El Pensamiento de Santo Tomás de Aquino: Fe, Razón y Existencia de Dios

El Pensamiento de Santo Tomás de Aquino

La Armonía entre Fe y Razón

Santo Tomás de Aquino (ST) representa el apogeo de la escolástica. Su pensamiento supone el equilibrio entre fe (sobrenatural) y razón (natural). Fe y razón no se oponen entre sí, sino que mantienen relaciones de armonía y complementariedad. La filosofía ayuda a la teología demostrando rigurosamente algunas verdades de fe que pueden ser alcanzadas por la razón.

La Existencia de Dios

ST considera que una tarea fundamental de la razón consiste en demostrar la existencia de Dios. Rechazó el argumento de San Anselmo porque, según Aquino, la proposición «Dios existe» es evidente en sí misma; sin embargo, no es evidente para nosotros y tiene que ser demostrada. Siguiendo a Aristóteles, ST piensa que todo conocimiento humano comienza por los sentidos. Rechaza la demostración «propter quid», que parte de la causa, y afirma que es posible llegar a conocer que Dios existe partiendo de sus efectos.

Las Cinco Vías

Aquino propone cinco vías para demostrar la existencia de Dios:

  1. Del movimiento
  2. De las causas eficientes
  3. De la contingencia de los seres
  4. De los grados de perfección
  5. Del orden y finalidad del universo

Todas presentan una estructura similar, y se concluye afirmando la existencia de Dios como término del camino realizado.

Finalmente, ST afirma que Dios creó el mundo de la nada. Los seres creados son seres contingentes. Dios es un ser necesario, es el único ser en el que esencia y existencia se identifican; no puede no existir.

El Ser Humano

ST concibió al ser humano desde la tradición cristiana y griega. El ser humano es un ser creado, posee la singularidad de reunir lo espiritual y lo sensible. El hombre está formado por la unión sustancial de cuerpo y alma, que se unen de manera natural de modo que el alma es el principio de vida. Está dotada de facultades estructuradas jerárquicamente:

  • Vegetativa
  • Sensitiva
  • Motriz
  • Apetitiva
  • Racional

Además de entendimiento, tiene voluntad para dirigirse al bien.

El Conocimiento

Según ST, que sigue a Aristóteles, conocemos mediante un proceso de abstracción. Los sentidos externos captan objetos materiales, fruto de ellos es la imagen que queda: «fantasma». A continuación, el entendimiento agente (activo) recibe las representaciones sensibles y capta lo inteligible que estas conservan (especie impresa). El entendimiento agente se encarga de la desmaterialización del objeto sensible por medio de la abstracción, que consiste en separar la esencia del objeto, de sus características individuales. La comprensión de esa esencia la lleva a cabo el entendimiento paciente, que al recibir la especie impresa reacciona, formando el concepto universal (especie expresa). De este modo el entendimiento conoce lo universal de los objetos a partir de la singularidad de los mismos.

Ley Natural y Ley Positiva

Los hombres logran alcanzar el bien siguiendo el mandato de la ley natural a su razón, que no es más que la presencia, en la criatura racional, de la ley eterna, o razón divina que gobierna el mundo. Se manifiesta en tres contenidos:

  1. Conservación de la propia vida
  2. Procreación y cuidado de los descendientes
  3. Conocimiento de la verdad y vivir en sociedad

La ley natural es evidente, universal e inmutable. Además de la ley natural, los seres humanos nos regimos por las leyes positivas, que son una exigencia y prolongación de la ley natural a la que no pueden ser contrarias. Por tanto, las leyes positivas que no estén de acuerdo con la ley natural son injustas y, en consecuencia, no pueden obligar.

Virtudes y Vicios

Una disposición habitual para hacer el mal es el vicio; en cambio, cuando la disposición es hacia el bien se trata de una virtud. Las virtudes llevan al bien y a la felicidad. Aquino distingue entre virtudes intelectuales, morales y teologales. Lo primero que ordena la ley natural es hacer el bien y evitar el mal. Dios impulsa al ser humano hacia el bien supremo y hacia la felicidad. Pero cuando el ser humano se desvía voluntariamente de los fines propios de su naturaleza y actúa mal, hace un mal uso de su libertad.

El Mal

El mal es el resultado de la libertad humana y se produce cuando el hombre mira al mundo en vez de a la transcendencia y lo corrompe mediante su pecado. El hombre es responsable del mal en el mundo, no Dios.

La Sociedad

Por último, ST sostiene que el hombre tiende por naturaleza a vivir en sociedad y piensa que la monarquía es la mejor forma de gobierno para garantizar el bien común. El poder ha de estar subordinado al poder de la Iglesia como comunidad de los cristianos. La ley natural es la referencia fundamental para determinar la legitimidad de una ley. Los bienes que hay en el mundo han sido creados y, por tanto, son comunes, aunque acepta la propiedad particular como derecho para consolidar la familia, pero indicando siempre su función social.

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