Este análisis se centra en la comparación entre Marx y Nietzsche, dos pensadores que comparten el interés por investigar la situación de una sociedad en crisis que necesita ser transformada. Ambos utilizan el método genealógico, buscando elementos profundos que puedan esconderse detrás de las manifestaciones sociales y culturales. Junto a Freud, Marx y Nietzsche pertenecen a la **la escuela de la sospecha**.
Similitudes y diferencias en sus críticas
Ambos autores critican el **idealismo hegeliano**, aunque por razones diferentes. Marx lo critica por considerar que son los elementos **materiales** los que predominan en la explicación de la sociedad (**materialismo**), mientras que Nietzsche lo hace por el **racionalismo extremo** que constituía el idealismo. Ambos proponen una transformación de la realidad: Marx, de tipo social y económico, y Nietzsche, moral y filosófico. Sin embargo, difieren en sus objetivos. El objetivo de Marx es **comunitario** (toda la clase obrera), mientras que el de Nietzsche es **individualista**. El **igualitarismo** propuesto por Marx, basado en el nivel económico o social, es rechazado por Nietzsche, ya que considera que destruye la **posibilidad creativa** y la **capacidad de diferenciación** que caracterizan al **superhombre**. Para Nietzsche, este igualitarismo reemplaza el **rebaño religioso** por un **rebaño ideológico, económico y social**, anulando la **voluntad de poder** y el **perspectivismo**.
Desenmascaramiento de la moral y la sociedad
Nietzsche inicia un proceso de **desenmascaramiento de la moral dominante**, concluyendo que su creación es fruto de la **debilidad** y el **temor** de algunos individuos a aceptar la vida tal como es. Considera que estos individuos, cobardes incapaces de enfrentarse a la realidad, crean un mundo «mejor» en la filosofía de Sócrates, Platón y los filósofos racionalistas. Llenos de odio, inventan valores que Nietzsche considera mezquinos (bondad, compasión, sumisión, humildad, etc.) que van en contra de los que refuerzan la vida.
Por otro lado, el proceso de desenmascaramiento iniciado por Marx se centra en la **la sociedad**. Su diagnóstico muestra que **la economía** es el fundamento de la **la ideología**. Los valores, la conciencia, el derecho y la cultura de una sociedad (la ideología, la superestructura) constituyen una deformación y una ocultación de la realidad. Marx considera que la **propiedad privada** y la **división del trabajo** son el fundamento de dicha sublimación de la realidad. La ideología tiene la función de dominar y someter a la **la clase trabajadora**, así como justificar los intereses de **la clase dominante**.
La crítica a la religión
Marx y Nietzsche coinciden en su **crítica a Dios y a la religión**. Ambos concuerdan en que la creación de la figura divina es un síntoma de una sociedad enferma, en crisis. Marx, cuya idea es totalmente asumida por Nietzsche, considera que es el hombre quien crea a Dios, no Dios al hombre. Sin embargo, difieren al buscar la raíz última, el origen de esta invención.
Marx, asumiendo la crítica de Feuerbach a la religión, parte de la idea de que los individuos proyectan sus cualidades y características en un mundo ilusorio y en un ser superior a quien adoran. La religión y Dios tienen funciones claras: consolar y favorecer la resignación de los oprimidos ante un mundo injusto con la esperanza de un mundo mejor, y servir a la clase dominante para controlar a la clase subyugada. Es, en definitiva, el **opio del pueblo**.
Nietzsche, por el contrario, considera que Dios es un invento de los individuos débiles de carácter que, superados por la fuerza y los avatares de la vida, se inventan otra mejor. Supone el triunfo de los **valores cristianos**, que Nietzsche considera **descendentes** y **antinaturales**, propios de la **moral de esclavos** creada por Pablo de Tarso en su lectura del mensaje de Jesús.
Finalmente, aunque Marx ve la necesidad de eliminar la creencia religiosa, difiere con Nietzsche en la manera de llevarlo a cabo. Según Nietzsche, con la **muerte de Dios**, y tras superar la etapa **nihilista** (el pesimismo y malestar de la cultura occidental), el **último hombre** estará en disposición de asumir plenamente los valores **dionisiacos**. El nihilismo constituye un paso inexorable entre el hombre dependiente de Dios y el superhombre que se ha liberado de él. Para Marx, y he aquí su crítica a Feuerbach, no basta con eliminar la **alienación religiosa**, sino que esta, como la alienación política, solo podrá ser superada cuando se acabe con la **la alienación económica**, que está en el origen de todas las otras formas de alienación.