1. La Teoría de las Ideas como Fundamento de la Realidad
La Teoría de las Ideas es central en la filosofía de Platón, constituyendo una teoría sobre la realidad. Afirma la existencia de dos mundos: el mundo físico, perceptible por los sentidos, y el mundo de las Ideas, inmaterial, inmutable, eterno y universal. Ejemplos de estas Ideas son la Belleza en sí, el Hombre en sí o la Justicia en sí.
Esta teoría evoluciona a lo largo de la obra platónica. Aparece en los diálogos de madurez, especialmente en La República, y algunos de sus aspectos son cuestionados en diálogos posteriores.
1.1 Dualismo Ontológico
Platón establece un dualismo ontológico: el mundo físico o sensible y el mundo de las Ideas o inteligible. Las Ideas son la auténtica realidad y el fundamento del conocimiento verdadero, mientras que los seres sensibles poseen una realidad imperfecta.
1.2 Relación entre los Mundos
La relación entre ambos mundos se explica mediante conceptos como participación, imitación y copia. Las cosas físicas participan de las Ideas y son inteligibles gracias a ellas. En el Timeo, Platón describe el origen del mundo físico a través del Demiurgo, quien da forma a la materia caótica tomando las Ideas como modelos.
1.3 Jerarquía de las Ideas
Las Ideas están jerarquizadas y relacionadas lógicamente. En la base se encuentran las Ideas de objetos materiales, seguidas por las Ideas matemáticas, luego las Ideas de virtudes morales, y en la cima, la Idea del Bien, causa última de la realidad.
2. El Conocimiento
La Teoría de las Ideas es también el fundamento de la teoría del conocimiento platónica. Afirma la existencia de un ámbito de realidades inmateriales, inmutables, absolutas, eternas y universales, independientes del mundo físico.
2.1 Ciencia y Opinión
Platón distingue dos tipos de conocimiento: la ciencia y la opinión. La ciencia se ocupa del conocimiento de las Ideas, siendo un conocimiento seguro e invariable. La opinión, en cambio, se refiere al conocimiento de lo sensible, de lo cambiante y perecedero, siendo un conocimiento variable e inseguro.
2.2 Grados de Conocimiento y Realidad
Existe un paralelismo entre los géneros de conocimiento y los grados de realidad. La opinión se subdivide en conjetura (conocimiento de las imágenes de las cosas sensibles) y creencia (conocimiento de las cosas sensibles). La ciencia se divide en conocimiento discursivo (conocimiento de la matemática) e intuición o nóesis (conocimiento de las Ideas), que culmina con el conocimiento del Bien en sí.
2.3 Reminiscencia y Dialéctica
El alma humana, similar a las Ideas, sirve de puente entre el mundo sensible y el inteligible. Los conceptos clave son la reminiscencia (el conocimiento como recuerdo) y la dialéctica (método para ascender al conocimiento de las Ideas).
3. El Ser Humano
Platón tiene una concepción dualista del ser humano: compuesto de alma y cuerpo, cuya unión es accidental. El hombre es la suma de dos naturalezas distintas.
3.1 Concepción del Alma
El alma se concibe como principio de vida y como principio de racionalidad, divino e inmortal. Platón enfatiza esta última concepción, considerando el alma, al menos en su parte racional, como inmortal, preexistente al cuerpo y superviviente a él. El cuerpo, en cambio, es visto negativamente, como fuente de pasiones.
3.2 Partes del Alma
El alma humana tiene tres partes:
- Alma racional: superior e inmortal, permite el conocimiento y la vida buena.
- Ánimo o alma irascible: sede de la voluntad y el valor.
- Apetito o alma concupiscible: relacionada con el cuerpo, responsable de pasiones y deseos, es mortal.
Cada parte del alma tiene una virtud asociada: prudencia (racional), fortaleza (irascible) y templanza (concupiscible). El ser humano justo es aquel que posee la virtud propia de cada parte del alma, logrando la armonía entre ellas bajo la guía de la prudencia.
4. La Ética
Platón no aborda la ética de forma sistemática, pero parte de un diagnóstico negativo de la sociedad y el relativismo moral. Su pensamiento tiene una intención política, centrada en la educación y la constitución de una sociedad justa y virtuosa.
Existen patrones morales objetivos, las Ideas, que deben guiar la conducta individual y pública. El conocimiento y la educación conducen a la purificación del alma y a la virtud. La idea de purificación, que asegura un mejor destino del alma tras la muerte, conecta a Platón con la tradición pitagórica.
La prudencia, virtud de la parte racional del alma, debe guiar la acción, moderando los deseos. El ser humano justo es aquel que posee la virtud propia de cada parte del alma, logrando la armonía bajo la guía de la prudencia. Las virtudes principales son: prudencia, fortaleza, templanza y justicia.
5. La Política
El pensamiento político de Platón surge de un diagnóstico negativo de la sociedad de su tiempo, marcada por el relativismo moral. Su objetivo es la constitución de una sociedad que promueva la virtud y la felicidad de los individuos.
La sociedad justa, según Platón, requiere un estado jerarquizado con tres clases sociales, correspondientes a las tres partes del alma:
- Productores: virtud de la templanza o moderación.
- Militares: virtud de la fortaleza.
- Gobernantes: virtud de la prudencia o sabiduría, seleccionados entre los mejor dotados y educados para guiar la sociedad.
Para asegurar el interés general, Platón propone un sistema comunista para militares y gobernantes, compartiendo bienes y familia. La justicia es la virtud fundamental de la sociedad, que se logra cuando cada clase cumple su función y se produce la armonía bajo el gobierno de los filósofos.
5.1 Formas de Gobierno
La forma ideal de gobierno es la aristocracia (gobierno de los mejores), pero Platón reconoce que no existe en su época. Las degeneraciones de la aristocracia son:
- Timocracia: gobierno de la clase militar, basado en el honor.
- Oligarquía: gobierno de los ricos, basado en la acumulación de riqueza.
- Democracia: gobierno del pueblo, basado en la libertad e igualdad, pero que lleva a la pérdida de valores y a la inestabilidad.
- Tiranía: gobierno despótico e ignorante, dominado por las pasiones, que lleva a la crueldad y la brutalidad.
Existe un paralelismo entre el individuo y la sociedad, reflejando la estructura tripartita del alma en la estructura social.