El Papel de la Técnica en la Vida Humana: Ortega y Gasset

La Técnica y la Universidad

Ortega y Gasset lamentaba la falta de integración del saber técnico en la universidad y su aún no consolidación como saber científico. Atribuía esto a un atraso, difícil de entender para él, dado que el saber técnico precede a la ciencia. Criticaba la pérdida de tiempo en la universidad, equiparándola a una pérdida de vida. Para Ortega, no hay hombre sin técnica, considerándola consustancial a la existencia humana. Argumentaba que la técnica se ha vuelto imprescindible, tanto individual como colectivamente. Históricamente, la técnica es una condición ineludible, haciendo impensable la vida sin ella. El hombre, que antes vivía en y por la naturaleza, ahora vive en una sobrenaturaleza artificial.

La Técnica y la Desorientación Humana

Ortega y Gasset señalaba que la técnica, con su superabundancia, podía desorientar al hombre y hacerle perder el sentido de su existencia. La técnica presenta peligros y oportunidades que deben ser advertidos. En el caso de la física, que debería ser la técnica de las técnicas, existe el riesgo de que se vuelva tan teórica que pierda contacto con la realidad material. Esta física teórica sería un lenguaje descriptivo, pero no real. La física busca distinguir causa y efecto para predecir acontecimientos, lo que la acerca a la técnica. Así, la física es teoría y la técnica, práctica.

La Técnica y la Ciencia

Para Ortega, la técnica es una forma hueca en sí misma, genérica, que necesita nutrirse de la ciencia. La técnica permite manipular y transformar objetos, pero requiere conocimiento científico previo. Si un científico calcula la velocidad de un vehículo, se necesita un ingeniero para construir uno más veloz. Ortega abogaba por el cultivo de la técnica, incluso en detrimento del saber teórico, dada su ventaja histórica. Citaba ejemplos como Leonardo Da Vinci y Galileo, científicos y técnicos ajenos a la universidad, más cercanos a los talleres. Para Ortega, ciencia y técnica se ocupan de lo mismo, y la universidad debería atender ambas con igual intensidad.

Estar y Bienestar: La Técnica como Producción de lo Superfluo

La Técnica como Ahorro del Esfuerzo

Ortega afirmaba que la técnica proporciona objetos «innecesarios» y «superfluos» que, paradójicamente, proporcionan una «buena vida», liberando al hombre de las ataduras naturales. Así, el hombre se libera de la animalidad y transforma la naturaleza. Lo superfluo se vuelve necesario.

Ante necesidades elementales como comer, el ser humano muestra gran elasticidad, sometiéndose a regímenes estrictos por motivos banales. Sin embargo, existen necesidades artificiales a las que, una vez adquiridas, el hombre no renuncia, como la posesión de ciertos aparatos. Así, necesidades superfluas objetivamente se vuelven más necesarias que las objetivamente necesarias.

De aquí se extraen dos conclusiones:

  • El concepto de necesidad humana abarca tanto lo necesario como lo superfluo, sin prioridad entre ambos.
  • El estar en el mundo implica no solo estar, sino estar bien: el bienestar.

El hombre no se conforma con vivir, sino que busca el bienestar, llegando incluso al suicidio si no lo alcanza. Este bienestar se logra mediante la técnica, que transforma la naturaleza en un lugar agradable. La técnica se adapta al devenir de la vida, evolucionando constantemente.

Otro aspecto de la técnica es el ahorro del esfuerzo. El esfuerzo de desarrollar una técnica compensa el ahorro de esfuerzo posterior. Por ejemplo, inventar una máquina de coser ahorra tiempo y mejora la calidad del trabajo. Viajar en avión ahorra tiempo y esfuerzo. El esfuerzo ahorrado permite reinventar la vida. Con la técnica, el hombre se convierte en un «animal fantástico» con posibilidades increíbles.

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