El Pensamiento de Ortega y Gasset

Contexto Histórico

El pensamiento de Ortega y Gasset surge en un contexto histórico marcado por las dos Guerras Mundiales (1914-1918 y 1939-1945), que cuestionaron la racionalidad humana. La Revolución rusa (1917), el fascismo italiano, el nazismo alemán y el estalinismo soviético representaron formas totalitarias que Ortega criticó. A nivel económico, el colapso de la Bolsa de Nueva York (1929) impactó globalmente. En España, la pérdida de las colonias de Cuba y Filipinas (1898), la dictadura de Primo de Rivera, la proclamación de la II República y la Guerra Civil Española influyeron profundamente en su pensamiento.

Contexto Sociocultural y Filosófico

España experimentaba un retraso industrial, económico y cultural en comparación con Europa, generando un sentimiento de fracaso. Surgieron movimientos como el krausismo, la Institución Libre de Enseñanza, la Generación del 98 y la del 27. Filosóficamente, Europa se debatía entre el vitalismo, con Nietzsche como figura principal, y el historicismo alemán. Estas corrientes influyeron en los conceptos clave de Ortega: la «razón vital» y la «razón histórica». La fenomenología de Husserl, especialmente su concepto de perspectiva, también ejerció influencia.

Comparación con Nietzsche

Ortega y Nietzsche difieren en su concepción de la verdad. Nietzsche la considera un concepto caduco, mientras que Ortega, si bien rechaza la verdad absoluta y el escepticismo, la ve como un referente ideal construido a partir de perspectivas complementarias. Para Nietzsche, la razón carece de valor, mientras que para Ortega es esencial, aunque debe estar unida a la vida. Ortega integra el vitalismo nietzscheano con el racionalismo, resultando en una razón histórica y vital.

Relevancia Actual

Si bien la dialéctica central del pensamiento de Ortega no mantiene una actualidad candente, sus propuestas tienen reflejo en las instituciones democráticas occidentales, que buscan la representación de diversas perspectivas. La necesidad de unir razón y vida, intuida por Ortega, se refleja en la creciente presencia de comités de bioética. Esto demuestra la importancia de la razón especulativa en la sociedad, que, según Ortega, permite ampliar nuestros horizontes complementándolos con los de los demás.