Platón
Platón intenta dar respuesta a una de las grandes cuestiones de su época, la physis. Un griego entiende por physis la unidad de lo múltiple, y lo que permanece en lo que cambia (por ejemplo, agua). Para Platón es la idea, principio formal, no material, aquello que responde a esta cuestión. Anterior a esta teoría, los presocráticos Parménides y Heráclito ya intentaron explicar el problema de la physis, pero para Parménides lo importante de la physis es lo que “es”, es decir, el mundo inteligible, sin embargo, para Heráclito lo más importante es lo que cambia, el mundo visible. Así pues, para Platón la physis se conforma tanto por el mundo visible donde se encuentran las cosas, como por el inteligible, que es el mundo de las ideas.
Por otra parte, la teoría de las ideas intenta dar respuesta al escepticismo y relativismo de los sofistas, metecos que se dedicaban a enseñar en la época de Platón. Los sofistas son escépticos porque no admiten que exista la verdad y que no hay un conocimiento universal válido para todos. Sin embargo, tanto Platón como Sócrates piensan que hay un conocimiento universal válido para todos, lo que Platón denomina episteme. Y, por otro lado, son relativistas, ya que piensan que cada cultura tiene unos valores y no existen cánones morales universales, por lo que todo vale y todo es relativo. Por el contrario, Platón y Sócrates defienden el intelectualismo moral, la llamada Idea Bien.
Sócrates es determinante en el pensamiento de Platón. Para Sócrates lo importante son las definiciones generales, explicaciones lingüísticas que nos permiten dar razón a aquello que es común en muchos particulares diferentes. Platón convierte las definiciones generales en ideas, y las separa de las cosas. La teoría de las ideas va evolucionando en los diálogos de Platón: en los diálogos de juventud es inmanente, es decir, está en la cosa misma, mientras que en los de transición o madurez, es trascendente, pues las ideas se encuentran separadas de las cosas en otro plano de realidad.
Así pues, Platón divide el mundo inteligible (kosmos noétos) donde se encuentran las ideas, y el mundo visible (Kosmos aisthetón) donde se encuentran las cosas.
Las características que atribuye Platón a las ideas son las siguientes:
- Las ideas se encuentran separadas de los objetos.
- Son inteligibles (ni visibles ni tangibles).
- Son patrimonio del alma, ya que solo el alma puede llegar al conocimiento de las ideas mediante la anamnesis.
- Están jerarquizadas, ordenadas según su importancia.
- Son causa ejemplar, el modelo que tienen que copiar las cosas.
- Son unidad (son simples, no están compuestas), eternas e inmutables, no están sometidas a cambios.
La separación que se establece entre el mundo inteligible y visible dará lugar al conocido como Problema del jorismós, establecido por parte de Aristóteles, al cual Platón intentará dar dos respuestas: la mímesis o imitación, que afirma que las cosas imitan a las ideas y tienen algo de realidad gracias a ellas, sin embargo, esto también da lugar al argumento del tercer hombre por el cual entre la idea y la cosa a la que hace referencia debería haber un tercero entre medias. Y la Méthesis o participación, las cosas participan en las ideas, pero el problema es que lo pueden hacer de toda la idea o de una parte. En el caso de que participaran de la totalidad de la idea, tendría que haber tantas ideas como cosas y si participaran solo de una parte, se rompe la unidad e indivisibilidad de las ideas. De manera que Platón no consigue dar respuesta al problema del Jorismós.
Por último, Platón establece tres puentes, que permiten enlazar el mundo visible con el mundo inteligible, que son la anamnesis, el Eros, y la dialéctica. El alma, que es inmortal, habitaba en el mundo inteligible de las cosas y al encarnarse con el cuerpo olvida todo aquello que sabía por lo que debemos recordarlo, aunque en los diálogos de transición el alma todavía no habitaba en el mundo de las ideas, sí lo hace en los de madurez. Por Eros, los filósofos, comienzan admirando cuerpos bellos, tras lo cual se preguntan qué tienen en común todos aquellos cuerpos llamados bellos, para terminarse preguntando qué es la belleza. Por último, la dialéctica, que es ver cómo se relacionan las ideas entre sí, como un árbol genealógico.
Platón: Doxa y Episteme
Platón realiza en La República una división de dos regiones del conocimiento: la Doxa u opinión, y el episteme o saber verdadero. Esto tiene sus antecedentes en Parménides que decía que no podíamos hacer ciencia a base de opiniones, por lo que es intransitable, y en los sofistas que declaraban que la opinión es una forma de saber, aunque finalmente su opinión resultara ser la válida.
Para Platón la Doxa u opinión es saber, pero un saber insuficiente, mientras que el episteme es el saber verdadero y excelente. Se establece una relación entre el símil de la línea que aparece en el libro sexto de La República y el mito de la caverna del libro siete, es una narración alegórica con la que Platón nos explica su teoría de la existencia de dos mundos: el mundo sensible, el de las apariencias (que percibimos por los sentidos) y el mundo de las ideas, el verdadero (solo alcanzable mediante la razón). Dentro de una caverna se encuentran, desde su nacimiento, unos prisioneros encadenados de cuello y piernas, sólo pueden mirar hacia el muro del fondo, detrás de ellos hay una hoguera encendida, y entre ésta y ellos un camino escarpado, a lo largo de éste, hay un muro de cierta altura por donde pasan unos hombres con toda clase de objetos que asoman por encima de él. En el muro del fondo se proyectan las sombras de estos objetos y de los hombres que los portan. Es lo único que pueden ver y que han visto los prisioneros durante toda su vida. Uno de los prisioneros logra liberarse y sale de la caverna, conociendo por primera vez las cosas reales. Deslumbrado por la luz del sol, no logra distinguir entre lo verdadero y lo que creía verdadero. Más tarde, conocido esta nueva realidad, debe de volver a la cueva para liberar a sus hermanos de las cadenas, aunque estos finalmente no acepten lo que se les revela.
Así pues, dentro de la Doxa se distinguen la eikasia, un grado de opinión en el que sólo conocemos sombras y reflejos, y la Pistis, grado de opinión en la que la persona ve los objetos responsables de las sombras. Por otro lado, dentro de la episteme se encuentra la Dianoia, que es el pensamiento matemático o discursivo, muy importante dentro del pensamiento de Platón (lema de su academia “nadie entre aquí que no sepa geometría”) (ejemplo preferido en el Menón para demostrar con un esclavo la mayéutica) (Platón exige que el gobernante conozca la naturaleza humana con precisión matemática). Y por último la Noesis, o pensamiento intuitivo o filosófico, el saber verdadero, excelente.
Platón: Anamnesis, el Ser Humano y la Política
En el Menón y el Fedón aparece la anamnesis o reminiscencia: En el Menón, Platón le da a la opinión, que llama recta y verdadera, un trato de favor que no volverá a darse. La opinión para él es inestable, pues se cambia de opinión rápidamente, no siempre acierta (falible) e infundada, ya que no se puede justificar racionalmente. Sin embargo, el saber es estable, no cambia tan rápido, siempre acierta y es fundado, ya que da razones. En el Fedón afirma que el conocimiento, necesita de una purificación.
Para Platón el ser humano es una unión accidentada entre el cuerpo y el alma. El alma es principio de vida porque todo lo que tiene vida tiene alma, principio de conocimiento, porque gracias a ella y a la anamnesis llegamos al conocimiento, y es inmortal pues, a diferencia del cuerpo, el alma no muere y transmigra (se reencarna).
El alma será tratada de diferentes maneras en los diferentes diálogos de Platón: en los socráticos el alma gobierna el cuerpo, en los de transición el cuerpo es la cárcel del alma. Sin embargo, en los diálogos de madurez, concretamente en el Fedón se da una visión más purista, ya que se establece una radical separación entre el cuerpo y el alma y se dan las pruebas de inmortalidad del alma, que son 3: La de Anamnesis o Reminiscencia, el alma preexiste al cuerpo, habitando el mundo de las ideas, que más tarde al reencarnarse se olvidan y deben de ser recordadas. El argumento de los contrarios: el alma es un ciclo, el alma existe desde siempre y experimenta transformaciones y la indisolubilidad del alma, el cuerpo es compuesto, por lo que puede descomponerse, pero no el alma que es simple, por lo tanto es inmortal.
