Filosofía de Kant: Idealismo Trascendental y Ética Deontológica

Kant

Proyecto filosófico de Kant

Su filosofía incluye una teoría del conocimiento y una práctica moral. Todos los intereses de la razón (tanto especulativa como práctica) se resumen en tres cuestiones: ¿Qué puedo saber? ¿Qué debo hacer? ¿Qué puedo esperar?

Kant elabora un sistema para establecer los fundamentos de la razón y determinar sus límites. Se trata de aprender a filosofear. Conocemos el camino, pero hay que construirlo. La filosofía de Kant representa el Idealismo Trascendental (la actividad de la consciencia construye el conocimiento a partir de la experiencia y de las formas trascendentales). Se trata del llamado giro copernicano, en el cual el sujeto pone en las cosas y en la naturaleza los principios y leyes de la razón.

Uso de la razón: el conocimiento

Kant se plantea el problema del conocimiento en dos pasos: primero, si es posible el conocimiento, y después, qué condiciones intervienen. Para Kant, el conocimiento sí es posible, y la prueba es el conocimiento científico que ha producido Newton y que nadie discute. Kant está de acuerdo con los empiristas en que el origen del conocimiento es la experiencia.

Kant establece que hay dos modos de conocimiento:

  • El conocimiento empírico o a posteriori, que procede de la experiencia. Son individuales y particulares.
  • El conocimiento a priori, que es independiente de la experiencia. Son conocimientos puros, porque no tienen mezcla, de aquí que sean universales y necesarios.

Todo conocimiento válido se expresa en juicios, esto es, en afirmaciones o negaciones entre un sujeto y un predicado.

  • Los juicios analíticos (a priori) son aquellos cuya validez se analiza en su propia composición: el predicado está contenido en el sujeto. Son explicativos, no añaden conocimiento.
  • Los juicios sintéticos (a posteriori) amplían nuestro conocimiento: el predicado aporta información del sujeto.
  • Los juicios sintéticos a priori son una novedad de Kant y tienen dos importantes características: aumentan el conocimiento (por ser sintéticos) y son universales y necesarios (por ser a priori).

Criterio de conocimiento

La ciencia procede en su conocimiento mediante juicios sintéticos a priori.

Principios trascendentales

Lo que hace posible el conocimiento a priori son los principios de la razón.

  • En la estética trascendental, estudia la sensibilidad y los juicios sintéticos a priori en las matemáticas.
  • En la analítica trascendental, estudia la facultad del entendimiento y cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en la física.
  • En la dialéctica trascendental, estudia la facultad de la razón y la posibilidad de la metafísica como ciencia.

La sensibilidad: la estética trascendental

La sensibilidad es la capacidad de recibir representaciones al ser afectados por los objetos.

El conocimiento sensible: espacio y tiempo

Estas afecciones a la sensibilidad que proceden de la experiencia y son a posteriori constituyen la materia del conocimiento, que inmediatamente son ordenadas a priori mediante las formas de la sensibilidad. La sensibilidad percibe los objetos ordenados en un espacio y en un tiempo.

Espacio y tiempo no son realidades, sino formas subjetivas de la sensibilidad humana. Son intuiciones puras porque carecen de contenido empírico.

Los conceptos puros del entendimiento: las categorías

Kant denomina categorías a los conceptos puros del entendimiento. Con las categorías, el entendimiento ordena y valora los datos, sometiéndolos a estos elementos a priori.

El fenómeno y el noúmeno

El conocimiento intelectual no puede traspasar la experiencia si quiere ser válido. En este sentido, Kant distingue:

  • Fenómenos: Manifestaciones sensibles de los objetos al sujeto.
  • Noúmeno: Hay cosas en sí mismas, se muestren o no al sujeto, es decir, independientes de este.

La razón: dialéctica trascendental

En la Crítica de la razón pura, en el comienzo de la segunda parte de la lógica, Kant expresa que se trata de la ilusión trascendental. El campo de la ciencia está limitado a la experiencia. De este modo, actúan la sensibilidad y el entendimiento como fuentes de conocimiento. La razón está acosada por preguntas que la sobrepasan.

Los ideales de la razón: yo, mundo y Dios

  • El sujeto pensante. El yo, o el sujeto absoluto de todos nuestros juicios, da lugar a los cuatro paralogismos de la psicología. La idea de permanencia absoluta del alma o inmortalidad sobrepasa el campo de la experiencia.
  • El mundo como conjunto de todos los fenómenos o el contenido de la cosmología. La idea de mundo, o la totalidad de los fenómenos externos, produce cuatro antinomias (conflicto entre una tesis y su antítesis).
  • Dios o el contenido de la teología. La idea de Ser supremo, como unidad absoluta de la totalidad exterior e interior, se expresa en las pruebas tradicionales para demostrar la existencia de Dios. Tales demostraciones pretenden ir de lo conocido -de lo que tenemos experiencia-, a lo que puede ser conocido, porque de ello no tenemos experiencia.

En conclusión, la metafísica es imposible como ciencia, pues solo es el resultado de las ilusiones.

El uso práctico de la razón

La razón es única, pero tiene dos aplicaciones o usos: es teórica cuando se aplica al conocimiento de los objetos y es práctica cuando la empleamos para la acción moral. De este modo, el ser humano conoce, pero igualmente actúa.

Heteronomía de la moral

Kant analiza el principio supremo de la moralidad. Kant se propone fundamentar la moral. Los defectos de la heteronomía se encuentran en que las normas o leyes se encuentran fuera de la razón: la felicidad, el placer, la mayor felicidad posible, la voluntad de Dios, la propia naturaleza humana racional, los sentimientos. Para tener la característica de todo conocimiento científico, es decir, la universalidad, el fundamento de la obligación no debe buscarse sino a priori, exclusivamente en conceptos de la razón pura. La buena voluntad es la que hace lo que debe, es decir, la acción es conforme al deber, no por deber, no se hace solo por deber ni se actúa por deber.

El fundamento de la voluntad

El fundamento que determina a la voluntad de un ser racional es la ley. Actuar por deber es hacerlo por puro respeto a la ley, que se traduce en máximas o normas. Por lo que la buena voluntad se determinará por la ley.

Imperativo hipotético y el imperativo categórico

Un imperativo es siempre un mandato de carácter ético: prescribe acciones a la voluntad.

  • Condicionales o hipotéticos. Están condicionados por la búsqueda de determinados fines, medios o propósitos, siendo estos el objetivo de la actuación, que en ellos se agota.
  • Absolutos o categóricos. Son incondicionales y se formulan como máximas absolutas. Prescriben las acciones por sí mismas e inmediatamente.

El imperativo categórico no se vincula con ningún fin de la acción, ni con su resultado, sino que se refiere a la intención de la acción.

Formulaciones del imperativo categórico

Kant presenta varias formulaciones del imperativo categórico, atendiendo a diversos aspectos:

  • Fórmula de la ley universal: esta formulación se orienta hacia la universalidad que tiene que tener una norma.
  • Fórmula de fin en sí mismo y fórmula del reino de los fines.

Los postulados de la razón práctica

  • La libertad. El mandato incondicional derivado del imperativo implica necesariamente la libertad.
  • La inmortalidad del alma. La ley moral exige realizar el bien supremo en el mundo.
  • La existencia de Dios. Dios es el fundamento de la felicidad del ser que llegó a la perfección; en él se identifica el ser y el deber.

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