El raciovitalismo: eliminada la naturaleza fija e inmutable, Ortega la sustituye por la vida, pero no por una vida entendida solo a un nivel biológico-fisiológico, sino por una vida que es esencialmente razón, pero una razón que se va adquiriendo progresiva y laboriosamente.
A) La Metafísica de Ortega
La metafísica de Ortega es un intento de superar las dos tesis aparentemente opuestas del realismo y del idealismo, a los que Ortega critica:
- Realismo: Para el realismo, la realidad es la vida humana, en la que están integrados tanto el mundo como el yo (sujeto pensante); es la exaltación de la Naturaleza, de la ciencia. Pero la ciencia está en peligro porque la fe que el hombre moderno tenía puesta en ella se ha ido enfriando en las últimas décadas. La ciencia se presentó como la panacea de todos los problemas, pero la realidad es bien distinta. En concreto, la ciencia, que, paradójicamente, quiere abarcar todo el universo, nada tiene que decir sobre el ser humano. Es decir, la ciencia físico-matemática o razón naturalista, al hacerse patente la urgencia de tomar parte en los problemas más humanos, no ha sabido qué decir en esta situación deficitaria. El hombre moderno se ha visto desilusionado por la ciencia, porque se da cuenta de que lo humano “se escapa de la razón físico-matemática como el agua por una canastilla”.
- Idealismo: Para el idealismo, se consideran las cosas como una creación y proyección del yo pensante, independiente de las cosas. Contra la razón físico-matemática (realismo) de investigar lo humano, arremeten los idealistas o espiritualistas contraponiendo el espíritu a la naturaleza. Pero esto es un error similar al del realismo, ya que se acerca a las cosas como si fuesen ideas o conceptos, por ejemplo, Descartes. Para Ortega, el Yo o intelecto (idealismo) y el Mundo o naturaleza (realismo) se exigen mutuamente y hay que colocarlos “en vida”, que es el área de donde surgen.
B) La Filosofía como Esfuerzo Teórico
La filosofía es el esfuerzo teórico y personal del hombre por lograr un “saber radical” de la realidad, que es lo único que puede dar base firme a su vida. La realidad radical no es la materia, ni el espíritu, ni el pensamiento, ni las cosas, ni el Yo; todo esto son interpretaciones o manifestaciones de la realidad radical. La realidad radical es la vida; pero no la vida abstracta de la que habla la ciencia, sino nuestra vida, mejor aún, mi vida en el sentido biográfico y no biológico del término, en la que todo surge, incluso el propio Yo. La vida es la realidad radical porque a ella tenemos que referir las demás realidades.
C) Vivir como Acción
Vivir es “hacer algo con las cosas”, es dirigirse al mundo, ocuparse de él. Las cosas sin el yo, y el yo sin las cosas, carecen en absoluto de sentido. La verdadera realidad es la del Yo con las cosas. Según Ortega, la vida no es una cosa ni material ni espiritual, sino una actividad, algo que propiamente no es, sino que se hace. Es algo que debe hacer el yo con las cosas, condicionado por las circunstancias en las que se encuentra el yo. Hay que decir, pues, que “YO SOY YO CON MIS CIRCUNSTANCIAS”.
D) El Hombre como Proyecto
La vida y el hombre no son una cosa ya hecha, sino un quehacer, una tarea de cada uno en la que ha de realizarse a sí mismo. El hombre es una realidad cuyo ser consiste no en lo que ya es, sino en lo que aún no es, pero puede llegar a ser.
E) Circunstancias y Decisiones
El hombre, como circunstancia, es un proyecto. Lo que tengo que hacer está condicionado por mis circunstancias, pero no decido por éstas. Las circunstancias comprenden todo lo que yo encuentro, desde las estructuras más próximas a mí hasta el mundo físico que me rodea, la sociedad, la historia, la misma divinidad.
F) La Vida Humana y la Libertad
La vida humana se va entretejiendo a través de sucesivas elecciones basadas en el hecho innegable de que el hombre es libertad y la vida una continua opción entre diversas posibilidades. Para poder vivir, tengo que preferir una posibilidad u otra y para ello tengo que justificarlo. La vida es justificación y, por tanto, responsabilidad. Todo hacer humano es moral, porque el hombre es necesariamente libre, quiera o no, obligado a elegir entre posibilidades.
La Razón Vital
Tradicionalmente, por “razón” se ha entendido la facultad que capta la esencia inmutable de las cosas; se trata de la “razón abstracta o pura”. Ortega no va contra la razón, sino contra el racionalismo, y no porque sea racional, sino porque lo es al margen de la vida. Para Ortega, “razón” es toda acción intelectual que nos pone en contacto concreto con la realidad, esto es, con la vida humana. El raciovitalismo es el término medio entre “irracionalismo vitalista” (tipo Nietzsche) y el “racionalismo”. La vida humana no puede ser una reacción automática que proceda de un sistema de instintos y de impulsos ante un estímulo que los determina (irracionalismo). Esto explicaría tal vez la vida animal, pero de ningún modo la del hombre, que es proyecto, libre decisión y que necesita justificarse y dar razón de lo que hace. Así, Ortega intenta superar la disyuntiva “vitalismo irracionalista” y “racionalismo” con su raciovitalismo.