El Concepto del Hombre a Través de la Historia

El Hombre en la Edad Media

Con la expansión del cristianismo por Europa, la fe cristiana tuvo un papel determinante en el concepto del ser humano. Existía una visión teocentrista de la realidad:

• El hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios.
• El hombre tiene libertad de decisión.

El cristianismo en la Edad Media promovía la dignidad e igualdad de todos los hombres. El hombre estaba compuesto por cuerpo y alma, siendo el alma inmortal y más importante. No obstante, a diferencia de los griegos, para el cristiano el cuerpo también era importante; de hecho, al final del credo se hace referencia a la resurrección de la carne.

Uno de los filósofos más importantes de esta edad fue Santo Tomás de Aquino, quien defendía la composición del hombre por cuerpo y alma, y la unión de ambos. Decía que el alma solo podía nutrirse de la experiencia a través del cuerpo. La perspectiva de Santo Tomás tiene su fundamento filosófico en Aristóteles, el filósofo griego que decía que todos los seres estaban compuestos de materia y forma, inseparables. En el caso del ser humano, la materia correspondía con el cuerpo y la forma con el alma. Con la Edad Media, las ideas de Aristóteles se pasaron por el filtro del cristianismo.

El Hombre en la Modernidad

La modernidad filosóficamente comienza con Descartes. Para este autor, el hombre está formado por cuerpo y alma. El cuerpo sería la res extensa y el alma la res cogitans. La res extensa está dominada por las leyes físicas y biológicas. La res cogitans, la razón, se corresponde con el pensamiento y la libertad.

En el siglo XVIII destacamos a Kant y su concepto de hombre. Para Kant, el hombre presenta dos dimensiones opuestas: el ser natural y el ser racional. El ser natural está sometido a las leyes físicas y biológicas, y es egoísta, ya que desea la satisfacción de sus necesidades. El ser racional se ocupa del conocimiento y de la acción moral.

Al margen de esto, la filosofía trata de responder cuatro preguntas:

• ¿Qué puedo conocer?
• ¿Qué debo hacer?
• ¿Qué me cabe esperar?
• ¿Qué es el hombre?

Estas preguntas llevan a Kant a preguntarse por su momento histórico, dando lugar a otra pregunta: ¿Qué es la Ilustración? Kant dice que la Ilustración es la mayoría de edad del hombre; el hombre no necesita de nada para avanzar en la vida. Hay dos problemas que dificultan el avance del hombre: la pereza y la cobardía.