Confrontación filosófica: Hume vs. Tomás de Aquino sobre sustancia, existencia y divinidad

Hume: Crítica a la noción de sustancia

Sustancia extensa

Según Hume, la sustancia extensa es considerada una realidad objetiva, el soporte de cualidades que causan nuestras impresiones. Sin embargo, Hume argumenta que esta noción no proviene de ninguna impresión, por lo tanto, no es válida. La considera una ilusión, ya que nuestras impresiones son puntuales y discontinuas, mientras que la sustancia se concibe como continua y estable. Aunque ninguna impresión posee la continuidad que le atribuimos a la sustancia, Hume admite que la idea de sustancia es útil para la supervivencia.

Sustancia infinita (Dios)

Hume plantea que Dios es concebido como la sustancia infinita con todas las perfecciones. No obstante, al aplicar su criterio de validez, se pregunta de qué impresión puede derivarse la idea de perfección infinita. Concluye que la idea de una sustancia infinita y perfecta carece de una impresión que la legitime, por lo tanto, no hay conocimiento válido de Dios. A pesar de esto, Hume reconoce la necesidad de la existencia de Dios y la religión entre los hombres.

Sustancia pensante (el alma)

Para Hume, el alma es considerada el sujeto de las impresiones. Sin embargo, argumenta que el alma no es ninguna impresión en sí misma. Bajo las percepciones cambiantes, se asume que el yo pensante es una creencia, un producto de nuestra imaginación que otorga continuidad a aquello que no la tiene.

Santo Tomás de Aquino: Metafísica del ser

Tomás de Aquino critica las concepciones anteriores por no explicar la existencia de todo lo que es, ni de dónde proviene la materia. No se limitan a explicar cómo se produce un individuo, sino también por qué ese ser es un ser y cómo se produce.

Esencia y Existencia

Para Santo Tomás, esencia y existencia se distinguen en los seres finitos. Para que una esencia sea ser, necesita existencia. La esencia de un ser está en potencia de acto de existir; si no tienen existencia por sí mismos, necesitan de Dios para pasar de la potencia a existir (contingencia radical de los seres creados): ser y no ser. En Dios, esencia y existencia se identifican.

Individuación y Materia

La forma distingue a una especie de otra y, por lo tanto, no es el principio de individuación, sino la materia. Lo que hace que un ser sea distinto de otro es la materia en relación con la forma (distinta proporción de materia).

Dios y las Criaturas

Dios es necesario, simple, inmutable e infinito. Las criaturas, en cambio, son contingentes, compuestas, mutables y finitas. Según Santo Tomás, los seres finitos participamos de Dios. De manera similar, Platón argumentaba que lo sensible participa de las ideas. En última instancia, todo en la naturaleza tiene un fin teológico.

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