Razón, hombre e historia son quizás los tres conceptos más importantes de Idea de una historia universal con propósito cosmopolita. El título de la obra ya revela la estrecha relación entre estos conceptos: Kant esboza la idea de una historia universal de la humanidad, donde la razón se extiende progresivamente, llevando a las sociedades a ser más cosmopolitas y abiertas, dispuestas a crear grandes unidades políticas.
En esencia, este opúsculo kantiano explica cómo la razón, característica esencial del ser humano, se realiza a lo largo de la historia. El hombre, como ser racional, está destinado al desarrollo de sus disposiciones, alcanzando un grado máximo de razón. Analicemos las fases de la argumentación kantiana:
Fases del Desarrollo de la Razón según Kant
Primera Fase: Finalidad de la Naturaleza
Las disposiciones naturales de todas las especies están determinadas a alcanzar su máximo desarrollo. Los seres vivos actúan según fines, y la naturaleza busca la plena realización de sus facultades.
Segunda Fase: La Razón como Disposición Natural
El hombre posee la razón como disposición natural, pero esta se desarrolla en la especie, no en el individuo. El conocimiento y la perfección moral son logros acumulativos de la humanidad.
Tercera Fase: El Hombre y su Ingenio
El hombre, a diferencia de otras especies, debe confiar en su ingenio y razón para sobrevivir y desarrollarse. La naturaleza nos dota de razón, pero nos deja la tarea de procurarnos todo lo necesario, incluyendo la felicidad.
Cuarta Fase: La Insociable Sociabilidad
El conflicto entre los seres humanos es el motor de la humanidad. La «insociable sociabilidad» nos obliga a mejorar y competir, impulsando el progreso en todos los órdenes. El hombre es racional, libre, autónomo y egoísta, y se ve forzado a mejorar para progresar.
Quinta Fase: La Necesidad de un Orden Político
La vida en sociedad requiere un orden político que regule las relaciones y el derecho. El problema del poder se centra en cómo conjugar la libertad individual con la del resto, estableciendo límites y leyes.
Sexta Fase: El Progreso a través del Conflicto
Las sociedades avanzan gracias al conflicto y al enfrentamiento. Las guerras son intentos de alterar el orden mundial. La historia progresa y retrocede, pero a largo plazo tiende hacia sociedades con constituciones justas y relaciones internacionales equitativas.
Séptima Fase: Un Orden Internacional Justo
Un orden internacional justo y sometido a leyes es indispensable para alcanzar el fin de la historia: una gran unión cosmopolita de pueblos. El progreso de algunos países puede ser un obstáculo a corto plazo, pero a largo plazo se superarán estas barreras.
La Visión Kantiana de la Historia y su Crítica
Kant concibe la historia como un proceso con un fin: sociedades justas con relaciones exteriores justas. El presente es un intento más de afrontar conflictos, y la razón humana aún no se ha desarrollado por completo. La historia es una planificación de la naturaleza para alcanzar una organización racional de la vida.
Esta visión optimista es criticada por Nietzsche, quien rechaza la visión ilustrada del ser humano y la razón. Para Nietzsche, la razón es una máscara de los instintos, y la historia es un eterno retorno sin finalidad. En contraste, Marx comparte con Kant la idea de una finalidad en la historia, aunque difiere en la visión del ser humano y la razón. Ortega y Gasset, por su parte, coinciden con Kant en la visión del ser humano como libertad y racionalidad.
La Sociedad y el Contrato Social
Kant ve la sociedad como el espacio donde el hombre realiza la razón. La vida social debe ser racional y organizada, lo que lo alinea con la tradición contractualista. La «insociable sociabilidad» kantiana rompe con la idea aristotélica de sociabilidad natural, proponiendo una visión de la sociedad como una construcción artificial.
Conclusión: Relevancia del Pensamiento Kantiano
El texto de Kant es relevante por su contribución a la filosofía de la historia y por plantear preguntas esenciales sobre las relaciones internacionales, la búsqueda de soluciones comunes y la creación de organismos internacionales. Estos temas siguen siendo cruciales en nuestro mundo actual, y su solución determinará nuestro futuro como individuos y sociedades.