Aristóteles asumió la definición del ser humano como animal racional, siendo la razón la característica que distingue a los seres humanos del resto de los animales. La racionalidad es el uso de la razón para escoger las mejores acciones. La racionalidad teórica está orientada a todo el conocimiento conceptual y la racionalidad práctica orientada a todo el plano actitudinal. La racionalidad teórica es previa a la práctica, ya que el conocimiento del mundo es anterior a la acción.
La Racionalidad Teórica
Se refiere al mundo mediante enunciados; son oraciones que afirman o niegan algo de la realidad, y pueden ser verdaderas o falsas. El término que reciben los enunciados en filosofía es proposiciones. Hay dos tipos: las analíticas y las sintéticas.
- Proposiciones analíticas: Son todos los enunciados formales y abstractos. Son verdades universales y necesarias.
- Proposiciones sintéticas: Enunciados existenciales, que se refieren a lo que observamos y contrastamos en la realidad.
El conocimiento ha de ser sobre lo universal; conocemos algo cuando ese algo sigue siendo lo que es independientemente de las circunstancias o del sujeto. En caso contrario, será una opinión.
El Racionalismo
Solo se puede obtener conocimiento seguro partiendo del conocimiento racional. Cree que hay ideas innatas en las que se funda el verdadero conocimiento. Descartes y su pensamiento se resumen de la siguiente manera: es necesario desarrollar un sistema de verdades en el que nada esté dado por supuesto; hay que desconfiar de todas las teorías y únicamente confiar en la razón. Para alcanzar esas verdades, partirá de la llamada duda metódica, que tiene como fin descubrir una verdad indubitable. Dudando de la fiabilidad de los sentidos, que en muchos casos nos engañan, por lo que no pueden ser un criterio de verdad. En muchas ocasiones no somos capaces de distinguir la vigilia del sueño, lo que permite concluir que solo un tipo de verdades, las matemáticas, pueden mantenerse, tanto despierto como soñando. Si existiera un “genio maligno” que pudiera inducirme a error, dudaríamos de las matemáticas, y no conoceríamos nada con certeza. Incluso dudando de la existencia de las cosas, podemos afirmar con certeza nuestra existencia, pues si hay duda, hay alguien que duda, por tanto, quien duda existe (pienso, luego existo). En mi mente tengo la idea de infinito; en el mundo no hay nada infinito, por lo que ha de ser una idea innata. Infinito es Dios; si Dios existe, es imposible que permita que un genio maligno me engañe, su bondad es infinita. Para conocer la realidad con certeza, solo he de guiarme por las reglas del método cartesiano: evidencia, análisis, síntesis y enumeración.
El Empirismo
Todo conocimiento comienza y termina en la experiencia, a partir de la información que nos proporcionan los sentidos. La mente humana es una página en blanco sobre la que se imprimen todos los conocimientos a partir de la realidad. Hume, según él, a los datos que nos proporcionan los sentidos los denominamos impresiones; cuando los sentidos no son estimulados, lo que queda lo denominamos ideas; al conjunto de impresiones e ideas, percepciones. Las ideas son imágenes debilitadas de las impresiones. No se puede conocer nada que esté más allá de las impresiones; el paso de las impresiones a ideas es posible gracias a la memoria. El conocimiento solo es posible gracias al hábito. El conocimiento por experiencia no es ni universal ni necesario; ese conocer es subjetivo. No conocemos la realidad tal cual es, sino como se nos aparece. Las cosas que se nos presentan son fenómenos; conocemos los fenómenos, pero no la realidad en sí.
El Criticismo
Kant plantea una posición conciliadora entre ambas posturas: la necesidad de la experiencia para el conocimiento, y asume de los racionalistas que hay conocimiento que no proviene de la experiencia, siendo la razón la que organiza de una forma determinada ese conocimiento. El sujeto necesita de la experiencia, pero en ella impone sus categorías para comprender el mundo; en el conocimiento intervienen la razón y los sentidos. Toda experiencia sensitiva es estructurada gracias a las categorías que permiten elaborar los conceptos del entendimiento. Hemos de distinguir entre dos tipos de conocimiento: a priori, anterior a la experiencia, y a posteriori, a partir de la experiencia. La materia del conocimiento es a posteriori y la forma a priori; gracias a la forma, las impresiones no son caóticas. La unión entre materia y forma constituye el objeto conocido. Todas las personas compartimos las mismas estructuras, al igual que el mismo modo de razonar. Conocemos el mundo tal como es para los seres humanos.