El Legado de Rousseau: Libertad, Igualdad y la Refundación Social

Rousseau

Rousseau, con su defensa de los ideales de la libertad y la igualdad, es uno de los inspiradores de la Revolución Francesa. Su filosofía política parte de un originario estado de naturaleza en el que los individuos eran totalmente libres y buenos. Libertad y bondad que perdieron cuando decidieron vivir en sociedad, la cual, basándose en la propiedad privada, es la culpable de todas las desigualdades por fomentar el egoísmo entre los hombres. Con esto, el filósofo francés se aparta del optimismo ilustrado con respecto al progreso. Por todo ello, Rousseau se propone recuperar aquellos ideales de libertad e igualdad, no volviendo al estado natural, sino con la refundación de la sociedad sobre la base de un contrato social, por el que todos los hombres se comprometan libremente a cumplir unas leyes elegidas mediante sufragio universal. Este nuevo Estado democrático, representante de la soberanía popular, deberá garantizar la libertad y la igualdad de todos los ciudadanos. En contrapartida, estos renunciarán a la libertad natural (basada en el capricho) por la libertad civil, que es el sometimiento del interés particular a la voluntad general.

Pensamiento

Rousseau cristaliza todos sus esfuerzos anteriores por afirmar el valor intrínseco de la libertad y dignidad humanas, así como la necesidad de crear un marco político que permita su realización.

Su crítica feroz a la sociedad capitalista como fuente de todos los males del ser humano lo alinea en una corriente de pensamiento que desemboca en el comunismo de Marx, de quien a menudo se le considera predecesor.
Los dos aspectos fundamentales del pensamiento de Rousseau son:

  • Una consideración negativa de la cultura y la civilización humana.
  • Una reflexión positiva de la política y del gobierno.

La obra de Rousseau es dispersa y poco sistemática, con inconsistencias. Es lógico pensar que si la civilización humana es un error, la organización política también lo sería. Sus dos tesis no son contradictorias, sino que están relacionadas: impulsar un nuevo modelo social y político.

Crítica a la Civilización y a la Sociedad

El ser humano es bueno por naturaleza, y la civilización y la cultura lo han corrompido.
Rousseau no dice que sea necesario retornar a los estadios originarios de la humanidad, sino que hay que reformar aquellos aspectos de la sociedad que han contribuido a hacer desgraciado al ser humano.
Para él, las causas fundamentales que han propiciado la corrupción del ser humano son:

  • La propiedad privada, causante de las desigualdades económicas que existen en la sociedad.
  • El poder arbitrario y despótico, que es ilegítimo y conduce a que una parte de la población carezca de libertad y esté sometida.

El Contrato Social

Rousseau dice que es necesario establecer un nuevo pacto social para construir una nueva sociedad en la que no tengan cabida ni las desigualdades económicas ni el despotismo.

Estado de naturaleza. En el estado de naturaleza, el ser humano era un ser bondadoso y feliz por el amor a sí mismo y la compasión por el prójimo. Todos los individuos vivían aislados, en igualdad, independientes y libres en un mundo donde no existía el lenguaje porque no era necesario. Para Rousseau, el ser humano es independiente (fuera de la sociedad).

El contrato social. El ser humano necesita asociarse con otros hombres para protegerse de los peligros que le acechan en la vida natural. Por tanto, la formación de la sociedad surge como una necesidad.

La Voluntad General

Rousseau considera que el Estado es necesario, pero que solo tiene legitimidad cuando es capaz de restaurar la libertad y la igualdad que existían en el estado de naturaleza.
El contrato social es un acuerdo entre voluntades libres, y el conjunto de voluntades constituye la voluntad general.

  • La voluntad general es el pueblo; la voluntad general va con el interés común, con las leyes y actos políticos que promueven la igualdad.
  • La noción de voluntad general se opone a la democracia representativa. No puede haber representantes.
  • El concepto de voluntad general se contradice con la división de poderes propuesta por el pensamiento liberal. Rousseau: el poder emana del pueblo y es sustentado por el propio pueblo, por lo que no tiene sentido fragmentarlo.
  • La voluntad general se opone a la tesis iusnaturalista y liberal que defiende la existencia de unos derechos naturales e inalienables pertenecientes al individuo.

Hacia el Estado Democrático

Rousseau introduce en la teoría política moderna un modo de entender la democracia, basada en la soberanía de la voluntad popular, en la que la forma de gobierno no es un mero acto de voluntad coincidente de los electores, sino resultado de la voluntad del ser social; por tanto, es una tesis contraria a la del derecho divino, en el cual se fundamentaba el Antiguo Régimen. En este sentido, Rousseau es uno de los impulsores teóricos de la democracia moderna.

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