El Contrato Social de Rousseau: Soberanía y Libertad en la Sociedad Civil

ROUSSEAU

Resumen

En el estado de naturaleza, llega un momento en que los individuos aislados no pueden superar los obstáculos que se les presentan. Para ello, unen sus fuerzas, pero deben proteger la libertad y fuerza original. A eso da solución el contrato social, en el que cada individuo se obedece a sí mismo y mantiene su libertad.

Análisis y Explicación

En este fragmento, Rousseau comienza diciendo que los hombres en el estado de naturaleza, para garantizar su supervivencia, tienen que vencer las dificultades que se les presentan, y eso es posible mediante la unión de fuerzas. El problema que Rousseau plantea es cómo comprometer la fuerza y la libertad de cada hombre sin perjudicar a nadie ni perder la libertad natural. La solución que da Rousseau es la sociedad del contrato social, en la que cada individuo pacta con los demás para volver a vivir felices, donde se trata de hallar un modelo de civilización donde se encuentre la felicidad, la igualdad, etc. Los objetivos del contrato social son: recuperar la bondad, la libertad, la igualdad para conseguir la felicidad de la que se gozaba en el estado de naturaleza y, por otro lado, fortalecer la unión entre los hombres del estado de civilización.

Para Rousseau existen dos estados:

  • Estado de naturaleza: un estado premoral donde el hombre es auténtico, inocente, bueno y feliz, y en el cual se mueve por sentimientos de amor y compasión (mito del buen salvaje). En este estado, el hombre vive en libertad e igualdad. Se trata de un estado de existencia individual.
  • Estado de civilización: con la aparición de la propiedad privada y las leyes, el estado de naturaleza degenera en el estado de civilización. En dicho estado, predomina el egoísmo, la desigualdad y la injusticia, provocando la infelicidad.

Pero esto tiene solución, ya que el ser humano es bueno por naturaleza. Dicha solución es el contrato social, por el cual se recupera la libertad y la igualdad, manteniendo las ventajas del estado de civilización. Se trata de renunciar a la voluntad particular por la voluntad general, es decir, pasar del egoísmo al altruismo, y eso se consigue mediante la educación (El Emilio). La finalidad de la educación es preparar al individuo para la nueva sociedad del contrato social y para la asunción de la voluntad general. El desarrollo moral del ser humano y de la sociedad es paralelo al planteamiento sociopolítico.

Según Rousseau, el hombre en el estado de naturaleza tiene unos valores intrínsecos a ésta, como son el ser bueno y compasivo. Mientras tanto, en el estado de civilización, la sociedad corrompe la bondad moral del ser humano, surgiendo así la desigualdad social, el egoísmo, la depravación moral, etc. La sociedad del pacto pone solución a ello. Tratándose de una sociedad donde los valores morales tienen una finalidad, como es la felicidad del individuo, es el respeto a la voluntad general y las leyes civiles lo que desarrolla el sentido del saber. Para que la bondad moral no sea pervertida, ha de ser la razón la que guíe los instintos.

Con respecto a la religión, Rousseau defiende la religión natural, en la que el ser humano se guía por su luz interior. Cree en la existencia de Dios y en la inmortalidad del alma, y es una religión que conduce a los hombres a ser buenos ciudadanos y felices.

Contextualización

Este fragmento pertenece a la obra El Contrato Social, escrita por Jean-Jacques Rousseau en 1762. Dicha obra es el resultado del extracto de un proyecto denominado Institutions politiques. Se trata de un proyecto político inspirado en el modelo de democracia de los cantones suizos y en el modelo de la polis greco-romana, el cual conlleva un rechazo del Estado, una defensa del modelo federal y un asamblearismo popular. Esta obra, prohibida en Francia y Ginebra junto con la obra Emilio, es una defensa del modelo perdido de la libertad y de la igualdad originarias. Es, asimismo, un alegato contra el presente, el progreso y contra el sistema mercantilista del capitalismo.

El Contrato Social se da en el marco del contractualismo, es decir, de la oposición entre el estado de naturaleza, en el que se encuentra el buen salvaje, y el estado político, que significa la pérdida de la libertad y de la igualdad originarias. El Contrato Social ofrece la posibilidad de recuperar esa libertad e igualdad originarias basándose en la bondad natural del ser humano.

Este marco contractualista ya lo había expuesto antes Rousseau en Discurso sobre las ciencias y las artes y Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres. Las referencias del modelo contractualista en Rousseau son Hobbes y Locke, este último con la teoría de la propiedad privada.

El contexto intelectual en que vive Rousseau es el de la Ilustración. El racionalismo y la experimentación proporcionan un conocimiento que se entiende como progreso y como mecanismo de liberación, lo cual proporciona felicidad. Sapere aude es la propuesta para salir del estado infantil y entrar en el de madurez, pues los ilustrados entienden ese período como un estado de madurez en el que se defiende la tolerancia religiosa y el deísmo. Los valores de la Ilustración están asociados a la fisiocracia, al capitalismo y al mercantilismo. El proyecto más importante llevado a cabo en la Ilustración es la Enciclopedia, que es todo el saber de la época reunido. Este proyecto, llevado a cabo por Diderot y D’Alembert junto con la colaboración de Voltaire, D’Holbach y Rousseau, es el reflejo de las ideas de la Ilustración. Aparte de reunir todo el saber conocido hasta la época, es un compendio ideológico y una defensa del espíritu de tolerancia, de progreso, de apertura al saber y del espíritu libertino. Esta creación es la unión de las ideas que acompañaron a la Revolución Francesa, cuyo lema era el de la Ilustración: libertad, igualdad, fraternidad.

Aunque Rousseau no vivió como tal la Revolución Francesa de 1789, sí le tocó vivir ese ambiente prerrevolucionario. La recesión económica, el descrédito de la Monarquía, el descontento del campesinado o el empuje de la burguesía son algunas de las causas por las que se produjo la gran revuelta, que trajo consigo el fin del Antiguo Régimen y la llegada de un nuevo sistema basado en la riqueza adquirida con el esfuerzo personal, es decir, la burguesía.

Rousseau, un precursor del Romanticismo, defiende el sentimiento y la pasión, y se opone al racionalismo ilustrado. Esta oposición es evidente en cuanto a su rechazo del progreso como camino hacia la felicidad (Discursos). Ginebra, su lugar de nacimiento, marcará su pensamiento político. Su carácter solitario y amargado le llevará a sufrir conflictos con Hume y Voltaire. La condena de sus obras El Contrato Social y Emilio, así como la persecución a la que se vio sometido, lo llevarán a huir a Inglaterra y a despertar en él una manía persecutoria. Fruto de todo esto son sus obras más conocidas: Confesiones, Diálogos y Ensoñaciones de un paseante solitario.

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