Eudaimonía y Virtud: La Ética de Aristóteles y su Relevancia Política

Eudaimonía y Virtud: La Ética de Aristóteles y su Relevancia Política

El texto analiza la relación entre la felicidad individual y colectiva, y la vida más deseable, ya sea activa/política o contemplativa/filosófica.

  1. La felicidad de la ciudad depende de la de sus ciudadanos.
  2. Presenta dos modelos de vida: política y contemplativa.
  3. El mejor régimen político fomenta las virtudes y prosperidad.
  4. La vida contemplativa busca la verdad mediante la razón.
  5. La pregunta sobre la vida más feliz queda abierta.

Problemática: Reflexión sobre la eudaimonía, la vida virtuosa y la relación entre individuo y comunidad.

Frase subrayada: “…una vida contemplativa, que, según algunos, es la única filosófica.” Aristóteles resalta que la vida contemplativa es la más plena porque se centra en la razón, lo que acerca al ser humano a la actividad divina y a la felicidad más alta.

Aristóteles: Virtud, Orden Social y Felicidad

A diferencia de Platón, que creía en un mundo ideal separado del mundo físico, Aristóteles piensa que lo real es lo que podemos ver y tocar. Para él, no hay dos mundos distintos, sino uno solo en el que se combinan lo sensible (lo que percibimos con los sentidos) y lo inteligible (lo que podemos comprender). Todo en la naturaleza, según Aristóteles, tiene un propósito o una finalidad: esta idea se llama teleología. Por ejemplo, un árbol existe para crecer y dar frutos. Del mismo modo, los seres humanos también tienen una finalidad que deben alcanzar.

Conocimiento y Ética: Diferencias con Platón

Platón defendía que el verdadero conocimiento, o episteme, se alcanzaba al comprender el mundo de las ideas, especialmente la Idea del Bien. Aristóteles critica esta teoría, porque para él el conocimiento empieza con la experiencia.

Además, Aristóteles distingue entre dos tipos de saberes:

  • Saberes teóricos: Como la Matemática, la Física y la Metafísica, que buscan conocer la realidad por sí misma.
  • Saberes prácticos: Como la Ética y la Política, que nos enseñan cómo actuar y tomar decisiones correctas en la vida diaria.

Para Aristóteles, la ética no es una ciencia abstracta como las matemáticas, sino una guía práctica para vivir bien. Por eso, la ética no se basa solo en el conocimiento, como creía Platón, sino en la experiencia y en la capacidad de decidir bien en cada situación. Esto implica que saber algo no garantiza que actuemos correctamente. Necesitamos también prudencia para aplicar ese conocimiento a la vida real.

La Virtud y el Bien Humano

Aristóteles plantea que el objetivo último del ser humano es la felicidad (eudaimonía), pero esta no es lo mismo que placer, riqueza o reconocimiento social. Para ser verdaderamente felices, debemos desarrollar todas nuestras capacidades, tanto intelectuales como éticas.

Aristóteles distingue entre dos tipos de virtudes:

  1. Virtudes éticas: Se relacionan con nuestras emociones y acciones. La clave está en buscar el término medio entre dos extremos, lo que él llama el “justo medio”. Por ejemplo, el valor es el punto medio entre la cobardía (defecto) y la temeridad (exceso). Estas virtudes nos ayudan a controlar nuestras pasiones y actuar con equilibrio.
  2. Virtudes dianoéticas: Son propias de la parte racional del alma y se relacionan con el conocimiento y el pensamiento.

Entre ellas, Aristóteles destaca:

  • La sabiduría (sofía): El conocimiento profundo de la realidad.
  • La prudencia (phrónesis): La capacidad de tomar buenas decisiones prácticas.
  • La ciencia (episteme): El conocimiento demostrable de lo universal y necesario.
  • El arte (techné): La habilidad para crear cosas útiles.
  • La inteligencia intuitiva (nous): La capacidad de comprender principios básicos y evidentes.

Según Aristóteles, la virtud es un hábito que se adquiere con la práctica. No nacemos virtuosos, sino que nos hacemos virtuosos mediante el ejercicio constante de buenas acciones.

La Felicidad y la Vida Contemplativa

Para Aristóteles, la forma más elevada de felicidad es la vida contemplativa, que consiste en el ejercicio de la razón y la búsqueda del conocimiento. Sin embargo, reconoce que los seres humanos no son solo razón: también tienen necesidades físicas, emocionales y sociales. Por eso, la felicidad plena incluye también:

  • Virtudes morales, que regulan nuestras relaciones con los demás y nos ayudan a vivir en sociedad.
  • Bienes materiales, como la salud, el dinero y la justicia, que son necesarios para llevar una vida digna.

