Filosofía de Hume: Política, Justicia y Religión

El Problema Político: El Origen de la Sociedad y la Justicia

David Hume, desde su pragmatismo utilitarista, abordó cuestiones políticas desvinculándolas de las concepciones metafísicas tradicionales. Criticó las teorías del contrato social por su falta de constancia empírica, considerando la supuesta libertad de las partes como una fantasía. Para Hume, la sociedad política es inevitable, necesaria y útil para la supervivencia, con la finalidad de asegurar la paz entre los individuos.

La idea de justicia se entiende como un convenio entre ciudadanos para establecer reglas que regulen el cumplimiento de las obligaciones y promesas, especialmente en lo referente a la propiedad. Hume argumenta que estas reglas son artificiales, basadas en la naturaleza egoísta del ser humano que busca la seguridad para vivir.

El Método de Descartes

A diferencia de otros científicos que construyen un método artificial, el método cartesiano se presenta como natural, emanando de la propia razón. Este método racional se caracteriza por:

  1. Marcha natural de la razón: La razón, dejada a su propio proceder sin imposiciones ni prejuicios, marcha correctamente. El método consiste en la bona mens, la luz natural de la mente.
  2. Descubierto por la razón: El método se revela gracias al análisis llevado a cabo por la propia razón.
  3. Reflexividad: La razón examina su propio proceder de forma reflexiva, analizando su funcionamiento interno.
  4. Vigilancia: Sirve para vigilar la marcha de la razón, evitando que se aparte de su cauce natural y previniendo interferencias.

El Problema de la Religión

Con su carácter empirista, Hume investigó los orígenes de las creencias religiosas. En Historia de la religión natural, explica el origen psicológico de la religión en el temor a lo desconocido y el deseo de inmortalidad, describiendo la evolución desde el politeísmo primitivo hasta el monoteísmo y la religión natural, una religión racional independiente de iglesias y credos.

En Diálogos sobre la religión natural, Hume plantea la cuestión del fundamento racional de la creencia religiosa a través de un diálogo entre tres personajes:

  • El teísta: Cree en la religión, sigue a una iglesia y sostiene la existencia de Dios.
  • El deísta: Partidario de una religión natural, cree en Dios y en la posibilidad racional de sostener esta afirmación.
  • El agnóstico: No se adscribe a ninguna religión y sostiene que no podemos saber nada sobre la existencia de Dios.

Hume, cercano al agnóstico, plantea la duda, la incertidumbre y la contradicción inherentes al razonamiento sobre las verdades religiosas. Considera contradictorio que un Dios bueno, omnipotente y omnisciente coexista con el mal en el mundo. El único razonamiento aceptable sobre la existencia de Dios, según Hume, se basa en el orden del universo, que sugiere un autor inteligente. Hume es considerado un agnóstico moderado.

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