Relaciones de Ideas vs. Cuestiones de Hecho
Según Hume, las relaciones de ideas son proposiciones a las que llegamos por razonamiento, sin necesidad de recurrir a la experiencia. Se basan en el principio racional de no contradicción y son universales y necesarias.
Las cuestiones de hecho, en cambio, se refieren a hechos que dependen enteramente de la experiencia. La única garantía de su verdad es la experiencia misma. Estas proposiciones generan conocimientos particulares y probables, no universales ni necesarios. Las normas morales, según Hume, son cuestiones de hecho.
Crítica de los Conceptos Metafísicos
Crítica de la Causalidad
Hume critica la idea de causa como una conexión necesaria entre dos fenómenos contiguos espacio-temporalmente. Argumenta que la relación causa-efecto no se conoce a priori, sino a través de la experiencia, que nos muestra conjunciones constantes de eventos. Sin embargo, no podemos tener impresiones de hechos futuros, por lo que no podemos conocer la necesidad de la conexión causal.
La supuesta conexión necesaria no es una relación de ideas, sino una cuestión de hecho. Pero no percibimos tal conexión, solo dos fenómenos que llamamos causa y efecto. Por lo tanto, la idea de causa no es válida.
Consecuencias de la Crítica a la Causalidad
- Las ciencias empíricas basadas en leyes causales no pueden ofrecer conocimiento universal y necesario.
- El principio de causa aristotélico queda invalidado.
Lo que nos lleva a esperar los mismos efectos de las mismas causas es el hábito o costumbre, un principio de la naturaleza humana. La costumbre genera creencias, no conocimientos.
Crítica de la Sustancia Material
Hume define sustancia como una realidad diferente a las impresiones, independiente de ellas y sustrato de las mismas. Argumenta que no deriva de ninguna impresión. Solo tenemos impresiones de cualidades como olor, color o figura, pero no de la sustancia material en sí. Por lo tanto, la idea de sustancia material como entidad distinta de nuestras impresiones mentales no es válida.
Crítica del Yo o Sustancia Personal
Muchos filósofos afirman la existencia de un yo o sustancia espiritual, invariable y permanente a lo largo de la vida. Sin embargo, Hume argumenta que no hay ninguna impresión del yo. Solo tenemos impresiones variables y sucesivas, no una impresión constante y permanente. Por lo tanto, la idea de un yo como sustancia distinta de las impresiones no es válida.
Hume niega la validez de la idea de alma. La explicación de la conciencia de nuestra identidad es la memoria, que nos permite conocer la relación entre las impresiones sucesivas.