Materia y Forma en Filosofía: Una Guía Completa

Materia y Forma en Filosofía

La materia y la forma constituyen todas las realidades corpóreas, tratadas en filosofía de la naturaleza y en metafísica al abordar la esencia de los entes materiales. Sus componentes, desde el punto de vista de su causalidad, explican cómo uno y otro son causa, y los diversos tipos de causa material y formal.

Naturaleza de la Causa Material

La causa material es aquello de lo cual y en lo cual se hace algo. En relación con los otros géneros de causa, la material se caracteriza como:

  1. Principio potencial pasivo: El carácter de principio es común a la causa material y a las otras tres especies de causas, pues el efecto que originan procede de algún modo de todas ellas. Sin embargo, es distinto el modo en que se deriva de una y otra. La causa material tiene razón de potencia pasiva que contiene al efecto como la potencia a su acto.
  2. Permanente en el efecto: La materia realiza la función de sujeto receptivo de la forma. Aristóteles, atendiendo a estas dos propiedades (origen potencial y sujeto), definió la causa material como aquello de lo que se hace algo como existiendo en él.
  3. Indeterminación: Es otro rasgo distintivo de la causa material, que guarda un estrecho parentesco con su carácter de potencia pasiva. En tanto que es potencia, la materia es algo inacabado, indefinido, abierto a distintas posibilidades, y esa indeterminación se cierra precisamente cuando la forma actualiza una de las posibles realizaciones. Por ejemplo, el mármol, mientras está en potencia para ser esculpido, podría recibir muchas figuras distintas, dando lugar a multitud de esculturas.

Distintos Tipos de Causa Material

  1. La materia prima: Realiza de modo pleno las notas peculiares de la causa material, pues es el sujeto que permanece a través de todos los cambios sustanciales, recibiendo en sí la forma que da origen a los diversos entes corpóreos. Es pura potencia pasiva, desprovista por sí misma de cualquier acto y actividad, y de ahí que sea algo imperfectísimo, incapaz de subsistir si no es actualizada por una forma distinta de ella, es absolutamente indeterminada. Es principio o causa de todos los corpóreos porque las formas sustanciales no espirituales necesitan apoyarse, para subsistir, en una potencia distinta de ellas, que es la materia prima.
  2. La materia segunda: La sustancia, en cuanto es susceptible a recibir formas accidentales, es causa material con respecto a esas perfecciones. La sustancia se denomina materia «segunda» porque ya presupone en su constitución a la materia prima. Como la materia tiene razón de algo imperfecto, de sujeto del acto y de potencia en relación a él, todo lo que de algún modo presenta esos mismos rasgos puede llamarse causa material.

La Causa Formal

Es el acto o perfección intrínseca por el que una cosa es lo que es, en el ámbito de la sustancia o en el de los accidentes. Por ejemplo, el alma es lo que hace que un hombre sea hombre. Cualquier forma es causa con respecto a su materia. La forma sin la cual un ente no sería nada se denomina forma sustancial. Las formas accidentales confieren a la sustancia una configuración que solo puede tener lugar supuesta la sustancia. La forma sustancial confiere al ente su modo de ser fundamental, que es la sustancia; por ejemplo, por el alma, el hombre es hombre. La forma sustancial es acto de la materia prima que la recibe como sujeto. Las formas accidentales actualizan a la sustancia que las sustenta (materia segunda).

La Causalidad Ejemplar

La causa ejemplar es el modelo que guía al agente a la realización de su obra. El agente tiende a plasmar en una materia concreta (materia segunda) la forma ejemplar antes concebida. La causalidad ejemplar se encuentra en todos los procesos causales; pero, más que un quinto género de causa, se asimila a la causa formal y es una condición esencial para que el agente sea realmente causa. Ningún agente puede producir un efecto que él mismo no posea.

Relaciones entre la Causa Material y la Formal

La relación es que la materia es potencia respecto de la forma, y esta es acto de la materia. Luego hay que examinar en qué sentido una y otra son causas mutuas y causas de todo corpóreo. Materia y forma son causas del ente corpóreo. El ente corpóreo depende de su materia prima y su forma sustancial en cuanto al ser y el grado específico en que posee el ser. De ahí que, si se sustrajera la materia o la forma, inmediatamente la cosa dejaría de ser y pasaría a convertirse en otro tipo de sustancia.