La Política y el Bien Común

Aristóteles afirma que el ser humano es un animal social y no puede alcanzar la felicidad aislado. Solo en sociedad podemos desarrollarnos plenamente. Por eso, la política es fundamental, ya que se encarga de organizar la vida en común y asegurar el bienestar de todos. La política, como la ética, es una ciencia práctica que busca el bien común y no sigue reglas exactas. Aquí, la prudencia es esencial para tomar decisiones equilibradas.

Aristóteles destaca que el bien común es más importante que el bien individual. Aunque la ética se ocupa del comportamiento personal, depende de la política, porque una sociedad bien organizada permite a las personas vivir mejor.

Los Mejores Regímenes Políticos

A diferencia de Platón, que proponía un Estado ideal gobernado por filósofos, Aristóteles piensa que no existe un modelo perfecto de gobierno que sirva para todas las sociedades. Cada comunidad debe encontrar el sistema que mejor se adapte a sus condiciones y necesidades. Sin embargo, Aristóteles defiende que el mejor régimen es aquel que evita los extremos y promueve la estabilidad.

Para él, la clase media es clave para la estabilidad social. Un régimen equilibrado, que combine aspectos de la democracia (gobierno del pueblo) y la oligarquía (gobierno de unos pocos), es el más adecuado. Este sistema, llamado Politeia, asegura que el poder no esté en manos de una minoría rica ni de una multitud pobre, sino de ciudadanos moderados capaces de gobernar y ser gobernados según la ley.

Conclusión

Aristóteles sostiene que el ser humano solo puede realizarse plenamente en sociedad. La felicidad no es solo un asunto individual, sino colectivo. Para alcanzarla, necesitamos desarrollar virtudes, tanto éticas como intelectuales, y vivir en un entorno político que favorezca el bien común. Así, la ética y la política están profundamente conectadas: mientras la ética guía nuestras acciones personales hacia la virtud, la política organiza la sociedad para permitir que cada persona alcance su máximo potencial.

Relación de la filosofía del autor del texto con otra posición filosófica de cualquier época histórica

En aproximadamente 25 líneas, el alumno expondrá las relaciones de semejanza o diferencia, de superación crítica o de desarrollo de alguna de las problemáticas filosóficas fundamentales del autor del fragmento y de otro autor o corriente filosófica de cualquier época histórica incluido en el currículum de 2° de Bachillerato.

Identificación de la problemática vinculada al autor

Algunas problemáticas comunes que unen a Platón y Aristóteles giran en torno a la naturaleza del conocimiento, la realidad y el propósito humano. Esto es: ¿Qué es el conocimiento verdadero? ¿Cómo se estructura la realidad? ¿Cuál es el fin último del ser humano?

Descripción del problema en el autor o corriente elegido

Platón plantea el problema del conocimiento y la realidad mediante su teoría de las Ideas o Formas.

  • Para él, el conocimiento verdadero no se obtiene a través de los sentidos, sino de la intelección (nous). El objeto de verdadero conocimiento son las Ideas.
  • Estas se dan fuera del mundo material, por lo que Platón postula la existencia de un mundo, inmaterial, inteligible, eterno e inmutable, que es la fuente de toda verdad y realidad.
  • La finalidad del ser humano es alcanzar este conocimiento, lo que supone una educación que eleve el alma desde lo sensible hasta lo inteligible (expresado en su mito de la caverna).

Relación entre ambas posiciones

Las teorías de Aristóteles pueden interpretarse como una respuesta crítica a Platón. Lo principal es que no defiende un dualismo ontológico, sino que integra unitariamente ambos mundos en su teoría hilemórfica: ya en la realidad sensible se contienen tanto materia como forma.

Comparten:

  1. Ambos comparten la convicción de que existe un orden racional en la realidad y que el conocimiento tiene un carácter universal.

Difieren:

  1. Pero mientras que, para Platón, este orden es accesible mediante las Ideas; Aristóteles tiene una visión inmanente de la realidad, donde las esencias no están en un mundo aparte, sino en los propios objetos del mundo sensible, es a través de la observación concreta, empírica, y la abstracción de las sustancias como se conoce la realidad.

Comparten:

  1. Comparten la idea de que el ser humano tiene un fin último vinculado a la virtud y la racionalidad.

Difieren:

  1. Sin embargo, Platón dirá que la vida contemplativa, orientada hacia la contemplación de las Ideas, es la más elevada. Mientras que Aristóteles, aun compartiendo el ideal contemplativo, añadirá la importancia de la acción práctica y la virtud ética en el contexto político.

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