Platón muestra en La República y el Fedro una estructura tripartita, es decir, tiene tres partes: la parte racional (parte del cuerpo: cabeza; virtud: sabiduría; tipo de hombre: amante del saber; función social: gobernante), parte irascible (tórax; fortaleza; amante de los honores; guardianes o guerreros) y la parte concupiscible (vientre; templanza; amante de los placeres; productores). Para Platón la sociedad se basa en la estructura anímica, ya que establece un paralelismo entre el alma y la polis, y que estas se degeneran por la degeneración del alma. Una sociedad justa se dará cuando nos dediquemos a aquello a lo que deberíamos según la parte predominante del alma. Que predomine una parte del alma sobre las otras depende de la paideia o educación, pero todos tenemos las tres partes.
Para Platón el objetivo de la política es formar personas por medio de la educación. A diferencia de los sofistas que entendían el estado como un conjunto de leyes, Platón considera que la polis es natural al ser humano. Establece un paralelismo entre el alma y la polis ya que, según Platón, debes tener una posición social según la parte de tu alma que sobresalga más debido a la educación recibida. Establece un estado eidético, es decir, ideal, basado en la paideia. Propone un curriculum para ser gobernante. Cuando los niños son pequeños y juegan se ven las distintas posiciones de cada uno, más tarde la música y la gimnasia les ayudará a controlar su cuerpo. Después deberán estudiar astronomía, matemáticas y dialéctica. A esto se le debe añadir que no puede tener propiedad privada, ni mujer e hijos para evitar el favoritismo. Por último, el gobernante no podrá serlo antes de los cincuenta años, destacando que Platón no se opone a que sea una mujer si cumple estos requisitos.
También plantea que la degeneración de los regímenes políticos estaba condicionada por el cambio en la educación, siendo imposible que mejore, sino que siempre degenerará: la mejor forma política es la aristocracia, es decir, deben gobernar los hombres del conocimiento o justisabios que serían los mejores para llevar a cabo esta tarea, esto al degenerar daría paso a una timocracia, donde gobiernan los hombres fuertes, luego degeneraría a la oligarquía, el gobierno de la economía sin que importaran las cuestiones sociales, todo consistiría en consumir. La oligarquía al degenerar daría paso a la democracia y por último se llegaría al peor, la tiranía. En la obra de política de Platón destacan dos diálogos de vejez: Política y Leyes. En Político Platón explica que la idea de político es como la del tejedor, el gobernante debe hacer un entramado social con diferentes mimbres, además acepta la democracia como un régimen político beneficioso. En Leyes explica que los hombres necesitamos las leyes con un preámbulo. Las ciudades deben ser pequeñas y aisladas, establece también una serie de leyes y reconoce al consejo, realizado por sorteo, como necesario, así como el consejo nocturno. Además, algo muy importante será que la educación va dirigida a toda la población, dando incluso más importancia a la educación, tan presente en la política de Platón.
Aristóteles y la Crítica a Platón
Aristóteles realizará una crítica a la teoría de las Ideas de Platón que le impulsará a elaborar su pensamiento y que se basará fundamentalmente en los siguientes cuatro puntos: en primer lugar, para Platón la idea es inmutable, pero si lo real es la idea, esto quiere decir que la realidad no está sometida al movimiento, por lo que niega dicho movimiento, así que es afísico. En segundo lugar, para Platón las ideas están separadas de las cosas y Aristóteles ve el problema del Jorismós y si la idea es causa pero está separada de las cosas, ¿cómo algo es causa a distancia? Por lo tanto, para Aristóteles la esencia está en la experiencia. En tercer lugar, si nuestro conocimiento es de lo inteligible, de lo sensible no hay conocimiento y para Aristóteles el conocimiento empezará precisamente por los sentidos y la experiencia que estos brindan, pero se obtiene por la abstracción. Aristóteles terminará alegando que el Mundo Inteligible se repite sin explicar el Mundo Visible.
La Metafísica de Aristóteles
La metafísica es aquello que va más allá de la física, definido por Aristóteles como el saber de los primeros principios y causas. Al preocuparse de los primeros principios es la filosofía primera o teología y una reflexión del ser (ontología). El ser se dice de muchos modos o sentidos. Los diferentes modos o sentidos del ser son sus predicados, que en griego se dice categorías, siendo la más importante la sustancia ya que a partir de ella se dicen todas las demás. A su vez existe una sustancia primera, compuesta de materia y forma, que es lo individual concreto y una sustancia segunda, que es la definición o esencia de algo, es lo general. Lo que de verdad es, es la sustancia, sustancia primera o lo individual concreto. La sustancia es un compuesto de materia y forma, y esta visión de la realidad se conoce como teoría hilemórfica. La materia y la forma son inseparables, a la hora de conocer el entendimiento abstrae la forma de la materia, en la realidad están juntas. Para Aristóteles la materia es pasiva, indeterminada, amorfa e incognoscible. La materia es principio de individuación, lo que nos hace individuales a cada uno de nosotros. La forma, por otro lado, es activa, ya que da forma a la materia, la determina, por lo que la acaba y nos permite conocerla, por ello es principio de especiación. Por lo tanto, lo real es la sustancia y toda la metafísica de Aristóteles es una ousiología ya que lo más importante es la ousía.
Aristóteles introduce la potencia para resolver el problema del movimiento de Parménides que planteaba el ser y no ser como términos absolutos. Entre la quietud y el total movimiento Aristóteles opta por la inquietud, por una física en reposo, es decir, que aparentemente no se mueve pero podría moverse. El poder es una posibilidad, la potencia, un no ser relativo. Define el movimiento como el acto imperfecto de la potencia en cuanto tal potencia. Primero tiene que haber un acto. Para que haya movimiento debe haber un sujeto, un sustrato. Con todo cambio adquieres una forma que no tenías, existiendo dos tipos de cambio: sustancial y accidental. El sustancial o metabolé afecta a la sustancia. Se genera una nueva o se corrompe y la accidental (kínesis) afecta a los accidentes. Son modificaciones de la sustancia, siendo el cambio cuantitativo, cualitativo o local. Distingue entre cuatro causas: dos intrínsecas y dos extrínsecas. Las intrínsecas, que son interiores a la sustancia, son la causa material, de qué está hecha y la causa formal, cuál es el modelo. Sin embargo, las extrínsecas, exteriores a la sustancia, son la causa eficiente (autor) y la causa final, es decir, el para qué, siendo esta la más importante para Aristóteles.
Para Aristóteles nuestro conocimiento va de lo particular a lo universal, este proceso se denomina abstracción. Lo universal está en potencia con lo particular. Mediante la abstracción empezamos a conocer a través de los sentidos, por los que recibimos y captamos los objetos. El entendimiento agente abstrae la forma que está en lo particular junto con la materia, pero es una abstracción mental, pues en la realidad materia y forma siguen unidas, además necesitamos estar en presencia del objeto. Aristóteles distingue entre tres tipos de saberes: el teórico, cuyo objetivo es saber y demostrar; el práctico, relacionado con la acción y la interacción. La acción individual es la ética y la colectiva la política; y por último el saber técnico de saber hacer o crear.
Aristóteles vs. Platón
Existen marcadas diferencias entre Aristóteles y Platón sobre el proceso de conocimiento. Para Aristóteles nuestro entendimiento abstrae la forma de la materia, pero que esta abstracción es mental, no real, mientras que Platón establece un dualismo epistemológico. En segundo lugar, Aristóteles afirma que el conocimiento empieza por los sentidos, los revaloriza. Platón devalúa lo sensible ya que el conocimiento de lo sensible no tiene valor, es aparente. Tanto para Platón como para Aristóteles el conocimiento es de lo universal. Para Platón, lo universal es la Idea, que es trascendente, está separada de las cosas en otro plano diferente. Para Aristóteles lo universal es la forma, que es inmanente a la materia donde se encuentra en potencia. Por último, Aristóteles rechaza la existencia de las ideas preexistentes, lo universal se encuentra en la materia y nuestro conocimiento empieza por lo sensible.
