La Crítica de la Razón: Un Acercamiento a Kant
La Razón y el Conocimiento
El punto de partida de la tercera facultad del conocimiento kantiano es la distinción entre razón y entendimiento. Mientras el entendimiento conoce aplicando conceptos a los fenómenos (experiencia), la razón piensa, organizando conceptos según relaciones lógicas. De esta actividad surgen las Ideas de la razón:
- Alma: Conjunto de conocimientos sobre la experiencia interna.
- Mundo: Conjunto de conocimientos sobre la experiencia externa.
- Dios: Síntesis de alma y mundo.
Aunque las Ideas permiten pensar la totalidad de los fenómenos, no nos dan conocimiento, pues carecemos de intuición (experiencia) de ellas. Por tanto, la metafísica como ciencia es imposible, ya que el límite del conocimiento es la experiencia sensible.
La Inclinación Metafísica del Hombre
A pesar de la imposibilidad de la metafísica como ciencia, el hombre, como animal metafísico, se pregunta por su identidad, el sentido del mundo y la existencia de Dios. Kant denomina a esta tendencia al error ilusión trascendental. Si bien no podemos conocer las Ideas de la razón, podemos darles un uso regulativo:
- Negativo: Señalan los límites del conocimiento.
- Positivo: Impulsan la organización de los conceptos del entendimiento.
Los Postulados de la Razón Práctica
Kant propone un acercamiento a los temas metafísicos a través de la razón práctica. Los postulados son presupuestos necesarios para la existencia de la moralidad:
- Libertad: Condición para el deber, la culpa y la responsabilidad.
- Inmortalidad del alma: Garantía del progreso indefinido en la virtud.
- Existencia de Dios: Para que coincidan virtud y felicidad.
Dios, inmortalidad y libertad son noúmenos, indemostrables e incognoscibles. Los postulados permiten creer en ellos con una «fe racional». El resultado de las Críticas es «suprimir el saber metafísico para dar lugar a la fe».
El Imperativo Categórico
La Moral en Kant
En la Crítica de la razón práctica, Kant busca el fundamento de una ley moral universal. Distingue entre máximas (principios subjetivos) y leyes prácticas (principios objetivos y universales).
El Deber Moral
El deber moral es un hecho del que todos somos conscientes. La libertad se alcanza al obedecer la ley moral del deber. Al dejarnos llevar por los instintos, somos determinados.
La Intención y las Consecuencias
Para Kant, la intención es central en la valoración moral de una acción, no sus consecuencias. Una buena voluntad, guiada por una buena intención que busca cumplir el deber por respeto al deber, es lo único bueno.
Obrar por Deber vs. Conforme al Deber
Obrar conforme al deber es motivado por el miedo al castigo, mientras que obrar por respeto al deber es actuar por convicción. El Estado exige obrar conforme al deber (legalidad), mientras que la moral exige obrar por respeto al deber (moralidad).
Moral Material vs. Moral Formal
- Moral material: Define qué hacer y qué fin obtener. Sus imperativos son hipotéticos («Si quieres… entonces debes…») y empíricos. No son universales ni a priori.
- Moral formal: No propone fines ni normas concretas. Es a priori y se formula mediante el imperativo categórico, no hipotético. Es autónoma.
El Imperativo Categórico
El imperativo categórico se formula como: «Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal». Es categórico porque no está condicionado y formal porque no dicta qué hacer. Exige que una máxima personal pueda ser universalizada para ser un deber moral.
Otra formulación es: «Obra de tal manera que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin y nunca solamente como un medio». Considera a cada ser humano racional como un fin en sí mismo.
Los postulados de la razón práctica son condiciones necesarias para la existencia de la moralidad. Rescatan los temas metafísicos a través de la razón práctica.