El Giro Copernicano de Kant: ¿Es la Metafísica una Ciencia?

El Problema de la Metafísica como Ciencia

En el siglo XVIII, Kant se cuestionó la incapacidad de la metafísica para avanzar como lo hacían la física y las matemáticas. Mientras estas ciencias, especialmente la física, experimentaban un gran progreso, la metafísica se encontraba en un estado de caos, oscilando entre el dogmatismo racionalista y el escepticismo empirista. Kant, mediante el análisis crítico de la razón, buscó determinar qué impedía el progreso de la metafísica. Para ello, se propuso analizar las características del conocimiento científico y compararlas con la metafísica para responder a la pregunta: ¿Es la metafísica una ciencia?

Las Diferentes Acepciones de «Metafísica»

El término «metafísica» adquiere diferentes significados en la filosofía kantiana:

  • Metafísica tradicional (dogmática): Se desarrolla al margen de la experiencia y sin crítica.
  • Disposición natural: Se ocupa de cuestiones inherentes al ser humano, como el alma, el mundo y Dios.
  • Filosofía crítica: Denominación que Kant da a su propio sistema filosófico.
  • Metafísica de la ética y los valores: Se ocupa del mundo moral.

Al comparar la metafísica con la ciencia, Kant se refiere a la metafísica tradicional.

La Validez de la Ciencia

Para comprender la validez de la ciencia, Kant distingue dos tipos de juicios:

  • Juicios analíticos: El predicado está contenido en el sujeto. No amplían el conocimiento, pero son necesarios.
  • Juicios sintéticos: Aportan información nueva. Amplían el conocimiento y se derivan de la experiencia.

Ambos tipos de juicios pueden ser a priori (su validez no depende de la experiencia) o a posteriori (su validez se deriva de la experiencia).

Kant concluye que los juicios que forman la ciencia son sintéticos a priori: amplían el conocimiento y su validez no depende de la experiencia, siendo necesarios y universales.

La Síntesis Kantiana

El conocimiento se forma a partir de la síntesis de la experiencia y las condiciones a priori, trascendentales. «Pensamientos sin contenido son vacíos, intuiciones sin conceptos son ciegas», afirmaba Kant.

La Experiencia y la Sensibilidad

La experiencia, a su vez, es una síntesis de:

  • Datos sensibles: Provenientes del mundo exterior, captados por los sentidos.
  • Condiciones a priori de la sensibilidad: Espacio y tiempo, que ordenan los datos sensibles.

La combinación de estos elementos constituye el fenómeno, lo que podemos conocer de la realidad, en contraposición al noúmeno, lo que permanece inaccesible a nuestro conocimiento.

El Entendimiento y las Categorías

El entendimiento parte del fenómeno y le aplica las condiciones a priori, que son las doce categorías, correspondientes a los doce tipos de juicios. Estas categorías aportan la necesidad y universalidad al conocimiento, superando la crítica de Hume a la causalidad. Este cambio de perspectiva, donde las condiciones del conocimiento se imponen desde el sujeto, se conoce como giro copernicano.

La Metafísica: ¿Ciencia o No?

Kant concluye que la metafísica no es una ciencia, ya que no cumple con las condiciones del conocimiento científico. Sin embargo, esto no la invalida, sino que la redirige hacia el ámbito de la filosofía práctica, donde se ocupa del mundo trascendente de los valores morales y las cuestiones inherentes al ser humano. La metafísica se ocupa del noúmeno, que no puede ser conocido, pero sí pensado. La razón, en su afán generalizador (ilusión trascendental), intenta responder a estas preguntas, aunque sabe que no puede conocerlas.

Conclusión

Kant limita las pretensiones de la metafísica como ciencia, instando a la razón a reconocer sus límites y a autocriticarse. Su idealismo trascendental y el papel activo del sujeto en el conocimiento sientan un precedente para la filosofía, que debe abandonar los intentos de conocer la realidad en sí misma.

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