Aristóteles defiende la teoría Hylemórfica, un compuesto de forma y materia pero aplicada a la antropología. El ser humano es la unión de ambas, donde la forma es el alma y la materia el cuerpo, aunque este será sustancial a diferencia de lo que pensaba Platón. Alma y cuerpo no se pueden separar y cuando una muere, la otra también (rechazando la inmortalidad del alma). El alma no es el cuerpo, pero no es sin el cuerpo, no tiene partes y es ilocalizable, por lo que rechazará la estructura tripartita que defendía Platón. Aristóteles tiene una concepción organicista de la naturaleza ya que el alma desempeñará diferentes funciones dependiendo del organismo al que anime. La función vegetativa es propia de las plantas (nutrición y reproducción), la función sensitiva de los animales que además de ser vegetativa es apelativa y motriz; y la racional es propia de los seres humanos, que además de ser vegetativa y apelativa también está relacionada con el conocimiento (entender y comprender).
Ética y Política de Aristóteles
La ética de Aristóteles es teleológica y eudaimonista. Todo su pensamiento es teleológico, ya que lo importante es la causa final, y también es finalística, todos los seres humanos tienden a un fin que les viene dado por naturaleza y es específico de cada ser, el fin es lo que para cada ser es el bien. Este fin para los seres humanos es la felicidad, por eso decimos que es eudaimonista, y es un bien autosuficiente, autárquico, es decir, que se quiere en sí mismo y por sí mismo, no con vistas a otra cosa. Rechaza los bienes externos como los honores, las riquezas o los placeres pues son medios para conseguir otras cosas, no son fines en sí mismos, estos bienes externos los calificará Aristóteles de necesarios, pero no de suficientes. Por otro lado, también rechazará la Idea de bien Platónica, pues Platón afirma que se trata de vivir en el bien, pasa del mundo sensible al inteligible y, sin embargo, Aristóteles dice que lo importante es vivir bien. Esta felicidad se consigue mediante la virtud, y hay virtudes éticas y dianoéticas. Las virtudes éticas son aquellos modos que nos permiten hacer el bien y las dianoéticas son aquellos que nos permiten conocer el bien, estas virtudes son la sabiduría y la prudencia. La virtud no es una ciencia, sino un hábito que requiere voluntad y consiste en elegir el término medio tal y como lo haría la razón del hombre prudente.
Para Aristóteles el lugar natural del hombre es la polis, pues es un animal social y solo se realiza plenamente como hombre en la convivencia con los demás. Es un animal también racional, pues está dotado de logos que nos sirve para distinguir lo justo y lo injusto. Los animales no tienen palabra, tienen phoné. De esta manera nuestra naturaleza racional es una muestra de que somos sociales. Al igual que existía un organicismo en la ética, Aristóteles propone organicismo en la política. La ética trata sobre la felicidad individual que desemboca en la política que trata de la felicidad colectiva. La polis, el todo, es más importante que el individuo para un griego. El Estado no es un fin en sí mismo, es un medio para alcanzar la felicidad y este debe educar en virtud y justicia para lograr dicha felicidad.
Aristóteles clasifica las formas de gobierno atendiendo a dos criterios: la cantidad (gobierno de uno, algunos o muchos) y cualidad (si está dirigida al bien común o al particular). La monarquía, la aristocracia y la democracia son formas de gobierno legítimas, ya que su objetivo es el bien común. Cuando estas atienden al bien particular se degenera la monarquía en tiranía, la aristocracia en oligarquía y la democracia en demagogia. Aristóteles no desea una polis eidética como Platón, sino un estado que sea posible, y afirma que la política es una praxis que exige prudencia.
San Agustín y la Búsqueda de la Verdad
San Agustín intentó compatibilizar el cristianismo con el pensamiento griego, y su preocupación principal era la búsqueda de la verdad. En el lema de San Agustín “credo ut intelligam, intelligo ut credam” se aprecia la relación que establece entre la razón y la fe, “creo para entender, entiendo para creer”, es decir, que no es fideísta, la fe no sustituye a la razón, solo con la fe, dice San Agustín, conseguimos lo que llama una sabiduría de ignorantes, necesitamos del entendimiento, aunque este por sí solo tampoco sirva (epistemología). La verdad es el punto de partida, pues San Agustín es un hombre angustiado por la búsqueda de la verdad, y la verdad máxima es Dios, es verdad creadora e iluminadora (da luz, y da a luz, comparable a la Idea Bien de Platón). Además, la verdad en el cristianismo es una verdad encarnada, no es una verdad en el mundo de las ideas, como la de Platón. San Agustín habla del principio de interioridad o intimidad, comparable al “conócete a ti mismo”. Si queremos hallar la verdad, que es algo inmutable, no se debe buscar en el exterior, donde todo es mutable, sino al interior, donde Dios nos ilumina sobre la parte superior de nuestra alma. S. Agustín es antiescéptico, no duda del mundo, sino que para él somos nosotros los que nos podemos engañar sobre la naturaleza de las cosas, pero no duda de la existencia de estas (Si enim fallor, sum). Así pues, el conocimiento para S.Agustín es por intuición, en el sentido etimológico de la palabra, ya que vemos de un solo golpe de vista lo que Dios ha puesto en nosotros, la verdad no se encuentra separada como afirmaba Platón (anamnesis) y todo lo que emana de Dios no es divino, solo Dios lo es, a diferencia de los neoplatónicos.
San Agustín: Conocimiento de Dios y la Creación
San Agustín desea más hallar a Dios que conocerlo, por lo que aunque dará pruebas de su existencia, le importará menos su consistencia intelectual. Da tres pruebas sobre la existencia de Dios. La primera, llamada noética gnoseológica, que dice que si la verdad es inmutable, solo puede ser Dios, pues él lo es. La segunda es la de Contingencia u orden: todo en el universo tiene un orden, y este solo puede estar ocasionado por Dios; y por última la del Consenso que explica que si tantas son las personas que creen en Dios, será porque es cierto que existe. Una vez que sabemos si Dios existe se pregunta qué es lo que es. Realmente solo podemos conocer a Dios por medio de la analogía, es decir, por medio de la comparación de dos seres incomparables. Y aquello que mejor podemos conocer de él es lo que no es. En la teofanía de la zarza ardiendo Dios dice “soy el que soy”. Dios es verdad y Bien supremo (felicidad). Los cristianos, frente a los arrianos que niegan que el padre sea igual al hijo, pues este último es de distinta naturaleza y el nestorianismo que niega la divinidad de Cristo pues es nacido de mujer, San Agustín dirá que el hijo procede del padre y el espíritu santo de estos dos, de manera que son diferentes pero de misma naturaleza, así que Dios es uno y trino. A partir del ser que es Dios se crea lo demás, respondiendo al problema de la physis pues siendo uno explica lo múltiple. Dios crea de la nada fruto de su libertad, su poder y bondad. Además Dios crea con el tiempo, no en el tiempo, pues Dios también crea esto. Si Dios creara en el tiempo se daría a entender que el tiempo había existido anteriormente a Dios y este es eterno. Para explicar la creación se vale del hylemorfismo: Dios crea todo de una vez, no hay evolución ni periodos de tiempo en la creación sino que crea en una materia inacabada donde contiene las razones seminales, que son como semillas que pueden geminar con el transcurso del tiempo. No puede, por lo tanto, aparecer nada nuevo, lo que tiene que haber está creado desde el principio. Por último Dios crea según ideas ejemplares que hay en su mente como la medida, el peso y el número (ejemplarismo).
Combina la visión bíblica de que todos somos imagen de Dios, y todo es bueno, ya que ha sido creado por él, y la griega, el hombre es un animal racional, pero en el caso de los griegos lo más importante era la razón, en el caso de San Agustín, el ser humano es amor.
