El Alma
El alma es la forma del cuerpo. Como forma, el alma es el principio vital. Todos los seres vivos tienen alma, tienen vida, tienen movimiento. Aristóteles distingue tres clases de alma o funciones del alma:
- Vegetativa: Propia de las plantas, lleva en sí las funciones de crecimiento, nutrición y reproducción.
- Sensitiva: Propia de los animales, supone un orden más alto en la jerarquía de los vivientes. Los animales tienen apetencias, deseos, percepciones sensibles y movimiento local.
- Racional: Propia del hombre, tiene la capacidad de pensar y entender. El alma humana está formada por dos principios: uno activo (el entendimiento agente) y otro pasivo (el entendimiento paciente).
A partir de esta teoría sobre el alma, Aristóteles explica el problema del conocimiento humano como mezcla de conocimiento sensible e intelectual. El hombre tiene un conocimiento sensible que le viene del cuerpo y del alma sensitiva y un conocimiento racional que le viene por el alma racional.
La Virtud
Esta actividad racional debe dirigir y regular todos los actos de la vida humana y en esto consiste la virtud: “la felicidad es una cierta actividad del alma conforme a la virtud perfecta”. En griego es “areté”, que significa fuerza, poder, energía; es como la potencia o capacidad de un ser, de una cosa, para llegar a ser esa misma cosa, ese mismo ser; es esa fuerza que le hace llegar a su perfección, a su plenitud.
Además, la virtud procede del hábito, requiere esfuerzo de la voluntad, voluntario y libre, que implica deliberación y elección. Aristóteles no comparte el intelectualismo moral de Sócrates, que identificaba saber con la virtud. No basta con saber el bien para practicarlo.
Tipos de Virtudes
- Virtudes dianoéticas: La buena ejercitación de la actividad intelectual o racional, en todos sus aspectos, nos dota de excelencias o eficiencias teóricas que son denominadas virtudes dianoéticas. Estas virtudes son todas aquellas que están relacionadas con la capacidad de reflexión y deliberación.
- Virtudes éticas: Las virtudes éticas están relacionadas con la manera de actuar en el mundo, controlando nuestras pasiones y nuestros deseos; es el dominio de la parte irracional (sensitiva) del alma.
El Ser Humano como Animal Político
El ser humano es por naturaleza un ser esencialmente político, social. Su esencia es pertenecer y convivir en sociedad, en una comunidad donde pueda realizarse como tal y desarrollar todas sus posibilidades. El hombre aislado no puede realizarse completamente. Lo importante es que el hombre es un animal político que para realizarse necesita de la polis. Ésta es la culminación de un desarrollo de las distintas asociaciones humanas: familia, tribu, aldea y finalmente polis. La ciudad es una forma natural de vida humana. Si para Platón lo ideal era hacer una ciudad justa, para Aristóteles la naturaleza de una sociedad es ser feliz.
Su método de investigación es diferente al de Platón. Parte del conocimiento real de los diferentes Estados, los diferentes sistemas políticos de la época, elaborando así La Política. Así, el hombre como animal social se agrupa socialmente porque le pertenece a su naturaleza, tiene la tendencia a lograr su propia perfección en la polis.
Los Regímenes Políticos
Aristóteles siempre estuvo en contra de la democracia, considerando que la mejor forma era ciudadanos de clase media con un gobierno aristocrático, término medio entre la monarquía y la democracia. A pesar de todo, niega la posibilidad de un Estado perfecto. Cada pueblo vive unas circunstancias geográficas, climáticas, culturales… que hacen imposible establecer un orden general válido para todos. Así, cada comunidad deberá encontrar la organización que se adapte mejor a sus necesidades y recursos.
Dentro de esta necesidad de adaptar el sistema constitucional al carácter y necesidad de un pueblo, Aristóteles distingue tres constituciones justas: monarquía, aristocracia y politeia; y tres injustas: tiranía, oligarquía y demagogia.
El Estado es también un ser dinámico que tiende a un fin: la felicidad de sus ciudadanos. No sólo se trata de sobrevivir, sino de vivir bien, y no en abundancia de bienes materiales, sino llevar una vida conforme a la virtud. Así, el objetivo de la política será dar las condiciones para que se dé una vida buena y perfecta, satisfacer las necesidades primarias y materiales, velando para que el individuo y el Estado alcancen la felicidad.
En la sociedad, cada individuo ocupa el lugar que le corresponde en función de su capacidad natural y los más preparados de los guerreros serán los gobernantes. Propone como forma de gobierno la politeia donde gobiernan los más preparados de la clase media (equilibrio entre los dos extremos).
Es propio de la naturaleza humana vivir en sociedad: correlativo a la felicidad individual (ética) está el bien de toda la sociedad (política). La función del Estado consiste en hacer virtuosos a los ciudadanos para que sean felices, educarles en la virtud (fortaleza, moderación y justicia).
Aristóteles habla de tres formas de Estado: monárquico, aristocrático y gobierno constitucional, y sus correspondientes corrupciones o degeneraciones: tiranía, oligarquía y demagogia.