El Ser Humano: Alienación e Ideología en la Filosofía Marxista
Karl Marx concibe al ser humano con una serie de rasgos concretos: como un ser genérico, perteneciente a una especie determinada que se afirma a sí mismo mediante el trabajo; como un ser social que se realiza en sociedad y como un ser histórico que se desarrolla dialécticamente en la historia. De ahí que a la filosofía marxista se la denomine humanismo.
La Esencia Humana: Trabajo y Praxis
Marx se centra en la esencia del hombre, en su verdadero ser, que para él es el trabajo. Este concepto caracteriza su análisis de la estructura económico-social. Marx define el trabajo como praxis (actividad productiva), pues a través de él, el ser humano:
- Comprueba sus límites y posibilidades.
- Crea e imagina.
- Es libre.
- Realiza su esencia.
- Se conoce y se objetiva, dejando su huella en la naturaleza.
Para Marx, el trabajo implica una doble relación:
- Una relación natural, establecida entre el trabajador y la naturaleza.
- Una relación social, definida por las interacciones con otros trabajadores para obtener los productos necesarios para la vida.
La Alienación en el Modo de Producción Capitalista
Sin embargo, dentro del modo de producción capitalista, el trabajo se convierte en alienación, un concepto que Marx retoma de Hegel y Feuerbach. El trabajador queda deshumanizado, se convierte en una simple mercancía para otro ser humano al tener que vender su «fuerza de trabajo» por un salario. Esto convierte las relaciones personales entre los seres humanos en relaciones entre cosas (reificación, donde un trabajador pasa a ser un «elemento productivo» con un coste) e imposibilita su realización como hombre. En este contexto, el ser humano:
- No se reconoce en su trabajo, no domina el proceso de producción y se convierte en una parte más del mismo, situación agravada por la división del trabajo.
- No es dueño de su trabajo, su obra le ha sido alienada.
- Además, dado que el objetivo del capitalista es acumular capital a través del beneficio, este se apropia de una parte del valor que genera el trabajador con su trabajo, pues produce más de lo que consume o gasta. Esto es el plusvalor o plusvalía: el valor que crea el trabajador más allá del valor de su fuerza de trabajo. Su fórmula es: Pl = capital producido – capital consumido.
- No se realiza como ser social, debido a la división de clases sociales entre explotadores y explotados.
En consecuencia, el sistema de producción capitalista pone la economía como un fin en sí mismo y no como un instrumento al servicio de la realización del hombre, situando al ser humano al servicio de la economía y no al revés. La propiedad privada de los medios de producción es una de las principales injusticias de este sistema, ya que aliena al trabajador de su labor e instaura la explotación económica de unos sobre otros.
Tipos de Alienación Derivados de la Alienación Económica
De esta alienación económica fundamental, la del trabajo provocada por el capitalismo, se derivan para Marx otros tipos de alienación sustentados en ideas que intentan mantener ese orden injusto de cosas:
- Alienación social y política (causada por el Estado liberal): Produce la división de la sociedad en clases y la separación entre los ciudadanos y el Estado, que pasa a defender los intereses de la clase dominante y se convierte así en enemigo.
- Alienación filosófica (asociada al idealismo): Al pretender justificar las anteriores alienaciones, se adopta un esquema conceptual ideológico para enmascarar las auténticas condiciones materiales de la existencia de los hombres.
- Alienación religiosa (relacionada con el cristianismo): Ante el sufrimiento, los hombres se ven obligados a buscar consuelo, convirtiendo así la religión en el opio del pueblo al poner en Dios atributos que le pertenecen al hombre.
La Superestructura Ideológica y su Superación
Se genera así una superestructura (ideología) que enmascara ese proceso de alienación. Es, por tanto, una falsa explicación o una forma de falsa conciencia deformada a partir de las relaciones de producción, que se aleja del auténtico conocimiento científico. Estas relaciones son presentadas como objetivas y naturales, pero se oculta su origen, sus mecanismos de perpetuación y la posibilidad de transformarlos. Por lo tanto, las ideologías son mecanismos de dominación y de opresión de las clases dominantes en la sociedad, que se ejemplifican en la economía política, el Estado, el derecho, la filosofía y la religión.
Dichas ideologías desaparecerán cuando se elimine la alienación económica y se llegue a la sociedad sin clases sociales. Para ello, se han de dar dos pasos:
- Hacer una crítica de la ideología dominante y un análisis del orden social existente desde el materialismo histórico.
- Llevar a cabo la revolución o destrucción del orden social existente, que es el que provoca las condiciones de vida que generan esa ideología.
Esto exige la abolición del modo de trabajo existente y su fundamento: la existencia de la propiedad privada. El nuevo orden social comportará, pues, la socialización de los medios de producción, lo que ha de procurar una sociedad y una economía al servicio del ser humano y de su realización, una reconciliación del hombre con la naturaleza, lo que representa la idea marxista del comunismo.