San Agustín: Antropología, Ética y Política
Para S. Agustín el ser humano es un alma que se sirve del cuerpo, aunque no concibe el cuerpo como algo malo, una cárcel del alma, como lo hizo anteriormente Platón, ya que el cuerpo es creado por Dios y todo lo creado por él es bueno. El alma como una substancia espiritual, simple e indivisible, inmaterial, inmortal, pero no eterna, pues es creada y tiene un origen en el tiempo. Es reflejo de la trinidad, en sus tres facultades: memoria, entendimiento y voluntad. Definitivamente, lo que es hombre, es alma, por la cual se accede al conocimiento, ya que Dios lo ilumina sobre la parte posterior de nuestra alma.
El alma, al igual que el ser humano, está hecha a imagen y semejanza de Dios, excepto en el pecado, el cual explica por medio de tres soluciones: el creacionismo (Dios crea el alma de cada ser humano, por lo que Dios introduce el pecado), generacionismo (el alma pasa de padres a hijos con el pecado, aunque esto planteaba dos cuestiones: la primera, si entonces son los padres los que crean el alma, no Dios; y segundo, transmiten una parte o entera el alma) y creacionismo traducianista (Dios crea el alma del primer ser humano, Adán, sin pecado, pero comete el pecado original, que es transmitido de padres a hijos), no siendo ninguna de las tres verdaderamente satisfactorias.
El motor de la ética es el amor (“ama y haz lo que quieras”) y la primacía es de la voluntad. Para los griegos la ética está ligada al conocimiento, sin embargo, para S. Agustín, está en función de la voluntad y el amor, no basta conocer para hacer el bien, necesitamos fuerza de voluntad. El principal problema tratado en la ética de S. Agustín es el problema del mal. A diferencia de los maniqueístas que afirmaban que tanto el bien como el mal tenían existencia, realidad ontológica, y de los pelagianos que decían que el ser humano por sí mismo puede superar el pecado, y debilita la gracia de Dios, para San Agustín el mal no tiene realidad ontológica, sino que es meramente la ausencia del bien, y Dios no es responsable del mal, sino que dota al ser humano de libre albedrío por lo que somos nosotros los que a base de tomar malas decisiones nos alejamos del camino de Dios, y solo la gracia divina puede hacernos volver a él, por medio de buenas acciones. Distingue por último entre dos tipos de males: los males físicos, que los consideramos males porque no conocemos los planes de Dios, y solo son males a corto plazo, y son tales como terremotos, tsunamis o huracanes; y los males morales, que se introducen por el libre albedrío del ser humano y nuestras acciones y elecciones.
El amor es el principio constitutivo de la política pues, según San Agustín, el pueblo es un conjunto de seres racionales que se organizan según aquello que aman, y que están unidos por el amor que comparten. Mientras que los griegos defendían que la sociedad era por naturaleza y que el logos era el síntoma de que somos sociales, para San Agustín es el amor aquello que demuestra que somos sociales.
En “Ciudad de Dios”, obra escrita para defender el cristianismo de las acusaciones de los romanos que decían que era culpable del decaimiento del Imperio, San Agustín distingue de forma metafórica entre dos ciudades: la ciudad terrenal, donde los hombres se aman a sí mismos egoístamente y la ciudad celestial, donde los seres humanos se aman a sí mismos, como a los demás, y a Dios por encima de todo. Pero como antes se ha dicho, es de forma metafórica ya que por lo general los dos tipos de ciudades se encuentran mezcladas. Por otro lado, pretende relativizar el poder del Estado, el objetivo de la sociedad es la paz, y para ello es necesario orden y justicia, la paz de la ciudad terrestre es el fin en sí mismo y en la ciudad celeste es un medio para conseguir a Dios. S. Agustín distingue entre el poder (los que mandan) y la autoridad (Dios), los que ejercen el poder deben hacerlo para educar, no para castigar, aun así la auténtica autoridad es Dios.
También distingue entre tres tipos de leyes: eterna (todo es creado por Dios, pero los seres humanos son libres mientras que los animales están determinados), natural, que es la ley moral y por último la temporal: que es el derecho, aquella con la que gobiernan las ciudades, el aparato jurídico de la sociedad, que para San Agustín también tiene que ser moral.
Santo Tomás y la Influencia de Aristóteles y Platón
La metafísica de Santo Tomás se ve influida por el pensamiento de Aristóteles, pues también la define como el saber de los primeros principios y causas, aunque será aplicado desde un punto de vista religioso, es decir, a Dios. También aceptará y adoptará la formulación aristotélica de la teoría de las cuatro causas: la causa material, aquello de lo que está hecha una cosa; la causa formal, lo que es dicha cosa; la causa eficiente, el agente que la produce; y la causa final, el para qué de esa cosa. La teoría del movimiento en la cual Aristóteles explica el movimiento a partir de los términos potencia y acto también aparece en su pensamiento, aunque S. Tomás adoptará dichos términos, también añade el acto de ser, la existencia. Por último se cita la teoría de la sustancia, en la que Aristóteles pone como importante al individuo concreto que está compuesto de materia y forma.
A pesar de esto también tiene influencia platónica, de la que toma la teoría de la participación, pues al igual que para Platón todas las cosas participan de las ideas, para S. Tomás todo lo creado participa del creador, estableciendo a su vez diferentes grados de perfección. También adoptará la llamada causalidad ejemplar pues para S. Tomas Dios es el modelo que nos hace a imagen y semejanza.
S. Tomás intentará conciliar la filosofía aristotélica con el cristianismo, demostrando que es factible la unión entre ciencia y religión. Para esto recurre a una distinción entre esencia y existencia y por otro lado entre ser necesario y contingente. La distinción entre esencia y existencia realizada anteriormente por Avicena es adoptada por S.Tomás haciendo hincapié en la existencia.
Establece que la esencia o la definición de algo está en potencia respecto a la existencia. Todas las cosas creadas están compuestas por esencia y existencia salvo Dios, que solo es existencia. El resto de los seres no tienen existencia por sí mismos y necesitan de la acción creadora de Dios para pasar de la potencia al acto de ser.
S.Tomas diferencia entre ser necesario y ser contingente. El ser necesario es aquel que no puede dejar de ser, por lo que es imposible que no sea y el contingente es aquel que es pero que puede dejar de ser.
Mientras que San Agustín dice que Dios ilumina la verdad y que la voluntad es aquello que impulsa el conocimiento, Santo Tomás dirá que empieza por los sentidos, y que es el entendimiento el que impulsa este conocimiento. Por último, mientras que Santo Tomás hace una distinción entre fe y razón que no aparece en la filosofía de San Agustín. El averroísmo latino es una interpretación más fiel de la filosofía aristotélica que la de Santo Tomás: Rechazan que la existencia no sea igual que la esencia, el mundo es para ellos eterno y necesario y defienden la teoría de la doble verdad, algo que no acepta S. Tomás que dice que solo hay una verdad. La fe y la razón simplemente son dos vías para llegar al conocimiento pero que la fe es la más importante y rápida.
Santo Tomás: Epistemología, Pruebas de la Existencia de Dios y Antropología
En cuanto a la epistemología, S.Tomás rechazará la separación establecida por Platón entre las ideas y las cosas pues según él nuestro conocimiento empieza por lo sensible, aunque dicho conocimiento tenga como objeto lo inteligible.
El conocimiento versa sobre lo universal, por lo que utiliza el proceso de abstracción. El proceso de conocimiento comienza por los sentidos. Los sentidos externos, es decir los órganos sensoriales y el sentido común son pasivos pues reciben estímulos. Son los sentidos externos los que reciben la especie sensible impresa y los sentidos internos actúan sobre esta haciendo que se desprenda de sus condiciones materiales y produciendo la especie sensible expresa. Los sentidos internos son: la memoria, que retiene lo recibido en ausencia de lo sensible; la imaginación, que combina lo recibido; la estimativa, es común a hombres y animales y permite distinguir lo beneficiario de lo perjudicial; y la cogitativa, que es específica de los seres humanos y nos permite relacionar cosas para comprenderlas y conocerlas.
El entendimiento agente desmaterializa totalmente la forma de las condiciones materiales y consigue especie inteligible impresa, que posteriormente el entendimiento paciente aplicará a lo particular permitiendo conocer la especie inteligible expresa.