Materia y Forma son Causas Mutuas

La materia y la forma sustancial de las sustancias corpóreas no pueden encontrarse disociadas entre sí, la causalidad de ambas se reclaman mutuamente: la materia se dice causa de la forma, en cuanto la forma no es sino en la materia. Si bien de algún modo la materia es causa de la forma y la forma de la materia, su función causal es diversa:

  1. En el caso de la materia prima y la forma sustancial, la forma es causa de la materia en cuanto la organiza específicamente y le da al ser la posibilidad de subsistir. La materia, sin embargo, no le da el ser a la forma, pero la sustenta. La materia es por y para la forma, y no viceversa; esto explica que puedan existir formas espirituales más perfectas que las corpóreas, no recibidas en materia (los ángeles).
  2. La función causal mutua entre la sustancia y las formas accidentales presenta características en parte iguales y en parte diversas a la de la materia prima y su forma correspondiente: en ambos casos, la forma es el acto y hace ser en acto a su materia respectiva, pero mientras la forma sustancial hace ser sin más y su sujeto es pura potencia, la forma accidental no hace ser sin más, sino ser de un modo secundario. Además, los accidentes son por el ser de la sustancia. En consecuencia, la materia (prima) es para la forma sustancial, mientras que la forma accidental es para el perfeccionamiento del sujeto (materia segunda).

La Antropología Filosófica

Es el estudio del hombre, pero desde la perspectiva filosófica. La perspectiva filosófica surge frente al extrañamiento, frente a lo distinto de algo que se me presenta. Es, entonces, esa disciplina que se origina porque el hombre me resulta extraño, distinto, y busco alcanzar una cierta verdad sobre ese objeto-sujeto.

Objeto-Sujeto de la Antropología Filosófica

Para algunos, el hombre es un viviente enfermo, ya sea orgánica o psicológicamente. El hombre es, entonces, algo que necesita curarse, de modo que la perspectiva con la cual se lo estudia es desde la enfermedad para la salud. Para otros, en cambio, el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios, apenas inferior a un ángel. El hombre, así considerado, es una realidad llamada a lo divino; estudiar al hombre es estudiar lo divino que en él habita. También encontramos a aquellos que sostienen que el hombre es un ser social, un animal político. Para algunos, esta sociedad es el lugar natural del hombre; para otros, en cambio, es el lugar donde aprende todos los vicios, toda la maldad. Para entender el objeto de la antropología filosófica en su totalidad, Kant plantea la pregunta: ¿qué es el hombre?

La Respuesta de Aristóteles

El término acto se aplica a todo aquello que es aquí y ahora, vale decir, que tiene existencia actual; en cambio, el término potencia se aplica a todo aquello que puede llegar a ser o existir. Por otra parte, materia y forma son los dos principios que constituyen a todas las sustancias del mundo físico, siendo sustancia todo aquello que es en sí mismo y no en otro. La materia es aquello de lo cual está hecha la sustancia.

La materia es potencia porque puede llegar a ser diversas sustancias. La forma es la que actualiza a la materia en tanto la hace ser esta determinada sustancia y no otra. Hay distintos niveles de materia y forma, y existe una materia común a todos los seres físicos, anterior a toda forma, que es la que Aristóteles denomina materia prima. Esta será, por carecer de toda forma, pura potencia. La materia prima y la forma no existen por sí mismas, siempre se dan unidas constituyendo la sustancia. Se denomina forma sustancial o esencia a aquella que, al unirse a la materia prima, hace que la materia se convierta en esa sustancia y no en otra, y el término forma accidental se aplica a aquellas cualidades que pueden estar presentes o no sin que por ello se modifique esencialmente la sustancia.

Aristóteles hace una distinción entre los dos órdenes de sustancia que existen en el universo físico: las vivientes y las no vivientes. Se distinguen entre sí por la forma. Las sustancias vivientes tienen un principio vital. Ese principio vital, Aristóteles lo llama alma, y es la forma sustancial de todo ser viviente.

Actividades de un Animal

Aristóteles distingue tres grados de perfección entre los seres vivientes, a cada uno de los cuales corresponde un tipo de alma distinta: vegetales, animales y hombre. Las actividades de un animal son:

  • Conocimiento sensible: Los sentidos reciben la forma de un objeto concreto, pero no su forma esencial; se perciben sus accidentes. Solo pueden recibir la forma de los objetos; si también asimilaran la materia de los mismos, los objetos conocidos se destruirían.
  • Apetito sensible: El animal desea o rechaza aquello que le muestran los sentidos.
  • Locomoción: Le permite al animal dirigirse hacia o apartarse del objeto en tanto lo desee o lo rechace.

Aristóteles considera al hombre superior porque reúne las perfecciones de los niveles anteriores, pero agrega otras que le son propias. El alma humana posee la facultad intelectiva y posee el apetito intelectual o voluntad. Aristóteles parte del hecho de que solo conocemos a través de los sentidos, de modo que la inteligencia debe operar a partir de los datos suministrados por aquellos.

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