el pitagorismo, plantea una teoría sobre la inmortalidad del alma. Estas doctrinas postulaban dos mundos: uno perfecto (el de la otra vida) y otro imperfecto (el terrenal). El alma, perteneciente al mundo perfecto, cae en el cuerpo (cárcel del alma) como castigo. La teoría de la reminiscencia propone que conocer es recordar. Antes de nacer, el alma contempla las Ideas; al unirse al cuerpo, olvida este conocimiento, pero lo conserva en su memoria. A través del recuerdo, el hombre recupera el conocimiento de las Ideas, la verdadera esencia de las cosas.
La Filosofía como Impulso Erótico (Eros)
Para Platón, el objeto del amor (eros) es la belleza. En El Banquete, la filosofía se presenta como un amor, una «locura divina» que guía hacia la Belleza en sí, coincidente con el Bien en sí. Platón describe la Belleza como «extraordinariamente evidente y amable» (Reale y Antiseri). El ascenso desde lo sensible (cosas bellas) hacia lo inteligible (Belleza en sí) se logra mediante la reminiscencia, facilitada por Eros, que anhela lo suprasensible.
La Filosofía como Catarsis o Purificación
Desde la perspectiva órfico-pitagórica, Platón ve el alma como algo que debe purificarse mediante la virtud. La dignidad de la reencarnación tras la muerte depende del esfuerzo y la excelencia alcanzados en la vida anterior. En Fedón, la filosofía es catarsis, purificación y preparación para la muerte, donde se contempla directamente las Ideas. La tarea del filósofo en vida es recordar y purificarse, liberándose de lo sensible.
La Dialéctica
Platón define la dialéctica como armonía y viaje. Los diálogos platónicos ejemplifican el proceso dialéctico: refutar hipótesis hasta que emerge la verdad. La dialéctica permite liberarnos del «mundo subterráneo», ascendiendo desde las sombras hacia la luz (Idea del Bien). Alcanzar las Ideas implica poseer la ciencia que discierne la compatibilidad entre los géneros (Sofista). El dialéctico, con este conocimiento, debe regresar y liberar a sus compañeros de las tinieblas (dialéctica descendente), aplicando las Ideas al mundo sensible.
Dualismo Antropológico
El dualismo platónico separa el mundo sensible del mundo de las Ideas, reflejándose en la antropología. El hombre es un compuesto de cuerpo y alma.
El Cuerpo: Cárcel del Alma
En Fedón, Platón describe el cuerpo como cárcel del alma. El cuerpo pertenece al mundo sensible, mientras que el alma, al inteligible. El alma anhela separarse del cuerpo tras la muerte. La filosofía prepara para la muerte, liberando al filósofo de lo sensible.
Las Tres Partes del Alma
En Fedro, el mito del auriga simboliza la división tripartita del alma: racional, irascible y concupiscente (razón, ánimo y apetito). El auriga (razón) debe controlar dos caballos: uno noble (irascible) y otro rebelde (concupiscente). Esta tripartición sugiere que el alma, siendo una, tiene diferentes funciones. La inmortalidad parece aplicarse a la totalidad del alma, aunque no se especifica con claridad.
Ética
El Sumo Bien: Mezcla de Placer y Sabiduría
En Filebo, Platón argumenta que la vida buena no es solo placer (animal) ni solo sabiduría (divina), sino una mezcla proporcionada de ambos, con verdad y belleza.
La Virtud como Ordenación del Alma
La virtud conduce al Sumo Bien y a la felicidad. Para Platón, la virtud es la armonía entre las partes del alma: sabiduría (racional), fortaleza (irascible) y templanza (concupiscente). La virtud, identificada con el conocimiento, permite saber lo que buscamos. El esfuerzo por alcanzar el Bien, la verdad y la justicia despierta las Ideas latentes en la memoria. La virtud (areté) se aprende mirando hacia uno mismo.
Teoría Política: El Estado Ideal
La Justicia: Ideal de la Comunidad
En La República, Platón busca un modelo de organización ciudadana basado en la justicia, donde todos los ciudadanos sean felices. Esto requiere: a) una idea clara de justicia; b) superar la política como fuerza o demagogia; c) educar a los ciudadanos, especialmente a los políticos; d) que los más inteligentes y virtuosos gobiernen.
Niveles de Organización del Estado
Platón establece una correspondencia entre las funciones del alma y la estructura social: gobernantes (sabiduría), guardianes (valentía) y artesanos/comerciantes (templanza). Los guardianes, hombres y mujeres, se entrenan en el dominio de lo inmaterial para alcanzar la visión de las Ideas. El rey-filósofo, con sabiduría y habiendo visto las Ideas, debe dirigir el Estado. En Leyes, Platón cambia su enfoque, recurriendo a los dioses ante la impotencia de la razón para contener el desorden. La justicia consiste en que cada estamento cumpla su deber. Trasgredir estos límites conlleva penalidades en la otra vida (mito de Er).
Las Formas de Gobierno
El régimen ideal es la monarquía (o aristocracia si son varios) encarnada en el hombre virtuoso. Su degeneración da lugar a la timocracia, la oligarquía, la democracia y la tiranía, que se corresponden con las funciones del alma a nivel individual.