S. Tomás intentará probar la existencia de Dios, el cual según él se puede demostrar porque es un preámbulo de la fe. Dios es evidente en sí mismo, pero no para nosotros, por ello, necesitamos una demostración, que va de los efectos a las causas (quia).
S. Tomás prueba la existencia de Dios mediante Cinco Vías:
La vía del movimiento por la cual que todo lo que se mueve es movido por otro, por lo que debe de haber un primer motor que mueve sin ser movido a lo que se identificaría como Dios, vía de la causalidad eficiente, vía de la contingencia (los seres son limitados en perfección), vía de los grados de perfección (todo ser creado es participado y participamos según grados de perfección), y la vía teleológica (los seres tienden a un fin, la inteligencia ordenadora universal).
Las vías 1, 2, 3, y 5 tienen influencia de Aristóteles; la vía 4 de Platón.
Todas estas pruebas tienen una estructura común: 1º Se parte de la experiencia sensible, 2º se aplica el principio de causalidad, 3º se niega la posibilidad de ir al infinito en la serie de causas y 4º se concluye la existencia de Dios.
Por ultimo Santo Tomas primero se pregunta si existe dios y después lo que es. De manera que lo primero es la existencia y después la esencia. Una vez probado que existen se pregunta sobre que es.
Dios es trascendente, y nuestra mente finita de manera que solo podemos explicar su esencia por medio de la analogía, relación de comparación entre seres desproporcionados., la vía eminencia, elevar a la máxima potencia aquello que afirmamos, la vía negativa, afirma que lo que mejor sabemos de dios es lo que no es, no lo que es. Como conocer a Dios es imposible para los seres humanos entonces solo podremos conocer aquello que no es…..Por un lado establece los atributos entitativos relacionados con Dios, que es infinito, perfecto y eterno. Y para finalizar los atributos operativos; relacionados con el conocer de Dios. Dios omnisciente, omnipotente y omnipresente…..En cuanto a la antropología rechaza la concepción platónica según la cual el cuerpo es la cárcel del alma y por otro lado acepta el hilemorfismo de Aristóteles, el alma es la forma del cuerpo pero no es sin el cuerpo y está en todos lados pero a su vez es ilocalizable. La definición de persona de S. Tomás se basa en Aristóteles, pero la toma de Boecio. La persona es una substancia espiritual de naturaleza racional. El alma es inmortal, pero no eterna ya que es creada, es principio de vida y de conocimiento. Distingue tres funciones del alma, vegetativa (crecimiento y reproducción) sensitiva (deseo y movimientos) y racional (entendimiento agente y paciente y voluntad) Los animales además de poseer la sensitiva tienen la vegetativa y los seres humanos poseen las tres.
En cuanto a la ética, todos los seres creados participan en la ley eterna, pero el hombre lo hace activamente, y el resto de seres pasivamente. El hombre es un ser natural y racional por lo que le afecta la ley natural. Es moral, y por ello tiene la posibilidad de ser a su vez inmoral, es social, ya que vive en una comunidad, por lo que también le afecta la ley positiva.
Para Santo Tomás el primer principio de la razón práctica es; el bien es aquello a lo que todos los seres apetecen, por lo que al igual que Aristóteles, su ética es teleológica y eudaimonista.
El ser humano es una substancia que intenta conservar su ser, un animal que intenta reproducirse y perpetuar la especia, y es racional, porque tiene deseo de hacer el bien y la verdad. Por último establece que la ley natural es universal, pues la naturaleza es algo común, inmutable, pues no cambia, aunque existan circunstancias históricas en las que pueden cambiar los preceptos secundarios, y es evidente, las criaturas racionales no pueden alegar el desconocimiento de algo que está incluido en su naturaleza. Los seres humanos son racionales por lo que no pueden alegar el desconocimiento de la ley moral, que es natural, y por lo tanto está incluido en su naturaleza.
La ley positiva es aquella que guarda relación con la organización de la sociedad y emana de la ley natural. La sociedad tiene dos fines: Natural: el estado tiene que garantizar la supervivencia del individuo (digna) y sobrenatural, y tiene que permitir que los individuos vayan hacia Dios. Así el poder legislativo deriva de Dios, pero necesita del consenso popular. Acepta las formas políticas de Aristóteles legítimas, monarquía, aristocracia y la democracia, que atienden al bien común, aun así se inclina por la monarquía.
Hume pertenece a la filosofía moderna, por lo tanto, trata el tema del sujeto como punto de partida, al igual que en la filosofía antigua fue el mundo y en la Edad Media Dios. Pero Hume niega el yo como entidad pues no podemos tener una concepción del yo, centrándose sobre todo en los contenidos mentales……Para Hume, nada tenemos en la mente que no hayamos recibido por la experiencia, por tanto nuestros contenidos mentales, que Hume denomina como percepciones, proceden siempre directa o indirectamente de la experiencia. Las percepciones pueden ser impresiones e ideas. Las impresiones son el resultado directo e inmediato de la experiencia, pudiendo ser de sensación, asociadas a sensaciones procedentes de los sentidos o de reflexión si son derivadas de nuestras propias ideas. Por otro lado las ideas son copias debilitadas de las impresiones en nuestra imaginación. Tanto las impresiones como las ideas puedes ser simples o complejas. Hume quiere ser el Newton de las ciencias humanas, basándose en los elementos anteriores establece el principio de copia o empírico por el cual nuestras ideas proceden de las impresiones, son copias y el principio de discriminación, la impresión será el criterio para distinguir las ideas que tienen valor para conocer y las que no. …..Afirma que cualquier idea debe de estar conectada a sus impresiones correspondientes, o de lo contrario hemos de concluir que su origen a de estar en la actividad de la imaginación, que os permite asociar ideas, existiendo tres tipos; semejanza (la imaginación para de una idea a otra que se le parece) contigüidad (se pasa de la idea de algo a otra idea contigua a la anterior en el espacio y en el tiempo) y de causa-efecto (se pasa de la idea del efecto a la idea de la causa)…..Así pues, Hume llega a la conclusión de que solo podemos formar dos tipos de juicios o proposiciones científicas; los juicios de relaciones de ideas, que establecen relaciones necesarias entre el sujeto y el predicado, cuya verdad depende de su coherencia interna y no de nada que suceda en la realidad, siendo estos los juicios de las matemáticas y de la lógica. Una negación de tales juicios implicaría una contradicción (principio de no contradicción) Y por otro lado los juicios de cuestiones de hecho, que versas sobre los hechos de la realidad y cuya verdad depende se su correspondencia con nuestras observaciones empíricas. Estos son evidentemente los juicios de las ciencias empíricas, una negación de tales hechos no implicaría una contradicción, sino una falta de adecuación a los hechos (principio de causalidad)…..Por último Hume realiza una crítica al principio de causalidad, ya que según el no tenemos impresiones de la idea de causa. Por lo tanto, no puede estar en la experiencia, está en la imaginación y se debe a los principios de asociación de la misma. Las ciencias empíricas se basan en la idea de causa, pero esta no es empírica de manera que son meras creencias o conocimientos probables. La experiencia y el hábito son principios de la naturaleza humana que nos hacen creer en el principio de causalidad. La experiencia nos informa de hechos del pasado el hábito nos hace creer que lo ocurrido se dará en el futuro. Ligada al principio de causalidad está la idea de conexión necesaria, una causa siempre produce efectos similares. De la noción de sucesión si tenemos impresión, pero no de conexión necesaria…..Hume rechaza la sustancia material de la que habla Locke, y de la sustancia espiritual de Berkeley y critica la noción de sustancia porque para el no es mas que una colección de impresiones unidas por la imaginación. Es fenomenista porque según el no tenemos impresiones de las cosas, solo tenemos percepciones de las apariencias, y nominalista, no tienen existencia real los llamados conceptos universales, así que no tiene sentido hablar de sustancia, sino de accidentes. Así pues Hume principalmente va a criticar el mundo como totalidad, el yo, y Dios…..Mundo. El mundo es la totalidad de los objetos, y según el principio de discriminación no podemos tener impresiones de la totalidad, solo tenemos impresiones particulares (nominalismo), rechaza que nuestras impresiones sean causadas por los objetos, porque para Hume los objetos no existen, es nuestra imaginación la que asociando un conjunto de impresiones, nos hace creer que hay una cosa u objeto (fenómeno) .El yo. Para Hume el yo no es identidad, debido a que no podemos tener impresiones idénticas d nosotros mismos, es un conjunto de impresiones que asociadas por los principios de imaginación dan lugar a esta creencia. Esta colección de impresiones que llamamos yo está en nuestra mente. Por último no hay una impresión de Dios, critica las pruebas de la existencia de Dios que se han dado, a priori (de la causa al efecto) y a posterior (viceversa) porque se basan en el principio de causalidad. También la prueba que se basa en la contingencia y orden del mundo porque sus argumentos son inciertos e inútiles, no solo concluyen en que hay Dios sino que le añaden propiedades y características que no se han demostrado. Son inciertos porque vamos de la experiencia a algo mas allá de ella, y para Hume el origen y límite del conocimiento es la experiencia e inútiles porque cuando decimos que podemos ir de los efectos a las causas, en los efectos ya está implícito lo que se pretende demostrar…..Aún así Hume describe a Dios, el yo y el mundo como ficciones útiles.
