El Pensamiento de Tomás de Aquino sobre Fe y Razón

Tomás de Aquino y las Tesis Anerronistas

Tomás de Aquino rechaza las tres tesis anerronistas: 1) la eternidad del mundo, 2) la tesis que dice que el alma no es inmortal, y 3) la tesis de la doble verdad, una verdad de fe y otra de razón. Según Tomás de Aquino, la verdad es una y única, pero presenta dos ámbitos de manifestación:

1. Verdad Sobrenatural: Es intrínsecamente sobrenatural, excede nuestra capacidad limitada y es revelada por Dios. Necesita de la fe, ya que no podemos acceder a ella directamente.

2. Verdad Natural: Es aquella a la que podemos acceder gracias a nuestras facultades naturales: los sentidos y la razón. Se refiere al conocimiento del mundo físico. La filosofía se ocupa de este ámbito y debe trabajar de forma demostrativa, con un método adecuado basado en la razón.

3. Preámbulos de la Fe: Existe una parte de la verdad sobrenatural que, además de ser revelada, es cognoscible y argumentable racionalmente. En estos preámbulos de la fe, no puede haber contradicción entre filosofía y teología. Si no se llega a la misma conclusión, la filosofía debe revisar sus afirmaciones, usando la fe como criterio extrínseco negativo. Filosofía y teología deben colaborar, la teología debe dejarse ayudar por la razón, usando métodos demostrativos y aclaratorios. La fe busca a la razón y la razón busca a la fe, creando una relación de mutua colaboración.

La Demostración de la Existencia de Dios

Según Tomás de Aquino, la proposición «Dios existe» no es evidente y, por lo tanto, debe ser demostrada. Una proposición evidente es aquella en la que la información del predicado ya está contenida en el sujeto, como en los primeros principios lógicos. Existen dos clases de proposiciones evidentes:

1. Evidentes en sí mismas y para nosotros: Por ejemplo, «el hombre es un ser racional».

2. Evidentes en sí mismas, pero no para nosotros: Por ejemplo, «Dios existe».

Tomás de Aquino rechaza las demostraciones a priori, que van de la causa (Dios) al efecto. Por eso, rechaza el argumento ontológico de San Anselmo. En su lugar, propone una demostración a posteriori, que parte de la experiencia y se remonta a la causa desconocida, pero deducible. Es una prueba que va del efecto (mundo) a la causa (Dios).

Las Cinco Vías de Tomás de Aquino

Tomás de Aquino propone cinco vías a posteriori para demostrar la existencia de Dios, todas con el mismo esquema argumentativo:

  1. Todas las vías parten de un hecho físico constatable de la naturaleza (efecto).
  2. La necesidad lógica de que todo efecto tiene una causa diferente y anterior.
  3. La imposibilidad lógica de remontarse a una serie indefinida de causas en un mundo finito.
  4. La necesidad de apelar a una causa primera, distinta de las causas intermedias, que es Dios.

La Naturaleza de Dios

Una vez demostrada la existencia de Dios como ser subsistente y causa primera, surge la pregunta sobre su esencia o naturaleza. Dado que somos seres limitados y no tenemos percepción directa de Dios, solo podemos tener un conocimiento limitado de Él. Tomás de Aquino propone tres vías para acercarnos a la naturaleza divina:

1. Vía de la Negación: Eliminar del concepto de Dios todo lo imperfecto, negativo y limitado.

2. Vía Afirmativa: Adjudicar a Dios atributos positivos, no de modo unívoco ni equívoco, sino por analogía.

3. Vía de la Eminencia: Atribuir a Dios todas las perfecciones en grado sumo, como omnipresente, omnisciente, perfecto y eterno.

La esencia de Dios consiste en ser el único ser plenamente subsistente, en quien esencia y existencia coinciden. Tomás de Aquino distingue dos tipos de realidad:

1. Realidad Increada: El ser subsistente que existe por sí mismo.

2. Realidad Creada: Seres que tienen existencia por analogía.

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