Pensamiento de Santo Tomás de Aquino: Metafísica, Ética, Política, Fe y Razón

Metafísica: Esencia y Existencia

La Influencia de Aristóteles

Para comprender la metafísica tomista, es fundamental entender la metafísica aristotélica, ya que Santo Tomás utiliza argumentos aristotélicos para conciliar el dogma cristiano con la razón.

La Materia Prima y la Creación

La teoría aristotélica plantea la necesidad de una materia prima eterna. Esta idea contradice el dogma de la fe de la creación ex nihilo (de la nada). Si existe materia prima, la nada deja de ser nada y se convierte en algo.

La Reformulación Tomista

Santo Tomás reformula esta teoría para salvaguardar la fe, utilizando la filosofía aristotélica como herramienta para armonizar cristianismo y filosofía, resolviendo el conflicto entre razón y fe. En esta reformulación, Santo Tomás incorpora distinciones filosóficas establecidas por filósofos islámicos.

Esencia y Existencia en Dios y las Criaturas

Según Santo Tomás, en Dios, esencia y existencia coinciden, ya que es necesario y no es posible concebir su esencia separada de su existencia. En los seres contingentes, la esencia no implica la existencia. Santo Tomás distingue tres clases de sustancias:

  • Sustancias corporales: Sustancias compuestas, que abarcan todas las cosas materiales.
  • Sustancias simples: Sustancias inmateriales, como los ángeles.
  • El alma humana: Considerada como tal, también es una sustancia simple.

Relación entre Existencia y Sustancia

Santo Tomás establece una relación de acto y potencia entre existencia y sustancia. La esencia es potencia respecto a la existencia, y la existencia es la actualización de esa esencia. Así, la materia y la forma están en potencia con respecto a la existencia.

Ética y Política

La Felicidad

Santo Tomás de Aquino coincide con Aristóteles en que nuestro fin es la felicidad, pero distingue dos tipos: la natural, alcanzable en esta vida mediante el esfuerzo, y la sobrenatural, que requiere la gracia de Dios y solo es posible después de la muerte.

La Acción Humana

El ser humano actúa conociendo el fin que persigue y utilizando los medios necesarios para alcanzarlo.

La Ley Moral y la Ley Natural

Santo Tomás identifica la ley moral (“haz el bien y evita el mal”) con la ley natural, que es universal.

El Ser Humano como Ser Social y los Tipos de Leyes

Santo Tomás, como Aristóteles, considera al ser humano un ser social. Para abordar los problemas de los cristianos, distingue tres tipos de leyes:

  • Ley eterna: El plan divino que rige todo lo creado.
  • Leyes positivas: Pueden ser humanas (establecidas por la sociedad) o divinas (como los mandamientos).

Este punto de vista implica que las leyes humanas deben ser justas y racionales, acordes con la ley natural. Solo tienen validez si se ajustan a ella.

Fe y Razón

La Búsqueda de la Verdad

Santo Tomás retoma el debate medieval sobre la fe y la razón. Considera que son dos caminos para alcanzar la verdad, y que solo hay una verdad, ya que tanto el ser como la revelación provienen de Dios. Por lo tanto, razón y fe son independientes, y ambas conducen a Dios.

Objeto Material y Objeto Formal

Siguiendo a Aristóteles, Santo Tomás distingue en cada ciencia su objeto material (de lo que se ocupa) y su objeto formal (el punto de vista del estudio). Fe y razón (teología y filosofía) comparten el mismo objeto material (la realidad), pero difieren en su objeto formal: la filosofía estudia la realidad, mientras que la teología la considera como causada por Dios.

Clasificación de las Verdades

Santo Tomás distingue tres tipos de verdades:

  • Verdades que son artículos de fe: Reveladas por Dios, inalcanzables por la razón (ejemplo: la Trinidad).
  • Verdades que son preámbulos de la fe: Reveladas por Dios, pero también accesibles a la razón (ejemplo: no matar).
  • Verdades naturales: Alcanzables solo por la razón (ejemplo: la ley de la gravedad).

La Colaboración entre Fe y Razón

Santo Tomás argumenta que la razón puede hacer más inteligible al entendimiento humano las verdades reveladas. Fe y razón, aunque distintas en su objeto formal, no se contradicen, ya que su fuente es Dios. Esta distinción permite su colaboración.

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