La ética de Hume es emotivista, la emoción es aquello que nos mueve a actuar, así a diferencia de Descartes que decía que la pasión debía ser moderada por la razón, en Hume las pasiones guían nuestra vida. Nuestros juicios morales no son un conocimiento relacionado con las relaciones de ideas, ya que se basa en los sentimientos, y por tanto se puede contradecir, incumpliendo el principio de no contradicción ni con las cuestiones de hecho, porque van precisamente de los hechos, mientras que un juicio moral se hace en base a lo que debe ser, de valoraciones. Esto supondría pasar del terreno del ser, al del deber, lo que Hume denomina falacia naturalista. Hume defiende el emotivismo y el utilitarismo, tiene una utilidad social y como el objetivo es la búsqueda del placer, posee cierto hedonismo.
Tiene una gran influencia de la ética escocesa, Shafterbury dice que nuestra moral se basa en sentimientos, y que hay un sentimiento común en los seres humanos, la benevolencia, Hutcheson dice que hay una utilidad social en nuestras acciones. Adam Smith, sin embargo, al contrario que Hume defiende la necesidad del egoísmo particular, que se acaban convirtiendo en beneficio social, y Mandeville que si la moral se basa en el sentimiento, es egoísta. Todos ellos influyen en la formación de la ética de Hume.
La política para Hume es una ciencia cuyo objetivo es explicar como se mantienen los hombres unidos en sociedad. Rechaza el estado de naturaleza de las teorías contractualistas, según la cual el Estado nace como resultado de un pacto entre los hombres, pero antes de su aparición hubo un momento inicial en el que había un estado de naturaleza. Frente a ellas Hume dice que no existe ningún momento en el que los seres humanos no tengan ningún tipo de organización y que no hay constancia empírica de dicho estado natural. También rechaza el contrato social, pues tampoco hay constancia empírica de tal contrato y alegando que aunque cierta generación aceptara un contrato social, eso no obligaría a las siguientes generaciones a llevar a cabo dicho contrato. Sin embargo si admite un contrato implícito, una asociación por interés, como se explica en la metáfora de los remeros. Por otra parte el gobierno aparece con la aceptación de la autoridad de los jefes del gobierno, con el fin de obtener justicia y bienestar. En el caso de que esto no fuera así Hume apoya las sublevaciones siempre y cuando las consecuencias no sean peores.
Antropología
Para Marx la única ciencia real es la historia entendida no como una colección de hechos muertos (empirismo) ni como una colección de ideas (idealismo) sino como una praxis social que define la vida y el conocimiento. Y el ser humano es un ser activo y práctico, no teórico ni contemplativo y además está sujeto a un proceso histórico y social. La praxis, la producción material de los medios de vía (el trabajo) es la característica fundamental humana y lo que nos diferencia del resto de los animales. El objeto del trabajo es la naturaleza, que se modificada con los medios de producción y como resultado se obtiene el producto, el objeto transformado. Sin embargo si lo que nos realiza es el trabajo ¿como se explica que ahora lo vivimos como algo que nos deshumaniza? Esto es causado por medio de un determinado modo de producción, el capitalismo. A lo largo de la historia distingue entre cuatro modos de producción, el asiático, esclavista y feudal que se conocen como precapitalistas y el capitalismo. Los modos de producción son la forma en que las fuerzas productoras se relacionan con los medios de producción. La relación con los medios de producción a su vez puede ser como propietarios o trabajando al servicio de los propietarios que son los que venden su fuerza productiva. En la sociedad capitalista, la alienación puede provenir de tres formas diferentes; En cuanto al trabajo como actividad, el trabajador se siente forzado a trabajar, se siente sometido, pues en la sociedad capitalista el trabajo solo sirve como medio de satisfacer las funciones animales (comer, beber, consumir,) no para que el ser humano realice su humanidad, de manera que lo animal se convierte en lo humano y lo humano en animal. Con respecto al producto, que se supone que es el resultado de su actividad, no le pertenece. Y esto finalmente afecta a sus relaciones con los demás, que seria la tercera forma de alineación.
Crítica al idealismo alemán
Critica el idealismo alemán, en concreto, de Hegel y Feuerbach. Considera que la dialéctica hegeliana es idealista y que hay que materializarla. El idealismo de Hegel es absoluto, esto se contempla en «todo lo real es racional y todo lo racional es real» de lo que se sigue una tesis ontológica (la realidad es el despliegue del espíritu ) y una tesis epistemológica (la razón es el sujeto y la naturaleza o realidad es el objeto) Por un lado para Hegel la filosofía es teoría o especulación, la esencia del ser humano equivale a autoconciencia, la historia es una acción imaginaria de sujetos imaginarios y la razón o verdad coinciden con el orden político de su tiempo, si algo existe tiene algo de racional. Para Marx la filosofía es ideología y busca la superación de las mismas, entiende la filosofía como praxis, acción transformadora o revolucionaria. El ser social determina la conciencia. Las condiciones materiales a través de las cuales creamos nuestra propia vida determinan nuestra conciencia. La historia como hemos dicho antes es la única ciencia real, que no se puede concebir sin procesos de producción y cuyo motor es la lucha de clases. Por último El proletariado representa la negación de la razón, la realidad de la falsedad, la injusticia y esclavitud, mientras que exista el proletariado no se puede decir que lo real sea racional
Política
La política de Marx se basa en el materialismo histórico. Este determina que las condiciones materiales mediante las cuales el ser humano produce su subsistencia son fundamentales para explicar la historia, la única ciencia real. Las fuerzas productivas se encuentran en continuo cambio a lo largo de la historia, según cambian los modos de producción cambia la sociedad. El motor que genera el cambio es la lucha de clases y su expresión radical es el proletariado, catalizador que nos proporcionará la revolución socialista. Las diferencias entre clases surgen de la plusvalía, un valor añadido que no se le paga al trabajador y que genera beneficio al empresario, concepto que obtiene al cuestionarse de dónde proceden las diferencias en su crítica a la economía clásica, la cual decía que el mercado es algo que se equilibra según la ley de la oferta y la demanda, y obtiene beneficio a partir de la circulación de mercancías. Las clases sociales son el resultado de la división del trabajo manual y el trabajo intelectual y aquello que determina si perteneces a una clase u otra es la posesión de medios de producción, la venta de la fuerza de trabajo, y la posesión de poder tomar decisiones. La lucha de clases, debe darse en tres frentes; el económico, en el político y el ideológico, Según Marx llegará un momento en el que el capitalismo se autodestruirá surgiendo una revolución que dará lugar a una organización social y económica comunista, y para que esta revolución se lleve a cabo es necesario que el proletariado tome el poder, para desarrollar la industria, aniquilar los privilegios y educar a la masa. Tras esta revolución se establecería una sociedad en la que no se darían mas revoluciones sino evolución; en la que el trabajo seria una necesidad humana y no habría división de trabajo y cada uno recibiría beneficios en función de sus necesidades.
La filosofía de Nietzsche se divide básicamente en dos etapas, la etapa destructiva y por otro lado la constructiva.
Perspectiva destructiva o negativa; se llama así porque hace una crítica a la cultura occidental calificándola de antivital y decadente porque ha devaluado lo sensible y lo corporal. Además embalsama la realidad con conceptos, los cuales son la necrópolis de las impresiones, porque se generan por simplificación sin tener en cuenta las diferencias, matan la realidad porque se crean por abstracción, igualación y simplificación. Culpa de esta decadencia a Eurípides, poeta que eliminó el coro en la tragedia por lo que la racionaliza y desvitaliza, a Sócrates, responsable del intelectualismo moral, y Platón, separando el mundo inteligible del mundo sensible. Considera que en virtud del intelectualismo moral, la metafísica y la moral van de la mano en la cultura occidental; lo que es verdad es, es la idea, y la idea suprema es la idea Bien, por eso la cultura occidental es una ontología moralizante o una moral ontológica. En cuanto a la metafísica, Nietzsche va a criticar que el mundo verdadero o inteligible es indemostrable, y solo se puede pensar, juzgando a Kant porque para explicar lo nouménico recurrió a la fe racional, además declarando que las categorías del entendimiento que Kant propone son redes con las que conocemos de la realidad lo que previamente habíamos puesto en ella. Así pues afirma que no se puede distinguir que es lo percibido, y que lo añadido. Defiende pues que el mundo verdadero es una ilusión óptica, un error de perspectiva y que dividir la realidad en dos mundos nos lleva a la decadencia, la razón es la interesada en dividirlo y por tanto se trata de un espejismo de la misma, el mundo inteligible es un reflejo o copia del visible, y por tanto si suprimimos el mundo visible se elimina el inteligible. En cuanto a la moral, Nietzsche se va a preguntar por le origen de los valores morales y también por el valor de ese origen. Distingue entre la moral de señores, creativa y que afirma la vida y entre la moral de esclavos, reactiva, resentida y que niega la vida. Defiende que la cultura occidental se ha regido por los valores ascéticos, que ayudan a vivir pero negando la vida, es decir, calman pero a la vez desvitalizan. Nietzsche distingue entre tres periodos morales. La premoral; el valor de la acción reside en la consecuencia, la moral, cuando el valor reside en la intención y la extramoral, se toma como punto de partida la moral el cuerpo y las pasiones.
Critica el conocimiento de la cultura occidental, alejandrina o egipcia, porque ha decretado que solo se puede conocer el ser, y no lo que cambia o deviene. Según Nietzsche la cultura occidental se trata de una filosofía de los conceptos grises, en la que el lenguaje trabaja como «abogado» de la razón y defensor de la idea. Frente al lenguaje conceptual, episteme, Nietzsche propone la Doxa, por lo que reivindica la estructura persuasiva o retórica del lenguaje. Propone un lenguaje metafórico inspirándose en Herádito, el único filósofo que le dio importancia a lo sensible.
El conocimiento pues es una invención, es perspectiva e interpretación, porque la realidad son signos, no cosas- Pero estas interpretaciones no son verdaderas y no valen todas lo mismo; unas están en contra de lo vital y otras favorecen la vida siendo unas más vitales que otras. Además la verdad es también una ficción, son metáforas desgastadas que han perdido su valor sensible y no existe una verdad absoluta porque es perspectiva. El concepto además es la necrópolis de las intuiciones, los conceptos se generan por abstracción igualación y simplificación como hemos explicado anteriormente. Por último va a criticar el lenguaje occidental. Dice que el yo sujeto de cuando hablamos hace pensar que también existen objetos y un superyo que llamamos Dios. Rechaza la concepción metafísica del lenguaje, que se basa en el error de la teoría referencialista de que al nombrar identificamos la esencia de las cosas y en el olvido de que somos sujetos creadores. Nietzsche adopta en un principio la música como lenguaje universal, pero poco a poco irá abandonando esto al igual que el dualismo schopenhauriano y apolíneodonisiaco y se cambia de la justificación estética a la dóxica.
Pasamos así a la perspectiva constructiva o afirmativa. Donde Nietzsche elabora una serie de metáforas o interpretaciones decisivas y va a definir la transvaloración de los valores que consiste en cambiar los falsos valores que han dominado la filosofía hasta el momento como cuerpo por razón o mundo por tierra. Aquí encontramos la muerte de Dios, no elabora pruebas de la existencia o no existencia de Dios, sino que afirma que esto significa la muerte de todos los ideales y fundamentos en los que se ha basado la cultura occidental y experimentamos un gran vacío (nihil) por eso tras la muerte de Dios surge el nihilismo, habiendo dos tipos, el reactivo aquellos que lloran la caída de estos fundamentos e ideales y el activo que se preocupa de buscar o construir nuevos. A la muerte de Dios el superhombre debe de crear nuevos ideales, utilizando tres metáforas, la del camello, que lleva todo a sus espaldas y se somete a los mandatos de la ley moral, el león que representa el nihilismo reactivo que se opone al camello, y el niño, que en su inocencia y devenir afirma la vida que vive como un experimento y ensayo constante, que representa al superhombre. Por otro lado la voluntad de poder, comparable a la libido freudiana es de donde mana toda nuestra energía creativa, ni es voluntad, sino un conjunto de multiplicidad de pasiones, pathos. La voluntad de poder es la capacidad de crear. Por último encontramos. Por último habla del eterno retorno que tiene dos funciones; criticar esa visión del mundo como ser, y afirmar el devenir, aunque no lleve a ningún lado aun así es un fluir constante. Es una visión de la realidad donde esta, es inocente. Se han dado tres interpretaciones; una cosmológica que consiste en la teoría científica del mundo en el que todo es cíclico, otra ontológica, donde el devenir desemboca en el ser y por último la estética, la mas próxima a Nietzsche, donde se reconoce quien es el superhombre, quien aceptaría su vida una y otra vez tal y como la ha vivido.
Ortega y Gasset asegura que la filosofía es una pantonomía pues aspira al conocimiento de toda la realidad en su conjunto. Por tanto la pregunta radical en filosofía es ¿que hay? para la cual hay dos respuestas; en la filosofía antigua es el mundo, representando esto por medio de la metáfora de la cera, (el mundo es un sello donde se imprimen las cosas) y en la filosofía moderna es el yo, para lo cual utiliza la metáfora del continente-contenido (el yo es un continente donde cabe todo lo que hay). Ortega afirma que ambas respuestas son incompletas, no hay yo sin mundo, ni viceversa, sino una coexistencia entre ambas, que es lo que Ortega y Gasset define como «mi vida», haciendo referencia a la vida de cada uno de nosotros. Mi vida, es yo y mi circunstancia, que es singular debido a que solo hay una circunstancia, el mundo, habiendo solo uno.
En el pensamiento de Ortega podemos distinguir tres etapas:
La primera etapa es la del objetivismo que dura desde que escribió las Glosas hasta Meditaciones del Quijote Ortega y Gasset afirma que para que haya un desarrollo intelectual tiene que haber ciencia y teoría. Con ciencia se refiere a método (rigor y precisión de los alemanes; ascética de las definiciones) crítica (contrastar verdad con la razón y no con las vísceras) y racionalidad. Y con teoría se refiere a lo objetivo frente a lo subjetivo.
La segunda etapa es el perspectivismo o circunstancialismo, que dura desde meditaciones del quijote, hasta su artículo Ni vitalismo, ni racionalismo. Esta etapa se resume en el lema; yo soy yo y mi circunstancia. Mi perspectiva es mi verdad, no la verdad, y además cree que se puede reunir todos los puntos de vista, por lo que no es escéptico. También habla de la libertad en la fatalidad, no elegimos nuestra circunstancia, pero si como vivirlas.
Por ultimo la tercera etapa se conoce como el raciovitalismo, aparece con el artículo «Ni vitalismo ni racionalismo» En el afirma que ni el vitalismo por si solo que afirma la vida pero niega la razón, ni el racionalismo por si solo, que afirma la razón pero sin embargo niega la vida, sino que Ortega y Gasset defiende que el pensamiento viene después de la vida, «vivo, luego pienso» Ortega también hace una crítica del vitalismo en biología, dice que los seres vivos no pueden reducirse a procesos físico-químicos y que el biologismo admite diferencias entre seres vivos e inertes pero no las explican. Además también critica el vitalismo en la filosofía, pues explica el conocimiento por leyes biológicas y por la práctica del intuicionismo, que se basa en el conocimiento de la naturaleza intuitiva que la razón petrifica. Así pues con todo esto Ortega y Gasset va a decir que la razón está al servicio de la vida.
Ortega critica el racionalismo, diciendo que es misticismo de la razón, fe ciega que conduce al irracionalismo, no se reconocen los límites de la razón.
Frente al escepticismo y al racionalismo ortega dice que el pensamiento es una función vital, que tiene por finalidad alcanzar la verdad. La verdad es perspectiva, la cual es la forma de ser de la realidad. En la última etapa del pensamiento de Ortega, propone que el conocimiento es el resultado de la actividad del pensamiento, que da sentido a la circunstancia y frente a la razón pura, ortega propone una razón vital o histórica que medita sobre la vida. La creencia es previa a la duda, con ellas no podemos hacer nada porque son ellas las que nos hacen a nosotros.
Para Ortega el hombre no tiene naturaleza, ni esencia, porque el ser humano no es un ser, es un hacer, es una tarea que se va desarrollando a lo largo del tiempo y la vida humana es a lo que se va haciendo a lo largo del tiempo, constituida por lo que hago (actividad) y lo que me pasa (pasividad)
Vivir, es percibir que se vive, una tarea consciente, también es fatalidad en la libertad, pues al hombre se le impone la circunstancia, pero por otro lado no se le impone como ha de vivir. Es proyecto y temporalidad, vivir es decidir lo que se va a ser, pero que aún no se es, siempre es indigente porque siempre le falta algo, y siempre es heredero, depende del pasado y debido a que es un proyecto que esta por hacerse, también es futuro y temporalidad, pues se realiza en el tiempo. La vida según se desarrolla en el tiempo que es razón vital, es razón histórica, y la molécula de la historia es la generación, que dura unos quince años, siendo un conjunto de de personas que tiende a una forma de pensar y sentir compartidos, hay generaciones acumulativas donde solo se asume el pasado, no se aporta nada nuevo y generaciones creativas o eliminativas que se dan cuando se da el conflicto generacional. Así pues tras una generación eliminativa se dan ciertas generaciones acumulativas.
Rousseau es un ilustrado, que va “a contracorriente”, pues da valor al sentimiento, criticando los abusos de la razón, tan utilizada y valorada durante la Ilustración, pues el ser humano es sentimiento, teniendo dos instintos básicos: el amor a sí mismo o instinto de supervivencia y la piedad, el rechazo a producir sufrimiento ajeno, por lo que se establece que es bueno por naturaleza. Es un autor contractualista, es decir, que cree en un estado natural. Que explica el origen de la sociedad. Las teorías contractualistas parten de una situación natural en la que no hay Estado, ni organización social y el hombre está en armonía en estado de naturaleza. En este estado de naturaleza el ser humano tiene un comportamiento instintivo, carece de lenguaje y razón, pero a diferencia de los animales tiene capacidad de elegir sus actos y la posibilidad de perfeccionarse, adquirir nuevas habilidades para enfrentarse a las dificultades de la vida. Además, no es moral y el sentimiento predominante es la piedad. El estado natural es estado de paz. En el estado de naturaleza las únicas amenazas para el ser humano son las catástrofes naturales, los animales peligrosos y la escasez de alimentos, pero no otros hombres. Es nómada y las primeras actividades son la caza y la pesca, además de la recolección e intenta satisfacer únicamente sus necesidades. Con el aumento de la población se convierte en pastor, de esta manera las familias se ponen bajo el mandato de un patriarca y se convierten en sedentarios, con lo que aparece la sociedad y el estado, que genera propiedad privada y desigualdad social. Aparece el lenguaje por necesidad de comunicación y contacto, lo que permite desarrollar la inteligencia. Como tenemos capacidad de perfeccionarnos pasamos del estado instintivo a un estado de justicia y moral. CONTRATO SOCIAL
El contrato social explica como sería el estado que Rousseau piensa. Intenta un estado libre, y justo y en el que los individuos obedezcan a sí mismos. No es un estado de cesión ni de sumisión, como decían Hobbes y Locke sino una unión con todos que requiere reprocidad y no quite un ápice de libertad a los individuos. El origen de la autoridad es la soberanía, que es la forma colectiva del amor de sí, llevado al terreno de la moral. La soberanía es absoluta, indivisible e inalienable, no se puede ceder y pertenece a todos ya que el pueblo es el soberano. Por último la soberanía debe expresarse por medio de la voluntad general, expresión del yo común que tiene como objetivo precisamente el bien común. Se debe distinguir de la voluntad de todos que es la suma de los deseos particulares de los individuos que buscan el interés propio. Aunque las decisiones de los ciudadanos se expresen mediante el voto, el valor de la decisión esta determinado por la cualidad, no por la cantidad, una minoría puede estar mas cerca de la voluntad general que una mayoría cuyo objetivo sea el de imponer sus intereses particulares.
Acepta la monarquía para un estado grande, democracia para un estado pequeño y aristocracia ideal para un tamaño medio, como gobiernos legítimos. En cuanto a la ley, sin leyes el estado es como un cuerpo sin alma, aunque para Rousseau lo importante es la fortaleza interna de los ciudadanos, no el carácter sancionador de la ley. La función del legislador es educativa, no coercitiva, ha de persuadir más que imponer. Gobierno En cuanto al gobierno los ciudadanos nunca deben ceder su poder legislativo, los miembros del gobierno son mandatarios y para que nadie tenga el poder absoluto deben dividirse en tres poderes, ejecutivo, legislativo y judicial. La función del gobierno es la de transmitir las ordenes del pueblo que como soberano y como súbdito establece. Por lo tanto media entre dos totalidades.
En cuanto a la antropología Rousseau es optimista. El ser humano es bueno por naturaleza, es la sociedad la que le convierte en mezquino. Además declara que las ciencias y las artes le hacen progresar materialmente, pero no moralmente. El ser humano empieza siendo bueno, es el rey de la naturaleza, solo puede captar el orden, el bien y la belleza. Su alma es inmaterial e inmortal y es libre en sus acciones.
Rousseau le da gran importancia a la educación. En el Emilio responde a la petición de una dama sobre como educar a su hijo, propone una educación moral, basada en los sentidos y los sentimientos. La educación tiene como objetivo “hacer aprendices de hombres, no cerebros andantes» por lo que desprecia los abusos de la razón. Propone una pedagogía que ha sido rechaza por considerarse lenta, en la cual hasta los 5 años es necesario que el niño tenga un esquema corporal, de cinco a doce se debe educar los sentidos, de doce a quince el cerebro y de quince a veinte años el corazón, los sentimientos.
Epistemología
En la epistemología declara que primero desarrollamos la razón sensitiva (lenguaje de los sentidos) y después la razón intelectiva. El juicio esta relacionado con los sentidos, siendo el objetivo argumentar con los ojos. De esta manera comparte la teoría con Locke y el empirismo en general, de que nuestra mente esta en blanco y con sensaciones y experiencias se va rellenando. Asimismo, comparte la teoría sensista; el yo es una colección de sensaciones y después nuestra memoria guarda una imagen de ello. Por otra parte, el lenguaje nace se la pasión y el deseo, y empieza por el gesto.
Ética
Por último en la ética, como para Hume, para Rousseau la adquisición de valores morales descansa sobre el sentimiento y no sobre la razón. El hombre está en comunicación con el orden universal y esta comunicación constituye la conciencia moral. La única regla moral es no hacer daño a nadie. El hombre es naturalmente bueno, pero la virtud es el esfuerzo por el que se promueve esa bondad natural. Define la espiritualidad del alma y su supervivencia después de la muerte, la liberación del hombre y la existencia de Dios. Por último defiende una religión natural, deísta que solo se puede demostrar en la actuación moral.